Sunday, October 17, 2010

Bartolomé Herrera y la abolición de la esclavitud



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Date: 2010/10/17
Subject: Chimu - Bartolomé Herrera y la abolición de la esclavitud
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Bartolomé Herrera y la abolición de la esclavitud

 

Reivindicando su nombre I

 

por Juan Carlos Herrera Tello; jcherrerat@yahoo.com

http://www.voltairenet.org/article167324.html

 

 

El 17 de junio último se presentó en el Colegio de Abogados de Lima una excelente compilación realizada por el Dr. Fernán Altuve – Febres Lores, titulada "Bartolomé Herrera y su Tiempo", destacando temas constitucionales, educativos, pastorales y obviamente políticos.

 

El tema que me despejó muchas interrogantes es el escrito por Domingo García Belaunde sobre una traducción realizada por Herrera de Pinheiro Ferreyra en 1848 del cual poseo un ejemplar de la segunda edición que no lleva fecha. Pero en ninguno de los variados estudios de la compilación realizada por el Dr. Altuve se escribe en torno al legado de Herrera en referencia a la esclavitud y su actuación en la Convención Fluvial de 1851 como Ministro de Relaciones Exteriores.

 

En el presente trataremos sobre su pensamiento y las pruebas que existen de él, respecto de la entonces institución jurídica de la esclavitud, después que hace algunos años haya sido puesto en entredicho el pensamiento de Herrera en este asunto tan enojoso heredado de la colonia, por la entonces naciente república peruana.

 

En el año 2004, fue publicado por el Fondo Editorial del Congreso de la República el texto "El Decreto de Huancayo, La Abolición de la Esclavitud en el Perú, 3 de Diciembre de 1854" cuya autoría pertenece a Jean Pierre Tardieu, doctor en Historia, profesor en Civilización Hispanoamericana de la Universidad Saint – Denis de la Réunion en Francia.

 

La presentación del texto la hizo el entonces Presidente del Congreso, el Dr. Antero Flores Araoz Esparza estableciendo que el texto de Tardieu "constituye el más documentado estudio acerca del decreto de manumisión general de los esclavos" y finaliza diciendo que "el Fondo Editorial publica como contribución de la Representación Nacional a la celebración del Sesquicentenario de la Abolición de la Esclavitud".

 

El Prologo de la obra de Tardieu la escribe la Congresista Martha Moyano Delgado, quien califica a la obra como "exhaustiva", añadiendo que el autor "Repasa minuciosamente el proceso que culmina con la abolición" y "se destaca por su amplio acervo documental ".

 

Después de esta presentación que con buenos augurios nuestros padres de la patria, llenan de cumplidos al Doctor en Historia venido de Francia y que parece tener antipatía por los conservadores y más aun por el clero, interpreta a su manera con innegable sesgo político y desnaturaliza la obra precursora de Bartolomé Herrera, uno de los más influyentes pensadores peruanos, símbolo de la educación y sinónimo de la polémica política de su tiempo.

 

Jean Pierre Tardieu usa a Manuel Labarthe Gonzales para atacar a Herrera pretendiendo hacerlo pasar por un esclavista consumado y para ello nos lo presenta así: "Sin embargo, no podemos pasar por alto la actuación de un ministro en materia de esclavitud. Se trata de Bartolomé Herrera uno de los representantes del sector autoritario" (pág. 115).

 

No sabíamos que en el Perú hubo un Ministerio de Esclavitud, y menos aun que alguna vez este haya sido administrado por un sacerdote del sector autoritario; lo que si conocemos es que Herrera fue Ministro de Justicia, Instrucción, Culto y Relaciones Exteriores, como se denominaba entonces aquel portafolio, y la de Gobierno, Policía y Obras Públicas, durante el gobierno de José Rufino Echenique.

