Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
9-6-2024
¡Aquí llueve para arriba!
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¡130
legisladores que no representan absolutamente a nadie, se burlaron de lo que
más de 16 millones de peruanos habían repudiado en torno a la relección
parlamentaria y la reinstalación del Senado en el referéndum del 2018!
Si las
matemáticas siguen siendo tales, el volumen inmensamente mayoritario de
población en contra, es significativo y no puede echarse al tacho por el
capricho rentista de unos individuos.
Ripley, el de:
aunque usted no lo crea, aquí en Perú se moriría de hambre.
La picardía, llamada
“ingenio” o “viveza criolla” hace que el retrasado mental parezca hombre de
Estado y el tunante, un virtuoso. Cientos o miles de diplomados hacen de sus
puestos tiovivos productores, cada mes, de estipendio, aunque su ayuda al país
no sea más que cosmética.
La concesionaria del
Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, Lima Airport Partners, LAP, luego de más
de 20 años, en abril del 2023, inauguró la II y flamante pista y la Torre de
Control. Estuvo la presidente Boluarte echando loas y diciendo de todo.
En octubre del mismo 2023,
ni la pista (con 650 metros menos) ni la torre de control, estaban operativas.
Los vidrios que colocó el concesionario LAP reflejaban defectuosamente las
imágenes, por tanto, servían para un millón de usos distintos, pero ¡NINGUNO!
en la mentada TC.
¿Qué diantres inauguró
entonces LAP, en el Jorge Chávez? Irrebatible que la infraestructura que
presentó dentro de su plan de propaganda e imagen, apenas si ha tenido escasos
meses de utilidad y se carece de una explicación oficial con plazos y términos,
hacia el pueblo peruano.
Debe ser el primer caso,
en el mundo en que un tándem –pista y torre de control- son inauguradas hasta
por la presidente de la República, funciona, abril-mayo-junio-julio-agosto-setiembre
y se plantan ambos en octubre 2023. El Guinness de las marcas mundiales ¡tiene
que registrar este récord!
Como aquí llueve para
arriba, las maniobras de distracción se producen con velocidad vertiginosa:
¡hay que privatizar Corpac!; ¡suben las tarifas del agua, se viene la
privatización de Sedapal!
Volvemos, en un tris tras,
a los días de Copris y otros comités, todos claudicantes, de la era fujimorista
caracterizada por la falta de honradez, la picardía de los gerentes y el
profundo divorcio de aquellos con el Perú.
Corpac no es solo el
problema. Primero y fundamental que la concesionaria Lima Airport Partners
explique las razones –si es que hay- de haber puesto vidrios deficientes en la
torre de control y la menor longitud de la II pista, como parte de sus
inauguraciones flamantes.
Si alguien pone en
servicio productos nuevos, lo mínimo que debe hacer es garantizar años de
pulcritud y funcionamiento. O ¿desde un principio, con la complicidad de malas
autoridades, fue el propósito dar gato por liebre?
La Federal Aviation
Administration (FAA) de Estados Unidos realizó una auditoría extraordinaria a
la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil) hace más de 6 meses y los
resultados permanecen ocultos y bajo 7 llaves. Pero no tanto como para dejar de
descubrir que hay un plazo de la entidad estadounidense para que la DGAC
resuelva los embrollos.
¿Qué pasaría si la FAA
desaprueba o amonesta a la DGAC? ¡Ni más ni menos que aviones procedentes desde
el Perú y con ruta hacia cualquier punto de Estados Unidos, podrían ser
prohibidos de ingresar a la nación del norte. ¿Cuántas decenas de viajes por
negocios hay entre Perú-EEUU?
Sin partidos políticos, a
lo más vulgares clubes electorales que ya sueñan con su diputación o senaduría,
no hay fiscalización desde la sociedad, amén que el Congreso ha abdicado de
cualquier cosa que se le parezca si no se alinea con el compromiso de mantener
a la presidenta Boluarte y viceversa.
Los precarios de Plaza
Bolívar dieron permiso a Dina Boluarte para viajar a China. Nadie se preguntó o
cuestionó del porqué se vuela a la nación asiática con tanta frecuencia, menos
de dos meses atrás, lo hizo el canciller viajero Javier González Oleachea. Más
allá de exhibir sus presentaciones en ecran apropiado, reiterar las salmodias
de siempre, no parece haber habido nada.
¿De qué otro modo se
explica que vaya la presidente Boluarte? O ¿le están exigiendo la ratificación
de muchos compromisos y la garantía de tranquilidad, paz tributaria y cancha
libre en Perú?
¿Qué hubo de los
constitucionalistas que afilan las uñas bajo el supuesto que el electorado
peruano los escogerá en caso de haber asamblea constituyente? Muchos de esos
almidonados no conocen más allá de Asia en el sur, aunque pretenden pasar por
epónimos titanes de la jurisprudencia.
“Tomar a lo serio cosas
del Perú, esto no es república, es mojiganga”, advertía con palabras de fuego,
Manuel González Prada.