Thursday, February 06, 2020

¿Fujimorización en Palacio?*


¿Fujimorización en Palacio?*
por Herbert Mujica Rojas; hcmujica@gmail.com

11-3-2013

N de R. 6-2-2020, el embajador Francisco Tenya Hasegawa, tal como puede leerse en el documento de El Peruano, adjunto, fue nombrado hace pocos días, Secretario General del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, es decir, es la novísima mano todopoderosa en Cancillería. El titular de varios años atrás es pertinente y juzgue usted de qué se trata y de quiénes la mano potente que pierde el respaldo en las urnas.

Con la excepción informativa de La República, la semana que pasó, tan plena en sucesos múltiples, casi pasó desapercibida una noticia que debiera llamar a señal de alerta a los miles de "analistas", "politólogos", "estrategas", "internacionalistas" y demás "istas" que crecen debajo de cada piedra en Perú: la incorporación del hoy ministro consejero Francisco Tenya Hasegawa, a la Secretaría General de Palacio de Gobierno. Pertinente la pregunta: ¿fujimorización en Palacio?

En artículo pionero y siempre polémico, el doctor Guillermo Olivera Díaz ha dicho en Tenya Hasegawa arregla en Palacio indulto a Fujimori http://www.voltairenet.org/article1... lo siguiente:

"El nisei Francisco Tenya Hasegawa, antiguo servidor de Alberto Fujimori en Palacio de Gobierno en los años 90, y añejo colaborador durante 8 años del fugitivo y con mandato de detención, Víctor Aritomi Shinto, cuñado de Fujmori, financista suyo y tío de Keiko, en la embajada de Perú en Japón, acaba de ser destacado formalmente, por escrito, como Secretario General de Palacio de Gobierno, es decir, de Ollanta Humala y de Nadine, los gobernantes de la “gran transformación”.

¿Cómo pudo el reo Alberto Fujimori acceder a Palacio de Gobierno, poniendo un secretario de su absoluta confianza, sirviente suyo por varios años?

¿Acaso un aliado del ex presidente Fujimori, siendo actual secretario de Ollanta Humala, podría “trabajar” en Palacio contra el indulto de su jefe y abortarlo, o más bien redondear el pago de 50 millones de dólares, o un poco más, como trueque por esa gracia no graceja?".
El reo que vive en hotel cinco estrellas, pagado por el dinero de los peruanos, acaba de colocar un alfil en el corazón mismo del gobierno del señor Humala Tasso. Leamos una crónica antigua, con alguna vigencia hoy, y que narra pasajes reveladores de estos personajes hoy reciclados. (hmr)

Torre Tagle: ¿ya se rindieron cuentas? http://es.groups.yahoo.com/group/ga... 17-12-2000
¿Alguien sabe de la rendición de cuentas de Víctor Aritomi Shinto, ex-embajador peruano y cuñado del prófugo Fujimori, en el Japón acerca de sus largos 9 años de "gestión"? En realidad, ¿ya se le pasó por la inspectoría de gestión por bienes y servicios? Si es así, la opinión pública demanda conocer cuáles los destinos de los cuantiosos fondos remesados desde Lima a Tokio y si no ha sido así, entonces ¿es tan poderosa la mafia enquistada en la Cancillería que es imposible agarrar del pescuezo al susodicho y exigirle relación detallada de los múltiples negocios que llevó a cabo desde el salón de recepciones de la embajada a la que convirtió en un depósito de sus mercaderías? ¿Qué ha hecho sobre el particular el primer ministro y canciller Javier Pérez de Cuéllar?

Aritomi, el cuñadísimo, gozó de un sueldo mensual de US$ 40,000 (cuarenta mil dólares americanos) y la embajada tuvo una partida cada 30 días, de US$ 60,000 (sesenta mil dólares americanos) y en esta casa no se hacía ningún tipo de reunión y cuando las hubo el embajador Aritomi alquiló (sólo Dios sabe a qué precios) locales particulares. Su virtud fundamental consistió en "hablar perfectamente el japonés", delincuente Fujimori dixit, sin embargo, los papelones y ridículos protagonizados por este sujeto le llevaron a abandonar la imprescindible tarea diplomática de asistir y confraternizar en los círculos de este nivel, porque era un palurdo campesino de japonés trabado y ramplón que apenas si lograba hacerse entender por el resto de los funcionarios de su jerarquía. Aritomi, casado con la hermana ingeniero de Fujimori, Rosa, había sido un funcionario gris en Lima de la empresa Matsushita de Osaka y la relación matrimonial le llevó al pedestal de diplomático que no sabía siquiera ponerse un frac o alternar con la corte tradicional japonesa.

De manera que el cuento, ampliamente difundido que el delincuente Fujimori, tenía gran pegada en su país natal, era tan sólo una fanfarronada. Aritomi demostró ser un buhonero eficiente y administrador brillante de los negocios de la familia y las remesas consiguientes en bancos de la zona, pero ¡como el diplomático que unnca fue constituyó una auténtica nulidad, una verguenza para el Perú, un ridículo espantoso!