 

Tardieu no termina con Herrera en su comentario, sino que le añade posturas hipócritas del pensador peruano y lo presenta: "Como Ministro de Echenique denunció en el Congreso la Internación de esclavos. Dicha sea la verdad esta generosidad tenía sus límites en la medida que no se atacaba el parapeto detrás del cual se protegían los esclavistas, a saber, el principio de propiedad como subraya Manuel Labarthe quien cita sus palabras:"

 

Antes de transcribir a Labarthe versión Tardieu, es necesario establecer la incuria y el falso usado por el francés contra Bartolomé Herrera; simplemente por ser conservador, y su parcialización a las tesis liberales respecto a la esclavitud que ocurría en nuestro país. Tardieu posiblemente anticlerical, y excesivamente liberal con odios viscerales contra los conservadores deja de lado la pluma del historiador, para que salga solamente el político parcializado.

 

Tardieu transcribe a Labarthe de un texto que este último cercenó para su trabajo y sin tomar en cuenta lo dicho por el citado, Tardieu saca de contexto lo establecido por el pensamiento de Herrera distorsionándolo así: "Si al constituirnos en nación independiente estamos obligados a respetar el derecho de propiedad, aceptando como un hecho consumado la esclavitud que sufren los africanos ya importados, no debemos permitir que el abuso de esclavizar hombres continúe. El Perú no puede permanecer indiferente por mas tiempo en medio de la reprobación con que el mundo civilizado quiere extirpar el enorme crimen de comprar y vender hombres" (pág. 116).

 

Según el Doctor Tardieu la cita se encuentra en las páginas 20 y 21 del Texto "Castilla y la Abolición de la Esclavitud" de Manuel Labarthe. Este en realidad es la segunda separata de la Revista editada por el Instituto Libertador Ramón Castilla en 1955 muy raro de conseguir, pero se encuentra en el archivo Porras, de la Biblioteca Nacional, al cual su entonces Directora la Lic. Nancy Herrera Cadillo me permitió el acceso a su lectura.

 

La sorpresa es que Manuel Labarthe, muy por el contrario de lo dicho y calificado por Tardieu ubica a Herrera como uno de los anti esclavistas y lo presenta así:

 

"En realidad la campaña anti esclavista la realizaron los liberales. Ellos ganaron los espíritus a favor de la liberación de los esclavos… En la misma forma a pesar de su mentalidad autoritaria y conservadora, Bartolomé Herrera siendo Ministro de Gobierno en 1851 solicitó al Congreso la dación de una ley que declarase delito de piratería el comercio de negros esclavos. Admitía la institución de la esclavitud como un reflejo del derecho de propiedad pero combatía el tráfico marítimo de esclavos africanos. Sin embargo poderosos intereses impidieron que el Congreso dictase la ley correspondiente". (pág. 20 y 21)  

 

Donde está el Ministro en Esclavitud? Donde está el protector de los esclavistas? que Tardieu moteja a Bartolomé Herrera, usando un texto que dice todo lo contrario. Lo transcrito por Tardieu de la obra de Labarthe es cierto, pero esta se encuentra recortada así como también el orden de las ideas plasmadas por Herrera se encuentra totalmente cambiado en el texto de Tardieu.

 

Queda si, algo no muy claro que Labarthe propone, ya que Herrera condenaba la compra - venta de hombres, pero mantenía la institución de la esclavitud. Pues Labarthe se equivocó a diferencia de Jean Pierre Tardieu, que no solo no investigó sino que además tergiversó a propósito a Labarthe para encumbrar una posición política personal.

