¡Nadine a buen recaudo por inmunidad internacional!
23-11-2016
La flamante Inmunidad Internacional impedirá
detener y procesar a Nadine Heredia
Alarcón, quien ayer abandonó el país, por la puerta grande, la oportunamente
abierta del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, porque no estaba impedida de
salir al extranjero, ni se había dictado, tampoco se iba a dictar, prisión
preventiva en su contra, tal como sucede con otro añejo e investigado grande: Alejandro Toledo Manrique. ¡También
pronto será tarde!
Así como un congresista no puede ser detenido ni procesado, por ser INMUNE, salvo que el Congreso de la
República levante esa INMUNIDAD, del
mismo modo, Heredia Alarcón, por su nueva calidad de funcionaria de un
organismo internacional, como es la FAO, en Ginebra, Suiza, a partir de este
jueves 24 de noviembre del 2016, por los privilegios e inmunidades que el cargo
le confiere, no puede ser apresada, por la policía internacional, ni procesada
por juez alguno, allá y acá. ¡Ni sus bienes pueden ser embargados o incautados!
Estas prerrogativas son inmemoriales. Los griegos y los romanos las
reconocieron desde antes de Cristo. Después de él se perfeccionaron, hasta hoy,
no por razón de la persona, sino en interés del ejercicio, sin ataduras
procesales, de la función asumida. La cortesía y reciprocidad de los países
está entre sus encubridores fundamentos y aparece en todos los profusos
tratados, convenciones, convenios o
estatutos internacionales suscritos. ¡La inmunidad internacional sigue
reluciente.
Como este estatus privilegiado no viene como maná del cielo, ni por arte de
birlibirloque, o como por ensalmo, quiere decir que se venía preparando con
mucha cautela y antelación. ¡Nadine buscaba "trabajo" fuera desde el
mes de marzo 2016, (a través de un escurridizo funcionario brasileño de la
misma FAO!), por toda laya de personajes que actúan con disimulo, que detentan
el poder nacional e internacional y saben de este turbio oficio.
Jueces y fiscales remolones, los nuestros, sirven de escudos, quienes eluden recurrir
a la prisión preventiva, ¡siempre de los peces gordos!, porque dudan del
requisito del "peligro
procesal", aún después que la fuga explota en sus narices, abierta o
simulada. Tampoco recurren a otras medidas cautelares, que sí emplean con
presteza contra los de los bajos fondos.
¡Así se defiende el sinuoso establishment y el pueblo simplemente doblega su
aletargada cerviz, porque convocarlo a las calles requiere de Dios (yo no
tengo) y su ayuda, que casi nunca llega!