Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
13-9-2016
OSITRAN: consejo
incompleto y dramas legales
En setiembre 2012 fue nombrada en el cargo de Presidente Ejecutivo de
OSITRAN, la señorita Patricia Benavente Donayre y encontró un Consejo Directivo
de sólo tres miembros de los cinco que debieran ser. O sea un consejo
incompleto.
Sin embargo, recién en mayo 2016, luego de 4 años, manifiesta su
preocupación mediante el Oficio Nº 066-16-PD-OSITRAN remitido a la PCM, que
entre otras inexactitudes, equivoca (¿o es adrede?) la fecha de vencimiento de
su mandato, pues señala que éste termina en septiembre del 2017, cuando en
realidad acaba en febrero próximo, conforme lo dice expresamente su Resolución
de nombramiento Nº 295-2012-PCM del 15-9-12, que es concordante con lo que
estipula el artículo 7 de la Ley Marco de los Organismos Reguladores de la
Inversión Privada en los Servicios Públicos.
No hay sesiones
Por fallecimiento, el 14-8-2016, del señor Jorge Cárdenas Bustíos, el
directorio de OSITRAN quedó sin quórum.
Entonces, toda la marcha institucional queda en manos de su titular, que
luego deberá rendir cuentas al Consejo Directivo que se conforme, como ocurriera
anteriormente en la gestión de Juan Carlos Zevallos Ugarte.
Actas sin firmar
En la página web de OSITRAN se puede apreciar que solo están colgadas
las actas que corresponden al año pasado. Del 2016, no hay ninguna.
Según información de indubitable fuente, esto obedecería a que los
responsables no actuaron con diligencia e incumplieron la Ley 27444, Ley del
Procedimiento Administrativo General, y su propia Directiva para el funcionamiento de las sesiones del Consejo Directivo,
que dispone que las actas de cada sesión deban ser aprobadas y suscritas en la
siguiente sesión.
Todo indica que lo anterior no se habría cumplido y sería imposible de
regularizar dada la pérdida humana ocurrida. Esto significa no menos de catorce
(14) sesiones, cuyos acuerdos no fueron debidamente rubricados.
¿Sesiones virtuales?
Es más, según se comenta al interior de la entidad, los últimos 3 ó 4
meses, las sesiones fueron virtuales, ante la imposibilidad de Cárdenas
Bustíos, algunas veces, incluso, por estar internado, bajo tratamiento.
¿Es posible que una persona con salud altamente resquebrajada, pueda
leer los complicados textos de agendas remitidos con 48 horas de anticipación,
entenderlos coherentemente y tomar decisiones que no perjudiquen al país?
¿Y los responsables de
las actas no firmadas?
Pues, la propia Presidente Ejecutiva y el Secretario de Actas del
Consejo Directivo, el cuestionado abogado Jean Paul Calle Casusol, titular,
además, de la Gerencia de Asesoría Jurídica, según los dispositivos antes
mencionados. ¡Y se dice que éste último pretendería candidatear a la
presidencia del regulador!
Consecuencias a la
vista
Durante el 2016 se emitió una serie de resoluciones de Presidencia del
Consejo Directivo, supuestamente al amparo de acuerdos tomados en sesiones no
formalizadas (y probablemente, no formalizables), que podrían ser impugnadas
por los administrados, en tanto se vean afectados sus derechos, al no tener el
respaldo legal que éstas requieren. Entre otros probables perjuicios, temas
como la Línea 2, el Muelle Norte, la Autopista del Sol y demás.
Grave situación, quizás con responsabilidades penales, para un regulador
que ha sido manejado a "trancas y barrancas" como diría Bryce
Echenique, y que suma un desacierto más a los tantos ocurridos.
¿Y al OCI ya se le ocurrió ver este tema, o harán la del avestruz?
¿Qué espera el Primer Ministro para pedir la renuncia de Benavente? Ya
ocurrió con otros presidentes anteriores.
Faltan menos de seis meses para el término de su mandato, pero aún es
mucho el daño potencial por irregularidades como las descritas.