¡Evasión tributaria
es un crimen!
por Luis Alberto Latínez; luisalbertolatinez@hotmail.com
21-11-2017
Al lado de la corrupción y la inseguridad ciudadana la
evasión tributaria es otro gran crimen.
Los tributos que no pagan las empresas y las personas
naturales configuran la evasión tributaria. Esto perjudica a nuestro país,
porque se deja de percibir grandes cantidades de dinero, el mismo que puede ser
utilizado para mejorar, entre otros, la educación pública, implementar y ampliar
la red hospitalaria, la infraestructura terrestre, marítima, aeroportuaria y
hospitalaria.
La evasión tributaria se da en todos los tributos: Impuesto
a la renta (Renta de 1era, 2da, 3era,
4ta y 5ta categoría), IGV, SENATI, ONP, ESSALUD, etc.
La erradicación de la evasión tributaria en nuestro país (50
% del total que se recauda por tributos) que es una de las más altas de Indoamérica
(América Latina), es responsabilidad de la SUNAT, tal como se establece en el
Código Tributario (numeral 14 del artículo 62º):
“Artículo 62º.-
Facultad de Fiscalización
14. Dictar las
medidas para erradicar la evasión tributaria.”
Esta obligación de la SUNAT, no se viene cumpliendo y más
bien la evasión tributaria aumentó.
Siempre he manifestado que una manera de medir la eficacia
en la gestión de la SUNAT es bajando la evasión tributaria.
SUNAT ha dispuesto algunas medidas para erradicar la evasión
tributaria: Retención del IGV, Percepción del IGV, Sistema de Detracciones,
Registro de Ventas y Compras electrónicos y están implementando progresivamente
los comprobantes de pago electrónicos (Facturas, Boletas de Ventas, notas de débito
y crédito); pero estas son ínfimas, porque la evasión tributaria, en lugar de
disminuir siguió creciendo.
Lo que le ha faltado a la SUNAT es fiscalizar todos los
tributos que administra y recauda de personas jurídicas y personas naturales.
Sobre todo, el impuesto a la renta e IGV de las grandes empresas.
Hay que tener presente que al concluir el 2do gobierno de
Alan García, la SUNAT tenía aproximadamente 7000 trabajadores, los mismos que
se incrementaron en la administración de Humala a 14000. Este exceso no redujo
la evasión tributaria, porque ingresó personal sin experiencia en fiscalización
tributaria (hasta cocineros están “fiscalizando”), los mismos que eran
capacitados en períodos muy cortos.
Si queremos mejorar la SUNAT, sobre todo en la fiscalización
tributaria para reducir a su mínima expresión la evasión, es urgente convocar
personal proveniente de las Facultades de Contabilidad de las distintas
universidades, porque los estudiantes de esa rama son los que más relacionados
están con los tributos.
Al incumplimiento de erradicar la evasión por parte de la
SUNAT, se agrega la caída de la recaudación y de presión tributarias (13%).
Teniendo en cuenta el deficiente accionar de la SUNAT, es
necesario que se reorganice dicha institución.
El Superintendente actual de la SUNAT es el ingeniero Víctor
Paul Shiguiyama Kobashigawa, vinculado al fujimorismo, pues fue regidor municipal
del movimiento Cambio 90-Nueva Mayoría y asesor de Keiko Fujimori en la campaña
presidencial 2011.
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