Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
20-9-2024
La deuda universitaria
https://senaldealerta.pe/la-deuda-universitaria/#google_vignette
El Estado sufraga, vía las universidades públicas, las
carreras profesionales de miles de jóvenes, hombres y mujeres. En buen
castellano, el pueblo, a través de sus impuestos, financia lo que cuestan esos
estudios.
¿Cómo devuelve el nuevo profesional, a través de los años,
lo que se invirtió en él? ¿No es justiciera la retroalimentación que posibilite
que otros también obtengan el título profesional y sean elementos productivos a
sus familias? También debiera ser urgente la creación de una deuda
universitaria.
Contrario sensu. ¿Cuánto dinero se pierde, cuando el
profesional graduado en universidad estatal, consigue puesto o plaza de trabajo
en un país foráneo?
¡No es broma! Conozco brillantes médicos, geólogos, ingenieros,
cuyas estupendas carreras se han desenvuelto por décadas en los Estados Unidos.
La nación norteamericana ¡no invirtió un cobre en la formación académica o
práctica de esos compatricios.
Pero, he allí la paradoja, los estudiantes en Estados Unidos,
sí adquieren créditos que pagan en el tiempo, son descontados por caja y que
deben ser honrados, porque de otro modo, arriesgan sus licencias o
autorizaciones.
¿Qué impedimento poseería el profesional peruano egresado de
universidad estatal, en devolver, como ejercicio solidario y de mirada al futuro,
algo de lo que se gastó en él? El horizonte equivaldría a asegurar más
profesionales para el ámbito laboral.
¡No son pocos los peruanos profesionales que han hecho sus
desempeños en todo el mundo! El porcentaje de los que se graduaron en
universidades del Estado, es muy alto.
Perú debe renunciar a su deshonroso papel de proveedor
pasivo de profesionales. Aquellos tienen el deber y el derecho legítimo de
conseguir ingresos buenos o excelentes. A la par debieran entender que la deuda
universitaria, pagada aquí o desde el extranjero, representaría una práctica
solidaria y de excelso civismo ciudadano.
El mundo contemporáneo casi ha eliminado las distancias y fronteras.
Se puede pagar por bancos, giros o con tarjeta de crédito, en cualquiera de los
casos, sólo existe el requisito ineludible de ¡contar con fondos!
Cualquier pillería con tarjeta de crédito, se castiga
globalmente, es decir, ese adminículo ya no sirve ¡en ninguna parte!
Una pregunta interesante sería ¿qué hacemos con los
veteranos profesionales que desean volver al Perú, de visita o para gozar de
sus años postreros?
“¿Se ha puesto alguien, en dependencia oficial, para-oficial, comercial o
estratégica, a estimar, estudiar, prever o calcular, cuántos peruanos, cuya
vida ha transcurrido más fuera del país que dentro, gustarían de volver y
rendir en la tierra que los vio nacer mucho del profesionalismo que aprendieron
allende y aquende y también?
De repente, visitar lo que nunca vieron sino en la televisión y en
documentales de la belleza natural abundante en nuestros múltiples parajes
costeños, serranos y selváticos?
El retorno de los “elefantes” peruanos, no debe ser un sueño, sino una
realidad que podría caminar por dos avenidas de enorme utilidad a la patria.
Todo peruano que hubiera estudiado en universidad del Estado, tiene el
deber, en algún momento de su vida, de devolver a la nación lo que ella
invirtió en su carrera profesional. Más aún, estos peruanos, cuyo proyecto de
vida, fue satisfecho con creces y merced al limpio esfuerzo, en el exterior,
debieran dar clases en las universidades locales y ser condecorados con preseas
y diplomas que la nación les otorgará en reconocimiento a su esfuerzo
patriótico.
Por otro lado, ¿a qué peruano, que sólo conoció el portento de nuestra
geografía a través de la televisión, el documental fílmico o la revista
especializada, no complacería visitar todo aquello que nunca vio en la
realidad? ¿Y que en los aeropuertos fueran recibidos por chalanes y morochucos
y el fondo instrumental y coral de conjuntos musicales criollos y folclóricos
que les den la bienvenida?
Con profesionales vueltos al país, enseñando sus habilidades y pagando su
deuda pedagógica; con turistas ávidos de viajar, nutriendo con ello los
circuitos aeronáuticos, la generación de negocios directos y conexos; con
dólares o euros honestos y bien empleados, la dinámica en perspectiva puede
impulsar un espectáculo pocas veces visto: la reconquista del Perú por sus
antiguos y acreditados habitantes otra vez dentro de sus fronteras.
Hay, sabemos, mentes amplias e instruidas y capaces de mejorar estas
humildes ideas con la savia y emulsión que su juventud y amor al Perú, dan en
el desempeño de sus cargos. No todo está podrido, aunque las señales que así
ocurre, sean más numerosas que lo contrario”. (El retorno
de los “elefantes” peruanos, 4-12-2007)