Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
10-6-2016
Si la estupidez
pagara impuestos……..
Aunque cueste admitirlo, la estupidez, esa viga maestra connatural
a nuestras sociedades, es feraz en la producción de entuertos, ridículos,
situaciones límite y no pocos de sus portaestandartes ocupan sillones
ejecutivos.
¿Por causa de qué la Sunat, tan eficiente cerrando pequeños
negocios y persiguiendo a gente de poca monta, hasta hoy no elabora un gran
escalafón nacional para que la estupidez pague impuestos? Como producto no
tradicional ayudaría no poco a las arcas del Estado. Aunque, cierto es, hay que
evitar que cualquier estúpido angurriento de fondos, los utilice para cometidos
innobles.
Escribí en La estupidez es democrática, el
28-8-2009, http://www.voltairenet.org/article161860.html,
las siguientes líneas:
“Pocas dinámicas son tan potentes para identificar entre sus integrantes
a enormes franjas de hombres y mujeres de todas las razas, de lenguas
múltiples, de estaturas diversas, de geografías disímiles, de historias
distintas, de trayectorias absolutamente inconexas, como la estupidez. Hay
entre sus epígonos, allende y aquende, parlamentarios, per se muy conocidos
adalides de la especie; diplomáticos, periodistas, militares, gobernantes,
burócratas, intelectuales, los genuinos –unos pocos- o los a la carta al
servicio de cualquier ONG que les pague lo que ellas quieren que diga; en
palabras breves, la estupidez, con su vasto poder impresionante, es un ámbito
en que casi todos compiten entre sí para ver quién empeora la bestialidad de
los movimientos del vecino. Ninguna disciplina se libra de esta clase de
neumáticas, todas gozan del discutible mérito de tener entre sus cultores a
estúpidos más o menos brillantes. ¡Ni qué hablar de gobernantes palurdos y
zafios! Afirma Robert Heinlein –y así lo recuerda Giancarlo Livraghi en The
power of stupidity, May 2009, p. 11: “Never underestimate the power of
human stupidity” .
Un par de
ejemplos recientes y desastrosos.
La secta
Sodalicio de Vida Cristiana, descubrió por arte de birlibirloque, que su
fundador Luis Fernando Figari era responsable de violaciones, atentados contra
la salud mental de sus afiliados y ahora es el gran y único culpable. Olvidan a
los cómplices y a los seguidores que con la ley de omertá, custodiaron largos
años de crímenes y mentiras. Entonces, aprovechando de la estupidez societal
que no reacciona como debiera, es decir con indignación militante y fiera,
pretenden “reorganizarse” entre ellos, piden –dicen- perdón a Dios y en los
entresijos de sus oraciones, se limpian a sí mismos. Día que pasa, día que se
descubren sus fechorías y también aparecen sus defensores, fieles palafreneros
de un sectarismo desaforado, fascista, lascivo y perverso. Y pretenden que el
Vaticano los “juzgue” y no, como debiera ser, en tribunales internacionales y
que en el camino a su disolución absoluta y terminal, indemnicen a las víctimas
de manera justa como reparación.
En otro
caso, éste sí de añicos a la ética y contranatura, ¿no son los alanistas, los
mariscales de su atroz derrota, con Alan García a la cabeza, del 10 de mayo,
los que ahora quieren convocar a Congreso para ejercer el mangoneo de siempre,
castrador y antidemocrático y para que los fautores del fracaso sigan donde
están y que nadie los pase por los rayos X de sus cuentas bancarias,
propiedades inmobiliarias y como ladrones absolutos de la historia del Partido
Aprista que alguna fuera clarín y protesta, bandera tremolante y hombres en las
calles luchando por la justicia de pan y libertad? ¿Qué es eso de poner a los
gatos de despenseros? ¿No es una mayúscula estupidez condecorar a los
atrabiliarios por su mediocridad? ¿Cómo es que existen individuos que pretenden
justificar con paños tibios la aberración de su comportamiento electoral y la
cancelación del alanismo como la pobrísima opción que siempre fue por
destructor de cualquier inteligencia? Los perros aúllan bramando dicterios pero
NO pueden argumentar ni rebatir cuanto se les dice. Como si la grosería
pudiera, ni aquí ni en la Cochinchina, esconder tanta zafiedad proterva.
En La
estupidez no tiene edad, 20-7-2009, http://www.voltairenet.org/article161140.html
consignamos:
“¿Cómo se explica la impresionante
estupidez que un partido político con más de ocho décadas haya perdido casi toda
su influencia nacional y esté constreñido al respaldo que la frívola y racista
Lima le da con la derecha que apuesta por el mal menor y que graficara sus
guarismos trágicos en el comicio del 2006? Esa dirigencia, hasta hoy no explica
los métodos científicos que usó para perder de una manera tan vergonzosa y
convertir al antaño movimiento esperanza de los pobres del Perú en una cofradía
de oportunistas recién llegados y en búsqueda angurrienta de cualquier puesto
con tal de conseguirse un ingreso. No causa pues asombro que a la vuelta de
pocos años, los resultados sean los que se observan: falta de respuesta
política, putrefacción en el pensamiento y una impresionante carencia de
líderes con calidad y educación geopolíticas. La estupidez se nutre de la ignorancia.”
“Escribe con pluma certera
Livraghi, The power of stupidity, 2009, p. 13:
When we try to understand
stupidity, we are dealing with a subject that is scarcely studied, rarely
understood, broadly avoided because it’s uncomfortable and disturbing (as we
shall see in chapter 28.) It’s as though we all knew that we are stupid, but we
uneasy about admitting it.
Cuando tratamos de entender
la estupidez, tratamos con un tema que es apenas estudiado, raramente entendido
y ampliamente evitado porque es perturbador y poco confortable (como
comprobaremos en el capítulo 28). Es como si supiéramos que somos todos
estúpidos, pero no es aquello fácil de admitir.” (La estupidez es democrática)
Si la estupidez pagara impuestos……..