Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
17-4-2025
¡Ladrones de todas las sangres!
El raro privilegio inverso
de tener en Perú a ladrones a dedicación exclusiva, a tiempo completo, no
constituye una distinción que nos enorgullezca. Son ladrones de todas las
sangres, razas, tamaños, procedencias.
Tenemos malhechores,
rufianes y rateros habilísimos para saquear al Estado o desde el ámbito privado
al público. O para combinar dinámicas privado-estatales y al alimón desplumar
al prójimo.
¿Qué penas están
establecidas para con quienes enajenan la fe de los pueblos? ¿Cómo se castigan
a los que tuercen las leyes, las interpretan a su perverso gusto y hacen lo que
les viene en gana?
Un impecable comunicado de
la Sociedad Peruana de Derecho Internacional, advierte, con respecto a los
sucesos que involucran a la esposa de un ex presidente detenido y la embajada
del Brasil:
“2.- En el caso de la
señora Nadine Heredia de Humala, la sentencia condenatoria que le ha sido
impuesta es el resultado de un prolongado proceso judicial en el cual se han
observado todas las garantías básicas del debido proceso, y no existen
evidencias que permitan sostener que los magistrados emisores de la sentencia
habrían actuado bajo móviles políticos o que habrían sido influenciados antijurídicamente
por factores extraños.
3.- El Estado federal del
Brasil está sujeto a las obligaciones establecidas en la Convención de las
Naciones Unidas contra la Corrupción (2004), la Convención Interamericana
contra la Corrupción (1997), y el Compromiso de Lima “Gobernabilidad
Democrática frente a la Corrupción” (2018), todos los cuales ha suscrito,
instrumentos que refuerzan la imposibilidad jurídica de acceder a la solicitud
de asilo diplomático interpuesta por la señora Nadine Heredia de Humala.
4.- Adicionalmente,
existiendo ya una sentencia condenatoria contra ella emitida por la autoridad
judicial competente dentro del marco de un juicio de incuestionable licitud,
resulta constitucionalmente imposible que algún órgano del Ejecutivo peruano
pueda otorgar salvoconducto para que la señor Nadine Heredia de Humala salga
del territorio nacional y se sustraiga del mandato judicial imperativo.”
(15-4-2025)
Al momento presente,
jueves, la señora Humala salió del Perú con salvoconducto y le fue concedido por
Brasil, el asilo solicitado.
¡Si ni siquiera la más
alta autoridad peruana obedece los mandatos firmados por el Estado ¿no es un
vergonzoso escamoteo al derecho internacional en nuestro suelo mondo y lirondo?
La SPDI advirtió. La
circunstancia reprobable que Palacio no guardara ecuanimidad ni obediencia,
incurriendo en acciones condenables ¡es otra cosa!
¿No es un asunto asqueante
que todos los ex presidentes estén incursos en procesos de investigación por sospechas
de enriquecimiento ilícito, uñas largas y vocación delictiva inocultable? El
suicida, prefirió el pusilánime camino expeditivo de la autoeliminación para no
afrontar la consecuencia de hechos non sanctos.
¡En cuanto a depredar y
pervertir la vida diaria, los ladrones de todas las sangres, son parte
cancerosa del cuerpo social del país! Parásitos infecciosos exprimen a las
corporaciones sociales y las degradan hasta la saciedad.
Los analistas
superficiales, esos intelectuales de quiosco que leen folletos mal traducidos y
cobran por sus adefesios con precios altos, suelen atribuir la corrupción al
gobierno corrupto de Alberto Kenya Fujimori.
¡Craso error!
El primer signo de
corrupción, llamemos de mala fe, engaño y lesión mortal, fue el timo que le
hicieron a Atahualpa. Las promesas ibéricas se derrumbaron con la pena del
garrote a la que fue sometido el inca postrero. Por lo menos hay allí huella
indeleble de la falsía.
¿Qué gobierno ha
enjuiciado y penalizado los escándalos más estentóreos del anterior? ¿Y en los
municipios o gobiernos regionales? El pacto infame de la inocencia se negocia
sin vergüenza. Las pitanzas y piltrafas van a la prensa y los lectores que
anhelan “justicia”.
¿Cómo escarmentar a los
ladrones que hay en la administración pública? Los cargos los tienen de abuelos
a nietos y la gran mayoría se protege entre sí. El espíritu de cuerpo, válido
para las grandes empresas colectivas y sociales, es una coraza de impunidad y
hermandad en el delito y en el robo.
Además, debía descontarse
la reparación civil que el Estado imponga al mal servidor. El látigo moral ¡es mucho más efectivo que leyes dadas por
pandillas hábiles en buscar cortapisas y amenguar los castigos!
Cuando en Perú se logre escarmentar en sitios públicos a
los malos parlamentarios, pésimos diplomáticos, funcionarios ministeriales
antipatrióticos, periodistas venales y a sueldo de las gavillas o
transnacionales, y botarlos de restaurantes, cines, clubes o de lo que fuera,
entonces el país conseguirá una catarsis extraordinaria que mostrará ¡cómo se
repudia en Perú a los delincuentes!