por Roberto Valdivia; robertovaldivia77@yahoo.com
7-12-2007
El día 27 de octubre del 2007 el sodálite de nombre Daniel Bernardo
Beltrán Murguía Ward (Samuel Bernardo Mujica Brown –una identidad
falsa-), alias "El Italiano", de 42 años de edad, fue capturado in
fraganti, por agentes de la comisaría de Alfonso Ugarte, en un acto de
pederastia con el niño V.O.C.H. de 11 años en la habitación Nº 8 del
Hostal Las Palmeras del jirón Carabaya Nº 1017 en Lima. El depravado
en mención tenía en su poder una cámara fotográfica, preservativos,
gel, un CD con filmaciones obscenas de menores y envoltorios de pasta
básica de cocaína.
El cuartelero del hostal, Lucio Alania Alcedo (21), también fue
detenido y puesto a disposición de la fiscalía de turno junto al
presunto integrante de una red internacional de pederastia, por el
delito de favorecimiento a la pornografía infantil. El niño fue
abordado en Miraflores por Beltrán Murguía, quien le había ofrecido
ver vídeos de Pokemón además de 70 soles. Al momento de la incursión
policial en el hostal el niño había sido despojado de su ropa y era
sujeto de una sesión de fotografía pornográfica. Denunció que Beltrán
Murguía le había practicado sexo oral.
La jerarquía del Sodalitium, informada de la captura y luego de
analizar la situación, emitió dos días después, el 29 de octubre del
2007, un comunicado a los medios de prensa de la capital certificando
la membresía del pederasta a la organización, expresando su "sorpresa"
por lo acontecido y anunciando la expulsión de Beltrán Murguía de la
institución religiosa en un aparente "severo" acto de sanción
pretendiendo dignificar su mellada imagen.
El presidente de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil,
Dimitri Senmache Artola, durante entrevista realizada por algunos
medios de comunicación, afirmó que dicho sujeto podría pasar mínimo 30
años de prisión, pues además de haber cometido el delito de
pornografía infantil, contemplado en el artículo 183A del código penal
peruano, practicó sexo oral con el menor y ello se traduce en
violación sexual de menor de edad, contemplado en el artículo 173 del
mismo código. "La ley 28704, aprobada en abril del año pasado,
modificó el artículo 173 del código penal peruano, el cual a la letra
indica que 'el que tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o
bucal... con un menor de edad, será reprimido con pena privativa de la
libertad no menor de 30 ni mayor de 35 años, cuando el menor tenga
entre 10 a 14 años", señaló Senmache.
La Ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Virginia Borra, pidió
cadena perpetua para el violador. Discretamente, algunas notas
periodísticas informaron que Beltrán Murguía Ward contaba con la
defensa de un oscuro abogado de nombre José Luís Pflucker Villanueva.
Eso fue casi todo lo que se publicó. Un sepulcral y vergonzoso
silencio protagonizó después la prensa nacional.
EL COMUNICADO
http://www.noticiasdelsodalicio.com/content/view/509/75/
El Sodalicio de Vida Cristiana a raíz de las dolorosas noticias que
involucran a un ex miembro desea comunicar lo siguiente:
1) Lamentamos profundamente la escandalosa y repudiable situación que
involucra al Sr. Daniel Beltrán Murguía. Haciéndonos eco de la voz del
Santo Padre, queremos declarar enfáticamente que no existe lugar en la
vida religiosa para personas de semejante conducta. Nuestra comunidad
tiene una clara y enérgica política frente a cualquier grave
inconducta o falta que atente contra la persona y su dignidad humana.
2) Como consecuencia de esta situación, hasta ahora totalmente
desconocida para nosotros, que consideramos completamente inaceptable,
y que ha sorprendido y golpeado dolorosamente a toda nuestra
comunidad, habiendo examinado la seriedad de la denuncia, queremos
comunicar que el Sr. Murguía ha sido INMEDIATAMENTE EXPULSADO de
nuestra institución.
3) Elevamos nuestra oración y expresamos nuestra solidaridad con las
víctimas de la inaceptable inconducta del Sr. Murguía y rezamos por su
arrepentimiento.
Lima, 29 de octubre, 2007
Oficina de Prensa
de la Región Perú
del Sodalicio de Vida Cristiana
Lo que implica esta captura para el Sodalitium es más demoledor que la
prematura muerte del delfín de Figari, Germán Doig. Afecta la esencia
misma de la doctrina de la secta, la confronta con su incoherencia y
sus contradicciones, la enfrenta ante lo irracional de su
fundamentalismo religioso, delata a la organización en su maquiavélica
realidad ante una sociedad perpleja, la desnuda radicalmente de su
hipócrita "santidad", le anula irrevocablemente la peligrosa licencia
que el sistema social y educativo peruano le había otorgado para
acercarse a nuestros hijos, la equipara especularmente a las mafias
pederastas más oscuras y manipuladoras de que se tengan conocimiento,
la aleja decididamente de un sector de la iglesia católica que con
honestidad intenta zafarse del espectro del abuso sexual de menores,
la desautoriza para seguir implementando la cínica Teología de la
Reconciliación en la vida religiosa nacional.
