Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
29-7-2023
Fino ajedrez parlamentario: what?
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El flamante presidente del Congreso, Alejandro Soto, tiene
un montón, decenas, de carpetas fiscales y está de protagonista de aquellas.
Una simple operación matemática revela que si tan sólo 3 ó 4 ó 5 de esos
documentos lo encontraran como responsable, su posición en el titularato del
Parlamento, se desmoronaría. Sin pena ni gloria, sin tiempo para que los
historiadores (los más piadosos), registren su paso efímero y desteñido.
Un observador sagaz apunta: cae Soto, y el relevo lo pesca
Hernando Guerra, el notable converso hoy acérrimo fujimorista, cuando ayer
vibraba de emoción en las antípodas. Muy común el movimiento pendular que
privilegia la ubicación palurda y zafia a la consagración y la lucha por las
mayorías nacionales.
Por tanto, sin haber ganado las elecciones, habiendo
desestabilizado con inexistentes fraudes el resultado que dio como ganador a
Pedro Castillo, los fujimoristas accederían al timón del Congreso.
Cierto que el titular Fino
ajedrez parlamentario, no se condice con las míseras cualidades del actual
Congreso. Nulos intelectuales, miopes geopolíticos que no aciertan a entender
la inmensa geografía peruana, sus recursos no renovables, sus ecosistemas, su
capacidad de impulso a creaciones artísticas, literarias y políticas locales
merced al hartazgo de la “cultura” limeña, es casi una aventura reconocer
cualquier atisbo de luces.
¿Qué hay en juego? Los que viven de paporreta cantarán
salmodias y recetas de siempre: la pobreza, salud, infraestructura, horizonte
de país, relación con las otras naciones latinoamericanas. Esto significaría
también que nuestros legisladores habrían alcanzado algún entendimiento. Me
temo que hay otra razón más simple y codiciosa.
¿Quién está a punto de reiniciar su presentación en los
casos que por lavado de activos le ha planteado la justicia? ¡Dieron en el
clavo: Keiko Fujimori! Entonces para aquellos y sus cómplices tontos útiles,
todo lo demás es menos importante. Se trata de dilatar, evitar o entorpecer las
penas severas que podrían aguardar a la varias veces derrotada ex candidata
presidencial.
Nadie puede dudar que la aspiración de Keiko Fujimori es la
de demostrar la limpieza de su accionar y quedar libre de polvo y paja. Tal
como van las cosas, resulta un cometido difícil. Todo apunta a que alguna
certeza tiene el conjunto de cargos.
¿Y eso significa que debe librarse en el Congreso, como
prioridad fundamental, una lucha en favor de la mencionada señora? ¿Alguien
pone en tela de duda qué es lo que van a hacer los partidarios de Alberto Kenya
y ahora por su hija?
Por si alguien guarda vacilación, es pertinente recordar que
durante más de 15 meses, los fujimoristas alegaron un fraude en mesa y
responsabilizaron a medio mundo. Todas las investigaciones nunca hallaron
trampa pero los patibularios insistieron envileciendo la política peruana a
rangos de fango, lodo y mugre.
¿Y a qué costo sería todo este espectáculo tan despreciable?
Conviene entonces saber ¿qué lugar se reserva –o le van a
dispensar- a la presidenta Dina Boluarte cuyo acuerdo con el fujimorismo tiene
reglas de coexistencia pacífica y un pacto claro de no agresión? ¿Hasta cuándo?
La señora Keiko Fujimori no solo tiene problemas legales.
Nunca explicó –si es que hay alguna razón para aquello- su desconocimiento a
PPK, origen de no pocos problemas gratuitos que debieron haberse resuelto con
clase y sentido de responsabilidad.
También con Castillo el asunto fue de lo más repugnante.
Gritones y gritonas hicieron de sus ladridos, catecismo diario y su palabra de
orden fue: ¡Vacancia! No legislaban, torpedeaban. Los espectáculos fueron
denigrantes. Perú tuvo, bajo el patrocinio y órdenes directas, una
representación en Plaza Bolívar que asemejó a una jauría con hambre de varios
días.
¿Volverá el Congreso a ser el escenario o parapeto de
defensa personal de una candidata que despierta violenta oposición en gran
parte del Perú?
Un país entero no puede depender de la suerte particular,
privada, de alguien en singular. ¿Para qué tiene abogados bien rentados y que
paga nadie sabe con qué dinero? Recordemos con Ricardo Palma: cura que no tiene
cerería, de dónde pecata mía, si no es de la sacristía.
El electorado fujimorista fue creado con el populismo de un
Estado en manos de genuinos delincuentes que acabaron en la cárcel. Pero ¿qué
alternativa les ofrece la política actual en Perú, aparte de mediocridades
vulgares?
El ajedrez en el Congreso puede ser la continuación, una vez
más, de nuestra descolorida historia republicana.