 

El Archivo General del Congreso de la República es una enorme caja de sorpresas. Al momento de realizar mis investigaciones sobre la Convención Fluvial de 1851, revisando una serie de papeles de la época en la cual Herrera era Ministro de Echenique, encuentro la carta de éste dirigida al Presidente del Congreso, (la cual guardo una copia digitalizada) en donde deja muy en claro su pensamiento en torno a la esclavitud, la carta dice:

 

Lima, 17 de setiembre de 1851

 

Señor Secretario de la Cámara De Diputados:

 

La Legación inglesa se ha dirigido repetidas veces al gobierno manifestándole los vivos deseos que animan al suyo de que se expida en el Perú una ley que declare delito de piratería el tráfico de esclavos africanos. Se ha fundado para esto en las leyes de la humanidad y la civilización que reprueban ese tráfico, y de la condenación expresa que de él han hecho las grandes naciones como la Gran Bretaña, los Estados Unidos de América, la Rusia, la Confederación Germánica y otros muchos estados que han expedido leyes que reprueban y prohíben el tráfico de esclavos. Las traducciones de esas leyes que han sido remitidas al Ministerio por la Legación van adjuntas a esta carta.

 

            El Gobierno juzga que no es posible que el Perú permanezca por más tiempo indiferente en medio de la reprobación con que el mundo civilizado quiere extirpar ya el enorme crimen de comprar y vender hombres. Si al constituirse el Perú en nación independiente estaba obligado a respetar el derecho de propiedad aceptando como un hecho consumado la esclavitud que sufrían los africanos ya importados, no debía permitir que el abuso de esclavizar a hombres continuare y en efecto quedó condenado en artículo expreso en las constituciones de 823, 828 y 834 como contrario a nuestro sistema político y a los verdaderos intereses del Estado y de la cristiandad: pero habiéndose suprimido el expresado artículo en la constitución actual el gobierno se ve en la necesidad de dirigirse al Congreso a fin de que se sirva tomar en consideración este grave asunto y dar una ley que declare piratería el horrible comercio de negros e imponga en los que en él se ocupen las penas que están señaladas en ese crimen.

 

Dios que U. G.

           

Bartolomé Herrera  

 

Lo que Labarthe equivoca es que Bartolomé Herrera escribe como un asunto de derecho que tuvo que admitir el Perú por las constituciones de 1823, 1828 y 1834 y que no obstante ello, la esclavitud es contraria al sistema político republicano que tiene el Perú y que el inicio para abolir la esclavitud era en primer término declarar como piratería el comercio de esclavos que aun se daba; Labarthe por ello termina en su cita que hubieron intereses que no permitieron que esta ley anti piratería se dé por factores de poderosos intereses. Del mismo modo Labarthe que probablemente si tuvo a la vista la carta de Herrera lo propone como uno de los precursores de la abolición de la esclavitud,

 

Y Jean Pierre Tardieu, que con visceral resentimiento endilga a Herrera conductas que no son propias de él, e intenta con falsedades destruir su persona usando a un peruano, tergiversando sus palabras para prevalecer el pensamiento liberal y los propios y concluir que Herrera además de conservador no tenía escrúpulos para convencer a los legisladores, deja mucho que desear el resto de su investigación.

 

Guardo mucha simpatía por Francia y el legado que ha dado a la humanidad, así mismo tenemos a muchos de sus nacionales viviendo en nuestro país a los que acogemos agradecidos, y recordando siempre a un francés epónimo como Pradiere Foderé quien abrazó la causa del Perú en sus peores momentos y prestó a esta su patria adoptiva grandes servicios denunciando su desgracia en Europa cuando se nos invadió. Hoy tenemos a Tardieu que no obstante sus pergaminos ha denostado contra uno de los personajes más ilustres de nuestro país y como peruanos merecemos respeto, para lo cual no debemos dejarnos influenciar por personajes que por odios y posiciones políticas desmerecen la verdad histórica y hacen entrar en error a nuestras propias autoridades que sorprendidas avalan con su representación textos como el del señor Tardieu, quien nos debe una disculpa y además el compromiso de revisar su inexacto texto.

