¡Atrévete, sal del closet!
por
Zully Pinchi Ramírez; zullyarlene39@gmail.com
1-12-2017
Todo mundo quiere la verdad, pero nadie
quiere ser honesto. Anónimo
La frase ¨sal del closet¨, es
muy descriptiva en América, para hombres que se sienten atraídos por otros
hombres, pero que por circunstancias ajenas a su voluntad, por aparentar ante
la sociedad, por temor al qué dirán, por religiosidad, por no decepcionar a sus
padres, por no desilusionar a sus hijos y a otros miembros de su familia, por
no provocar dimes y diretes a la sociedad hipócrita en general, o por temor a
no entorpecer sus carreras políticas, terminan casándose con mujeres,
Algunos lo hacen hasta dos o
tres veces, es decir, matrimonio, divorcio y nuevo matrimonio, sin parar en la
cadena hasta que los descubran, pero por más que intentan ocultar su doble vida
y así hagan las mil y una para poder constituir la familia feliz, siempre hay
algo que finalmente los delata, reza el dicho: ¨no hay mal que dure cien años,
ni cuerpo que lo resista¨.
Aplaudo a aquellos que son
sinceros y valientes y que dan la cara y te dicen su verdadera identidad
sexual, personas que en realidad se merecen mi respeto, pero aquellos que
quieren vender gato por liebre, mentir sin piedad y hasta demostrar signos de
homofobia o querer ser de un día para el otro, grandes defensores de la
familia, me dejan un sabor amargo en los labios, cuando la miel se convierte en
hiel, las verdaderas pasiones y personalidades salen a la luz, hasta la gema
más brillante, tiende a ensombrecerse al ser observador de tantas mentiras
ocultas.
Suena inaudito, pero es mucho
más común de lo que imaginamos, muchas mujeres, tarde o temprano, terminan
descubriendo que fueron víctimas de una cruda realidad, que aún en el siglo 21
sigue dando de que hablar, es motivo de conversación en las reuniones de gente
que oye los rumores sonando como tambores, urbi et orbi, a diestra y siniestra.
Tal cual, si más ni menos, se
oyen separaciones y divorcios de un momento al otro, ¿qué fue lo que pasó?,
¿pero qué ocurrió?, ¿pero cómo?, ¿qué me estás diciendo?, ¿ pero qué, no te lo
creo, eso no es posible, pero si están casados, pero si tienen hijos?, comentan
y se preguntan, las vecinas, las amigas, las comadres, las sobrinas, las tías,
las madres, las abuelas y todas las féminas pues porque tal detalle, es inexplicable,
para las mujeres, porque no entendemos que hay otro mundo, con otras reglas y
otros códigos, con mil secretos con candados con claves a los cuales no tenemos
acceso, son misterios sin resolver, preguntas sin responder, lágrimas sin
comprender, tiempo perdido que no volverá más, que solo te hará recordar el
resplandor de una era que se refleja en tu mente y que hoy ya ni las cenizas,
quedan.
Grupos de hombres descritos
en la revelación de esta columna, son algunos de los que se encuentran en los círculos
del poder económico y político, no tienen un trato horizontal entre ellos, su
comunicación es muy directa y casi siempre deciden a quién le abren las puertas
y a quién no, un juego de varones, un club privado, donde solo ellos deciden
quiénes pueden ser admitidos, según sus requerimientos, una vida en espiral en
la cual permiten la entrada a mujeres de las que pueden sacar ventajas, de las
que pueden lograr algún beneficio, en sus proyectos no está el hacer Cenicienta
a ninguna, de eso si hay total seguridad.
Quizás veré a muchos de
ellos, volverse a casar y tener más prole, pero en el fondo de mi corazón,
pensaré que amar es honestidad, ser feliz y no causarle daños a terceros.
¡Atrévete, sal del closet!
……………………………..