En suma, la captura de Daniel Bernardo Beltrán Murguía Ward
descalifica definitivamente al Sodalitium Christianae Vitae para
seguir ejerciendo el supuesto liderazgo doctrinario, moral y
espiritual del catolicismo en el Perú.
La captura de este depravado, a quien desesperada y apresuradamente
"expulsan" de la organización, no es lo que más la daña, sino
primordialmente la reveladora y manifiesta defensa legal que el
Sodalitium le da, otorgándole los servicios de uno de sus más cercanos
y conspicuos abogados: José Luís Pflucker Villanueva.
A la par de Sergio Tapia Tapia (el abogado filo-nazi y anti-derechos
humanos socio de Luis Fernando Figari en los inicios del Sodalitium),
José Luís Pflucker Villanueva es otro abogado que a lo largo de su
ejercicio profesional se ha especializado en la defensa de varios
personajes corruptos como Moisés Wolfenson, Alex Wolfenson, Laura
Bozzo y Luís Bedoya de Vivanco ("Tucancito") quienes durante el
período del ahora preso ex presidente Alberto Fujimori recibieron
dinero sucio del Servicio de Inteligencia Nacional, SIN, manejado por
Vladimiro Montesinos.
Pflucker Villanueva es miembro de Agenda Educativa, asociación creada
por la Universidad Sodálite San Pablo para la elaboración de proyectos
de desarrollo educativo; José Luís Pflucker Villanueva es el mismo
abogado que ha patrocinado a la Asociación Civil San Juan Bautista del
Sodalicio de Vida Cristiana para despojar ilegalmente de su hogar con
un pagaré falsificado a la familia de Fernando Gerdt Tudela; José Luís
Pflucker Villanueva es también el mismo abogado que ha inducido y
asesorado a jóvenes e incautos miembros del Sodalicio a denunciar a
sus propios progenitores solicitando garantías personales contra ellos
al Ministerio del Interior. En resumen, toda una joyita.
La utilización de fotografías pornográficas, condones y droga por
parte de un sodálite que tiene cerca de 20 años de vida religiosa
consagrada no puede ser de desconocimiento total dentro de una
organización célebre por su verticalidad, rigidez y disciplina; una
organización que ejerce un control absoluto sobre las actividades de
cada uno de sus integrantes.
A lo mínimo que estas evidencias pueden conducirnos es a sospechar que
el Sodalitium podría (1) ser parte de una red internacional de
pornografía y explotación infantil; (2) que lejos de practicar el
celibato el sexo protegido sería ejercido con toda impunidad,
seguridad y garantía al interior del grupo; y que, finalmente, (3) las
drogas serían un coadyuvante más para lograr un estado de
secta-dependencia y una condición de proxenetismo espiritual sobre los
seguidores de Figari. Esto, además de otras iniquidades, es lo que el
Sodalitium pretendería ocultar al interior del grupo con el concurso
de su abogado Pflucker.
Pero lo que el Sodalitium y Pflucker ya no pueden ocultar ahora es lo siguiente:
• Que hay una evidente e inequívoca presencia de pederastas al
interior del Sodalitium lo cual está confirmado por el contenido del
Comunicado de la propia organización.
• Que, aunque sus propias inconductas y abusos desnudan al Sodalitium,
sus dirigentes pretenden utilizar al Papa y a la Iglesia Católica para
dar una imagen de respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la
persona.
• Que para el Sodalitium la simulada "expulsión" del pederasta
solamente es una estratagema para librarse de responsabilidades
sociales y legales.
• Que el Sodalitium, lejos de deslindar con el pederasta Beltrán
Murguía y romper vínculos de membresía institucionales, en realidad no
lo abandona sino que le presta apoyo y defensa legal.
• Que Beltrán Murguía es un testigo clave, experto en informática y
con profundo conocimiento de las interioridades de la secta, lo cual
amerita una cuidadosa defensa, tanto del pederasta como de la
organización misma.
• Que, prestando el concurso de José Luís Pflucker Villanueva, el
Sodalitium expone su verdadero rostro y demuestra su identificación,
complicidad y solidaridad con los delincuentes y corruptos.
La sociedad peruana enfrenta a una organización fanática que ejerce el
autoritarismo, la discriminación, el racismo, la prepotencia, la
intolerancia, la mordaza contra los medios de comunicación, la
corrupción de autoridades, el desprecio y el descrédito para quienes
no piensan como ellos. Nos encontramos en un momento decisivo para la
investigación y el esclarecimiento de la verdad. Beltrán Murguía Ward
es la punta de la madeja.
Exhortamos a las víctimas del Sodalitium a que terminen con la
gigantesca farsa que ha montado esta secta y denuncien los abusos
internos y los atropellos contra la salud mental, las rupturas
familiares, la pornografía y la explotación infantil, el consumo de
drogas y la pederastia que hoy, en una reducida escala, nos han
explotado en la cara.
Mientras el Sodalitium protege a su pederasta, eleva sus oraciones y
expresa su solidaridad con Beltrán Murguía Ward, los medios de
comunicación nacionales, el Ministerio Público y el Poder Judicial
tienen la preciosa oportunidad de hacer prevalecer la justicia y la
verdad.