 

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Actividad reciente:
CHIMÚ, LISTA CULTURAL ALREDEDOR DEL MUNDO



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Perú: dos siglos que nos acusan, interpelan y señalan

Perú: dos siglos que nos acusan, interpelan y señalan
por Alfonso López Chau; alopezch@uni.edu.pe
http://www.voltairenet.org/article167317.html

13-10-2010

Señor Director del Museo-casa Grau
Señor Presidente de la Sociedad de Ingenieros del Perú
Señor Contralmirante Hugo Ramírez Canaval
Señor Doctor Vicente Ugarte del Pino

Estimados amigos:

Las brillantes exposiciones del Contralmirante Hugo Ramírez y del doctor Vicente Ugarte del Pino me excusan de tener que referirme a temas y aspectos imposibles de superar. Quizás entonces deba concentrarme en los aspectos económicos de la conferencia y en el mandato político que los hombres de hoy tenemos con el Perú del presente y del futuro.

Una Nación Competitiva en lo Económico

Nuestras cuentas macroeconómicas son estables. Somos el primer productor mundial de plata, el primer productor mundial de harina de pescado, el segundo productor mundial de cobre, el segundo productor de zinc. Nuestro producto interno bruto ascendía en el 2000 a 53,377 millones de dólares, hoy en el primer semestre del 2010, asciende a 141,414 millones de dólares. La deuda pública neta ascendía a 37%del PIB, hoy solo asciende a 12.6% del PIB. Las exportaciones totales llegaban a 7,000 millones de dólares en el 2000, hoy llegan a más de 31.000 millones de dólares. La inversión directa extranjera solo ascendía a 810 millones de dólares en el 2000. Hoy, en el primer semestre del 2010 llega a 5,400 millones de dólares.

Nuestras reservas internacionales netas, sólo llegaban a 8,180 millones de dólares en el 2000, hoy, al 7 de octubre del 2010, ascienden a 43 mil, millones de dólares.

La inflación promedio durante el periodo 2001-2009, es de 2.2%. Durante el periodo que va del 2001 al 2010, el Perú creció más que Brasil, más que Argentina más que Chile. El Perú en esta década ha crecido más que todos los países de América Latina. Nos sentimos orgullosos de nuestra gastronomía, de nuestro Premio Nobel.

Somos el primer productor mundial de espárragos, el segundo de páprika, el 4to productor mundial de mangos, el 3ro de alcachofas y el 4to productor mundial de palta.

El crecimiento de lo que se conoce como la vanguardia agroexportadora (espárragos, paprika, mangos, alcachofas, paltas y uvas), ha sido espectacular.

Todo, todo esto, está muy bien. Pero, debemos recordar que éramos el primer productor mundial de guano y de salitre, que no aprovechamos la bonanza. Recordemos que Jorge Basadre dijo, que esa fue una prosperidad falaz, y por falaz, estuvo en el antecedente de nuestra derrota momentánea. Momentánea porque en el tiempo de la historia. En el tiempo de Dios, todo es momentáneo.

Recordemos, relativicemos y aprovechemos los éxitos de hoy, para avanzar. Recordemos que las exportaciones de cobre, oro, zinc y las remesas, suman el 60% de nuestras exportaciones totales y que esos minerales no nos van a durar siempre. Recordemos también que las remesas, es decir los dólares que envían los peruanos que salieron a trabajar a España, Estados Unidos, Chile o Argentina, representan un monto mayor, mucho mayor que la páprika, que los espárragos, que los mangos.

Las remesas de los peruanos que salieron en busca de empleo superan en monto, a toda la vanguardia agroexportadora junta.

Recordemos que si bien somos el primer productor mundial de plata, sólo exportamos el 1% con valor agregado.

Esto debe ser mejorado, esto debe ser corregido, esto debe ser cambiado ¿Cómo corregirlo?: en el campo del comercio internacional, sujetándonos a dos principios, sobre todo con los vecinos: equidad en el comercio y ganancias estratégicas compartidas. ¿Cómo corregirlo?: poniendo el cerebro, la inteligencia de los peruanos en cada cosa que produzcamos, en cada bien que exportemos de manera creciente a todas partes del mundo. Si lo hacemos, estaremos haciendo innovación tecnológica, si lo hacemos estaremos generando valor agregado, y si generamos de modo creciente valor agregado, seremos competitivos, y si somos competitivos, nos estaremos industrializando; y si nos industrializamos, nos estaremos desarrollando y si nos desarrollamos estaremos siendo contundentemente disuasivos. Estaremos ocupando un lugar digno en el concierto mundial de las naciones.

