Señal de
Alerta
por
Herbert Mujica Rojas
22-12-2015
OSITRAN: censuras, errores,
caprichos, ineficiencia
Hace unos
meses, cuando estaba en proceso la cuestionada licitación internacional para
seleccionar al supervisor de las obras de la línea 2 del Metro de Lima, cuyo
previsible ganador era y fue CESEL, Benavente anunció con bombos y platillos,
que William Bryson Butrica, trabajador casi fundador de OSITRAN, que asumiera
por encargatura el cargo de gerente general sin tener título profesional, se
haría jefe de lo que correspondiera al regulador sobre esta obra,
estableciéndose una remuneración por encima de sus pares, también Supervisores.
La semana
pasada Bryson Butrica anunció a Benavente su renuncia con el ánimo de
"buscar nuevos horizontes" y saliendo de su oficina, procedió a
formalizar lo conversado, presentando su dimisión irrevocable. Poco valieron
los argumentos de Benavente.
Se filtró
en el regulador que Bryson Butrica, débil de carácter, habría recibido
maltratos y ofensas verbales de parte de Benavente, que finalmente lograron hartarlo.
Se dice, además, que Chuquihuayta, habría formado parte de este coro de críticos.
Estaremos
atentos a la nominación del reemplazante.
“Faldona” al titularato
El
cuestionado Gerente de Administración, Manuel Guevara Soplín, anunció a Carla
Requena, a la sazón, la trabajadora más antigua y experimentada del área de
Logística y Compras, que su contrato no sería renovado el 31 de diciembre
próximo, dándole como justificación "falta de presupuesto". Sin
embargo, ya se sabe que sería reemplazada por Pamela Córdova, actual servidora
bajo la modalidad de Orden de Servicio, y que sería también de la orden
religiosa de Chuquihuayta. Al decir de los trabajadores de OSITRAN una
"faldona", por su estilo en el vestir.
A los
pocos días alguien alertó a la presidenta de lo que inconsultamente estaba
haciendo su gerente general, y le pidió justificar la no renovación del
contrato. Evidentemente, la intención de Benavente era la permanencia de
Requena, al conocer personalmente su trabajo pero Chuquihuayta consiguió su
objetivo. Extraña influencia del gerente general sobre la presidenta.
Pero, ¿cuál
sería la intención del cambio? Es obvio, la anunciada reemplazante Pamela Córdova, no
reúne los requisitos profesionales ni de experiencia de la desaforada.
Entonces, influir sobre ella, será mucho más fácil que sobre Requena, que no se
dejó imponer nada.
OSCE SUNAFIL ¿sirven para algo?
Para
poner una denuncia documentada en el OSCE hay que pagar una tasa que supera los
S/. 150. Así, el fraccionamiento incurrido en OSITRAN cuando se contrató dos
abogados para atender la misma denuncia penal, bajo el argumento de
"personalísimo", quedó sin conocimiento formal de dicha institución,
por no contarse con los recursos económicos para ello.
Por su
parte, la SUNAFIL sólo acepta denuncias de los directamente afectados. Es
decir, si un ciudadano conoce de la violación de leyes y normas que son
competencia de dicha institución y tiene documentación probatoria suficiente,
no podrá poner estos hechos en conocimiento de dicha entidad. Así, el perjuicio
en que se pudiera estar incurriendo sobre un grupo de trabajadores y el
perjuicio para el país por el no pago de los impuestos que pudiera
corresponder, quedan impunes. Tal es el caso, igualmente, de OSITRAN, que
mantiene contratados, por varios meses, a casi 100 personas a través de Órdenes
de Servicios, violando toda norma al respecto. Sin embargo, esto no puede ser
denunciado ante SUNAFIL por la absurda limitación de no ser el afectado
directo.
¿Así
luchan estas instituciones contra la corrupción?
Mordaza insólita
La
administración dio orden que el área de Sistema prohibiera el ingreso de
correos cuyo origen no sean de una entidad relacionada con el quehacer de
OSITRAN, es decir, entidades del Estado, concesionarios, supervisores y algunos
otras más.
La
"genialidad" de la presidente Patricia Benavente determina qué leen y
que no leen los trabajadores. Sin embargo, es ya sabido que lo que está en las
redes sociales es de acceso público y basta que uno de los trabajadores se
entere de la publicación de algo relacionado con OSITRAN, particularmente del
denunciado penalmente, gerente general, Obed Chuquihuayta, que se fuera de boca
en el caso del puente Topará, para que luego, fuera de la entidad accedan a su
lectura.
Vitocho censurado
La
paranoia ha ido en aumento y con ella la desconfianza que se vive en OSITRAN,
que ha significado despidos injustificados, desproporcionadas sanciones y
pérdida de cuadros profesionales de trayectoria impecable y por el contrario,
el ingreso desproporcionado de trabajadores sin la mayor experiencia ni
formación académica, adecuando el maltratado MDP al caso que se trate, casi
bajo el único requisito, no escrito, que profesen la fe de Chuquihuayta, con lo
cual se aseguran la confianza del personal (o eso creen), pero, por supuesto,
nunca el nivel profesional adecuado, en perjuicio del accionar del regulador.
Es en ese
contexto, que el viernes pasado el Resumen Periodístico que elabora la
rimbombante Oficina de Comunicación Corporativa, no incluyó el importante
artículo que publicó el congresista Víctor Andrés García Belaúnde, en El Comercio,
intitulado "Un Nido de Cóndores", seguramente porque deja mal parado
a OSITRAN y a la actual gestión, en lo que pudiera corresponderle de
responsabilidad porque el país no cuente con una segunda pista de aterrizaje y
despegue en nuestro principal aeropuerto, el Jorge Chávez.
Nadie
comprende entonces, cómo es que este aeropuerto, que tiene a su cargo el
concesionario LAP, haya ganado sucesivos premios internacionales, cuando es notoriamente
ineficiente por no poder manejar la sobrecarga existente, que ahuyenta a las
principales líneas aéreas, por los altos costos que significa operar en dicha
infraestructura.