Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica
Rojas
16-9-2024
¡Masificación de la estupidez
https://senaldealerta.pe/masificacion-de-la-estupidez/#google_vignette
Dinosaurios
anquilosados tributando sus “respetos” al ex dictador Alberto Kenya Fujimori;
apolillados “líderes” de los clubes políticos que no desaprovecharon la
oportunidad de salir en cámaras, ante un velorio sintonizado por el 90% de los
miedos de comunicación que olvidaron todas las noticias importantes para
difundir las exequias del ex reo.
La
masificación de la estupidez, no atendiendo circunstancias gravísimas como los
incendios forestales en por lo menos cinco o seis departamentos, resulta un
flaco favor a nuestra vida cotidiana. Kenya Fujimori pudrió al Perú. Con
Montesinos, el capitán traidor y expulso, hicieron de este país una chacra, un
potrero, un recinto en el cual importaron los “resultados” y no los métodos ni
las formas.
Como
todo el fujimorismo, ese apelotonamiento grotesco y matón que predominó a
partir de los años 90 y desde el mismísimo Palacio de Gobierno, se ha
pretendido limpiar con su deceso lo que la ley y justicia dictaminaron sobre
Kenya. La prensa extranjera no dejó de mencionar las trapacerías de las que fue
autor aquél y la vergüenza del silencio cómplice de los miedos aquí es parte de
la taimada masificación de la estupidez.
Y
los ridículos que “hacían presencia”, musitando “estoy contigo”, para que los
tomen en cuenta en las listas, convirtieron un acto de respetuoso adiós, en una
tarima de campaña.
Pocas
dinámicas son tan potentes para identificar entre sus integrantes, a enormes
franjas de hombres y mujeres de todas las razas, de lenguas múltiples, de
estaturas diversas, de geografías disímiles, de historias distintas, de
trayectorias absolutamente inconexas, como la estupidez.
Hay
entre sus epígonos, allende y aquende, parlamentarios, per se muy conocidos adalides
de la especie; diplomáticos, periodistas, militares, gobernantes, burócratas,
intelectuales, los genuinos –unos pocos- o los a la carta, al servicio de
cualquier ONG que les pague lo que ellas quieren que diga; en palabras breves,
la estupidez, con su vasto poder impresionante, es un ámbito en que casi todos compiten
entre sí para ver quién empeora la bestialidad de los movimientos del vecino.
Ninguna
disciplina se libra de esta clase de neumáticas, todas gozan del discutible
mérito de tener entre sus cultores a estúpidos más o menos brillantes. ¡Ni qué
hablar de gobernantes palurdos y zafios! Afirma Robert Heinlein –y así lo
recuerda Giancarlo Livraghi en The power of stupidity, May 2009, p.
11: “Never underestimate the power of human stupidity” .
Tengo
mis dudas que la sola estupidez sea capaz o talentosa como para explicar un
asunto que no tiene ninguna justificación: el sometimiento total de la prensa a
las conveniencias episódicas y cínicas del gobierno de doña Dina Boluarte.
Dice
Livraghi en su obra citada, p. 12:
When
stupidity combines with other factors (as happens quite often) the results can
be devastating. In many situations human stupidity is the origin of a series of
events that combine into constantly increasing complication, with effects that
can be quite funny –until we discover that they are tragic. In other cases
stupidity is not the origin of the problem, but all sorts of stupid behaviors
make it worse and prevent effective solutions”.
Cuando
la estupidez se combina con otros factores (como ocurre muy a menudo), los
resultados pueden ser devastadores. En muchas circunstancias la estupidez
humana es el origen de una serie de eventos que se complican constantemente,
con efectos acaso divertidos hasta que descubrimos su trágica índole. En otros
casos la estupidez no es el origen del problema, pero toda clase de
comportamientos estúpidos empeoran y envilecen las soluciones preventivas
eficaces.
Inquirimos
ha poco, sin respuesta hasta hoy, estúpida o razonada, sobre la siguiente cuestión:
“¿Cómo
se explica la impresionante estupidez que un partido político con más de nueve
décadas haya perdido casi toda su influencia nacional y esté constreñido al
respaldo que la frívola y racista Lima le da con la derecha que apuesta por el
mal menor y que graficara sus guarismos trágicos en diversos comicios? http://www.voltairenet.org/article161140.html
Escribe
con pluma certera Livraghi, p. 13:
When we
try to understand stupidity, we are dealing with a subject that is scarcely
studied, rarely understood, broadly avoided because it’s uncomfortable and
disturbing (as we shall see in chapter 28.) It’s as though we all knew that we
are stupid, but we uneasy about admitting it.
Cuando
tratamos de entender la estupidez, tratamos con un tema que es apenas
estudiado, raramente entendido y ampliamente evitado porque es perturbador y
poco confortable (como comprobaremos en el capítulo 28). Es como si supiéramos
que somos todos estúpidos, pero no es aquello fácil de admitir.