Una Nación Competitiva en lo Político

Permítame primero decirles lo que debemos superar, lo que debemos evitar en el campo político. Lo que no se debe volver a repetir:

Imaginemos, aunque sea por un instante, un lugar, un lugar físico que refleje de manera objetiva la historia de la clase política. La historia del poder en el Perú: imaginemos ahora que ese lugar físico es el Palacio de Gobierno. y veremos que en él o por él; Castilla dejó como sucesor a José Rufino Echenique. La intransigencia posterior de Echenique frente a los seguidores de Manuel Ignacio de Vivanco -derrocado anteriormente por Castilla- desembocó en guerras civiles que ensangrentaron al país. Volvió Castilla aliándose con los vivanquistas y nombró como sucesor a Miguel de San Román.

Echenique se enfrentó a Castilla para pactar con él posteriormente durante el gobierno de Juan Antonio Pezet, cuando Castilla ejerció la presidencia del Senado y Echenique la de la Cámara de Diputados. Mariano Ignacio Prado venció a Pezet con la ayuda del coronel José balta. Más adelante, Balta derrocó a Mariano Ignacio Prado. Balta fue asesinado en 1872, siete años antes de la guerra entre Perú y Chile. Después vino la presidencia de Manuel Pardo. Piérola -"el califa"– se sublevó contra Pardo. El Congreso de Pardo declaró traidor a Piérola cinco años antes de la guerra con Chile, y Mariano Ignacio Prado volvió a la presidencia. Abandonó el país en momentos dolorosos. Dos años antes de la guerra de 1879, Manuel Pardo y Manuel Ignacio Prado entablaron una de las luchas políticas más violentas de la historia peruana. el 16 de noviembre de 1878, cinco meses antes de la conflagración, Pardo fue asesinado. Cáceres y Piérola se enfrentaron posteriormente. Leguía asumió poderes dictatoriales. Sánchez Cerro derrocó a Leguía. Vinieron después Benavides y Manuel Prado. Odría derrocó a Bustamante, Pérez Godoy a Prado, Lindley a Pérez Godoy, Velasco a Belaúnde y Morales Bermúdez a Velasco. Vinieron luego Belaunde, Alan García y Fujimori. El gobierno de transición de Valentín Paniagua, Toledo y Alan García y aquí estamos. Con esta historia que algunos califican de intrigas y traiciones, son dos siglos que nos acusan, que nos interpelan, que nos señalan.

Para superar esta historia, el sistema político debe ser uno que provea líderes, porque necesitamos líderes como el agua. Necesitamos un sistema de partidos que no tenemos. Necesitamos un sistema de tres grandes partidos. Necesitamos partidos institucionalizados que no tenemos.

De otro lado, necesitamos realizar el balance del proceso de descentralización y regionalización. No es posible que se dilapiden los dineros de la nación en monumentos al árbitro, al lagarto y a la ojota. Necesitamos una regionalización libre para afirmar la grandeza y unidad de la nación peruana. Libre para acrecentar el poder exportador del Perú. Libre para acrecentar el valor agregado. Libre para desarrollar y potenciar la ciencia, la tecnología y la innovación tecnológica de los peruanos.

Una Nación Competitiva en lo militar

El contralmirante Hugo Ramírez Canaval ya ha abordado de manera inmejorable el tema, de modo que solo insistiré en algunas breves anotaciones.

Ser competitivos en lo militar significa ser disuasivos; pero el concepto de competitividad supone y abarca a la disuasión. Disuadir es desalentar a alguien a robar, a agredir, a invadir, porque el costo de intentarlo es mayor. La competitividad, en cambio en el campo militar, no está restringida a los bienes materiales, a las armas quiero decir. Está referida también al personal, al ser humano, al soldado y al general, al marinero y al almirante, al aviador y al comandante general.