Hace poco, cuando el pusilánime Fujimori se las picó para Japón, fue recibido en Tokio por el ahijado de Aritomi, nada menos que el promovido por el gobierno transitorio y por la mafia de Torre Tagle, a Consejero Francisco Tenya Hasegawa, quien se pasó 8 años en esta capital al lado de su queridísimo y mercachifle padrino. ¿Hasta qué punto está involucrado éste en las trapacerías comerciales de Aritomi? ¿Torre Tagle le preparó para cargar las maletas a rufianes como Fujimori? Parece increíble tener que dar cuenta de estos pequeños grandes detalles, pero ha sido tal el envilecimiento del país y de su servicio diplomático, que resulta sintomático no perder ni el más mínimo indicio de complicidad o alegre connivencia.

En momentos en que los apetitos por candidaturas se abren paso a trompicones y recluta de firmas, no se ha oído hasta el momento ningún planteamiento en torno a qué hacer y cómo sanear la cueva plena en forajidos con amplio prontuario que es la Cancillería. Todo parece indicar que los políticos entienden poco, si algo, que la política exterior del Perú es la primera línea de defensa del país en tiempos de paz y que hay que tener un servicio diplomático muy bien preparado con funcionarios inteligentes en varios idiomas y probados en torno a un compromiso con el Perú, su historia y tradiciones. La probanza de escándalos, robos, abusos, por parte de "diplomáticos" políticos y de personal de carrera en el último decenio deshonra mayúsculamente a Torre Tagle. ¿No sería deseable -URGENTE- que los partidos incorporasen a los diplomáticos más capaces en sus listas postulantes? ¿Y así manejar un problema que ha tornado en canceroso y ríspido para el país?

En su revista on line Perú NewsReview (www.perunews.com), el colega José Cabada anota algunas perlas que transcribimos a continuación: "Alfredo Ramos, cónsul en Miami, con sueldo de lujo (más de US$ 11,600). ¿A cambio de qué? No ha sabido solucionar el pésimo sistema telefónico en el consulado desde hace cinco años". Refiriéndose al ex-cónsul en Los Angeles, Mario Vélez, escribe: "ha sido, y es muy posible, el peor de los cónsules, que han desfilado en los Estados Unidos, en no menos de 50 años. Abusó de su investidura como diplomático. Fue acusado por difamador por nuestro editor ante la Corte Superior de Lima, siendo sentenciado por un año, con libertad condicional y reparación civil de cinco mil soles.....Aparte de eso, malversó fondos del consulado, firmando vales para gastos personales...Fue acusado por acoso sexual al ofender a una ciudadana en una reunión social, que gracias al ex-cónsul Juan la Rosa, la denuncia no fue presentada a la Cancillería." La cancillería cuando estuvo a cargo de Eduardo Ferrero Costa, premió al ex-cónsul adscrito en Nueva York, Edgar Gómez-Sánchez Gutty con un puesto de Cónsul General en el Japón, este señor había sido requerido por el Chase Manhattan Bank en carta oficial para que pagase la deuda contraída con esta entidad, hecho que no honró, según afirma Cabada. "El ex-cónsul en Miami, Carlos Cornejo, en situación de retiro, fue contratado ganando más de US$ 10,000 mensuales. Cuando regresó a Lima le asignaron más de US$ 20,000 para su traslado. Un contenedor de Miami al Callao no cuesta más de US$ 900. ¿Devolvió el restante? De pésimo desempeño, realizó la expropiación ilícita de cerca de US$ 30,000 de los fondos del Consulado (dinero del Estado). Después de ser investigado, le permitieron devolver en cómodas cuotas de US$ 400 mensuales sin intereses."

Cualquier lector podría imaginar que lee los prontuarios de fechorías de hampones y tiene relativa razón. Sólo que se trata de elegantes y frívolos cacos que se dedicaron a desprestigiar el servicio diplomático peruano y a la dictadura de Fujimori, escondido en el Japón en casa de la escritora Ayako Sono, presidenta de una "fundación filantrópica", establecida por un notorio miembro de la yakuza (mafia japonesa) de apellido Sasagawa. ¡Dios los cría y ellos se juntan!

El gobierno transitorio de Valentín Paniagua no ha dicho absolutamente nada sobre este intríngulis de suyo grave y complicado. Hace falta recontruir la Cancillería, reprofesionalizarla y hay que retirar o extirpar a las ratas enquistadas por la mafia de los verdugos que llevaron a cabo la poda de los 117 funcionarios en 1992 porque así lo habían determinado la pandilla de Montesinos y sus adláteres más conspicuos entre los cuales se encuentran: Alfonso Rivero, Ricardo Luna Mendoza, Jaime Stiglich, Roberto Villarán K, Alejandro León, Jorge Valdez, Hugo Palma, Fernando Guillén, entre otros.

Resulta por todo lo narrado difícil de entender que vuelva a Japón, como embajador Luis Macchiavelo Amorós, a repetir el plato, después de haber estado en la cortesanía contratada por Torre Tagle para el servicio de la dictadura. Este señor ya estaba jubilado y habría que preguntarse ¿por causa de qué no le dejan descansar? ¿O qué clase de intereses hay para retornar a este ex-embajador en Tokio a este puesto? ¿Será mérito suficiente que su esposa sea nipona? No. No lo creo. La mafia sigue vivita y coleando, ante el estupor del país entero.

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