Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
22-11-2017
Psicosocial: ¿pelea
entre alanistas?
Dice el congresista Mulder
que a él le interesa la opinión pública en torno a su proyecto oportunista
sobre publicidad del Estado en medios informativos privados. El legiferante del
Castillo retruca y sostiene que está en contra. A nadie es ajeno que el primero
es alanista del cogollo directo y el segundo es alanista de oposición.
Al señor Alan García Pérez
conviene ¡cómo no! que se diluya o esfume, por cualquier forma o vía, camino
que usan los inescrupulosos genéticos, la confirmación que hizo Marcelo
Odebrecht refiriéndose a las siglas AG y que don Alan cuando presidente alentó
a los brasileros (una sola empresa), a troche y moche, a hacer obras y
negocios.
Por tanto, los alanistas del
cogollo y los alanistas de oposición, unidos en un frente de conveniencia mutua
(sin Alan García vigente, son absolutamente nada), juntan esfuerzos y amalgaman
la ofensiva mediática que dé respiro, “distraiga” a la opinión pública y llene
a los medios televisivos, radiales y escritos de entrevistas, audiciones y titulares,
respectivamente.
No deja de ser aberrante la
colaboración de los medios patentizada en la cobertura que brindan a este psicosocial
que sigue ¡exactamente! los guiones que hiciera el delincuente Vladimiro
Montesinos como parte de su vida y negocios cotidianos.
¿De qué trata un psicosocial?
¡De estupidizar embutiendo mentiras que pasan como verdades barnizadas por
supuestas causas como, verbi gracia, la libertad de prensa y contratación y
expectativa de los mercados para la publicidad!
¿Son diferentes los alanistas
del cogollo de los alanistas de oposición? El vértice es común e inequívoco: el
Sr. -6%. Faltando aquél, los alanistas de todo pelaje son algo menos que cero,
su carisma es inverso y su posibilidad de seguir eternizándose en la silla congresal,
nulo. Son los intereses, no los principios.
Como a los llamados políticos
gusta ser legisladores, alcaldes o gobernadores regionales por largos períodos
(nadie paga con más puntualidad que el Estado) y, además, hay pingues
oportunidades de negocios (intermediaciones, tarjetas de recomendación,
gestiones oficiosas, en buena cuenta nichos rentables) que maduran en el
tiempo, aseguran diplomas de felicitación, ceremonias de auto-bombo y la
idiotez se masifica porque el acriticismo es regla y no excepción.
¡No extrañe que en apenas
semanas más, los alanistas del cogollo y los de oposición, estén juntos y
apelmazados, como un puño derecho, votando para echar al Fiscal de la Nación,
Pablo Sánchez! La alianza alan-fujimorismo es más fuerte que cualquier nobleza
porque aquí no hay decencia, sino solo intereses. ¿Se necesita más
demostración?
¡Y pensar que hay tontos y
bobalicones que dedican su tiempo a parapetos de defensa a la libertad de
prensa que no es otra cosa que el cheque en blanco para que los dueños hagan lo
que mejor les venga en gana! La libertad es para la literatura, en Perú de pura
fantasía.
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