En este campo son públicos los reclamos y la protesta de la familia militar, a tal punto que un respetado columnista del diario El Comercio, Hugo Guerra, se preguntaba, si acaso, "todo este maltrato a las FF.AA obedece a una cuestión ideológica, incomprensión de roles, odio, incompetencia o intereses ocultos".

En este campo nunca es poca la reiteración: nadie debe olvidar que toda indiferencia a los esfuerzos de defensa termina por afectar estratégicamente a todo esfuerzo para preservar la paz. Baste sólo recordar el sentido reclamo del almirante cuando en medio de premios y condecoraciones se preguntaba con firmeza, parecía decirse, está bien, pero díganme ahora: ¿cuándo llegan las granadas Palliser para mi buque?, el almirante preguntaba por los instrumentos, para defender, para servir.

Todo lo anterior, sin embargo, no son sino cifras, fechas y demandas. Una nación sin mística, sin avivamiento, sin fe, sin ideales, corre el riesgo de convertirse en una continuidad sin alma.

Para que eso no sea así, Manuel González Prada señalaba que hay épocas en que todo un pueblo se personifica en un solo individuo: Grecia en Alejandro, Roma en César, Francia en Napoleón. El Perú de 1879, el Perú de hoy, y el Perú del futuro se personifican en Grau. Qué mejor prueba de ello que esta misma ceremonia realizada en esta casa, en la casa Grau. Aquí, como todos los hombres, en sus respectivos hogares, el rió, se alegró, tuvo sueños y presagios estremecedores, aquí vivió durante 12 años y de aquí partió para la guerra. Cada pared, cada recodo, está impregnada de su espíritu, cuánta razón tuvo, entonces, Víctor Andrés Belaúnde cuando sentenció: "los muertos mandan, los muertos mandan siempre. Hay que conocerlos. Y cuando se los conoce nos gobiernan por sus ideales, por su espíritu, por su ejemplo".

Conclusión

Y es que cuando una clase política, cuando una clase dirigente, cuando los líderes son degeneradores, hay poca esperanza, o casi no la hay. En cambio cuando la clase política, es regeneradora hay esperanza, porque su ejemplo impregna más temprano que tarde, a todo el tejido social.

El espíritu de Grau reclama. Reclama porque necesitamos a los mejores regidores y alcaldes, a los mejores maestros e ingenieros, a los mejores médicos, a los mejores artistas e intelectuales, a los mejores periodistas, a los mejores dirigentes gremiales y a los mejores empresarios. A los mejores sacerdotes y pastores, a los mejores oficiales y soldados, a los mejores legisladores, y a los mejores hombres de Estado. Necesitamos a la mejor clase dirigente del mundo. Pero ¿por qué los necesitamos?

Los necesitamos porque ciudadanos fuertes hacen sociedades fuertes, sociedades fuertes hacen mercados fuertes. Y ciudadanos, sociedades y mercados fuertes hacen una economía fuerte. y ciudadanos, sociedades, mercados y economías fuertes hacen Estados fuertes.

Y ciudadanos, sociedades, mercados, economías y Estados fuertes hacen una nación fuerte. Junte usted los extremos, y tendrán el secreto del desarrollo. El tamaño y la grandeza de una nación, será del tamaño y la grandeza del corazón de cada uno de sus ciudadanos. La primera medida empieza entonces por ganar la mente, ganar los corazones por empeñarnos en una cruzada cultural, por los sueños de progreso, porque la política de altas cumbres es cultura. Y no lo olvidemos: la cultura es política de espíritu. Ganemos primero los espíritus, para pasar luego a la prédica, a la acción.

Si se nos pidiera sintetizar en dos frases o en pocas palabras lo que Grau nos demandaría hoy, seguramente cada uno de nosotros tendría sus propias respuestas. Permítanme el riesgo de exponer las mías. Creo que solamente nos reclamaría dos cosas:

• Conquistar los mercados del mundo.
• Y educar a los hombres capaces de realizarlo.

Se trata entonces, de una causa, de un programa y de los líderes y los hombres capaces de conseguirlo. Porque para conquistar los mercados del mundo, se requiere que el obrero que confecciona y el empresario que proyecta, sienta que cuando sale del Perú cualquier producto que exportamos, no sólo sale una mercancía, sale también el Perú, porque cuando educamos en el aula no se imparte sólo un conocimiento más, es un peldaño más del futuro del Perú.

Porque la seguridad y la paz social influyen igualmente en la competitividad sistémica de la nación, porque la vigencia de las instituciones y la existencia de un sistema de partidos políticos institucionalizados fortalece la competitividad sistémica de la nación peruana. Porque cuando nos esforzamos en la ciencia, en las artes y en el deporte estamos construyendo y fortaleciendo la nación peruana.

Hoy estamos en otro plano, en otra época, en otra realidad, pero creo que nos anima el mismo propósito, el mismo espíritu, el mismo ideal. Hoy el combate es diferente, pero debemos seguir combatiendo, como continúa combatiendo el padre, así los hijos tengan más de 30 años.

Hoy debemos combatir, en el aula, en el sindicato, en la empresa, en el estudio de abogados, en la posta de salud, en la Costa, en la Sierra, en la Selva, en las comunidades, en las regiones, en las redacciones, en los gobiernos locales, en la fábrica y en el campo. Hoy debemos seguir combatiendo en todos los campos, para conquistar los mercados del mundo. Si conquistamos los mercados del mundo seremos una potencia industrial, seremos una nación grande y próspera, seremos una nación de justicia. Seremos una potencia espiritual, seremos una potencia económica, seremos una potencia democrática. Y, por supuesto, seremos también una potencia disuasiva.

El espíritu de Grau, nos exige victorias, victorias empresariales, victorias artísticas, victorias deportivas. E incluso, victorias militares cuando alguien pretenda robarnos un metro de nuestra casa.

Se nos exige no tener miedo a ser grandes. Se nos exige construir una nación de victorias. Para conseguirlo, así como para los creyentes todos somos iglesia. Porque todos debemos ser Pedro, afirmación que nace del propio pescador de Galilea cuando afirma "también ustedes son como piedras vivas, sobre las cuales se está edificando una casa espiritual". Así también, hoy el mejor homenaje al almirante, pasa porque todos nos sintamos Grau, pasa por acercarnos a su ejemplo. Hoy el mejor homenaje al almirante, es seguir su ejemplo: el primero de ellos es que los hombres de honor, sólo aspiran, sólo deben aspirar al poder sea cual sea el lugar de éste, si es solo para servir y hacer el bien. Pasa porque no olvidemos lo que dice el salmo, "que la justicia engrandece a las naciones" los muertos mandan dijo Víctor Andrés Belaunde. ¡Los muertos mandan siempre!, volvió a decir.

Mandan porque "no son muertos los que en dulce calma de la paz disfrutan en la tumba fría, muertos son los que tienen muerta el alma pero viven todavía". Hoy como ayer, que cada quién adecúe el ejemplo según sus circunstancias. Según las circunstancias del Perú: no olvidemos jamás que en medio de los halagos, este hombre del Perú sólo se preguntaba ¿dónde están las granadas Palliser para mi buque?

¿Cuáles son las granadas Palliser de nuestro tiempo, cuáles son su equivalente hoy? ¡Que cada quien se responda en su propia intimidad!

En nuestro corazón, preguntémonos por el Perú: ¿Dónde están las granadas Palliser de nuestro buque, del buque de nuestra vida, de nuestra familia? ¿Dónde están hoy ¡por Dios! las granadas Palliser del gran buque del Perú?

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