Thursday, June 02, 2022

Torre Tagle: corrupción NO se tapa con más corrupción

 

Informe Señal de Alerta

Diario Uno 2-6-2022

Herbert Mujica Rojas

 

Caso embajador Fortunato Quesada

 


Torre Tagle: corrupción NO se tapa con más corrupción

https://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/torre-tagle-corrupci%C3%B3n-no-se-tapa-con-m%C3%A1s-corrupci%C3%B3n

https://bit.ly/3tbTIBS

 

El que calla otorga, reza el dicho. ¿En Cancillería no lo saben? El caso de que es protagonista involucrado por un ardid, el embajador Fortunato Quesada, literalmente es una papa hirviente en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Durante 4 semanas en informes puntuales hemos expuesto datos, lugares, documentos, resoluciones, informes, ninguno de los cuales ha sido o desmentido o impugnado por Relaciones Exteriores.

 

El actual titular de Torre Tagle, el abogado César Landa, es una persona con apego al derecho del que es profesor universitario y que, además, fuera presidente del Tribunal Constitucional. ¿No bastan semejantes logros como para provocarle una actitud decidida en un asunto que, irremisiblemente, va a perder su portafolio de manera humillante?

 

Por si los muy científicos sociales y analistas no se han dado por enterados, en Cancillería a través de un manejo ilegal, se grabó cuarenta horas a un diplomático, se proporcionó dichos documentos a un programa televisivo y todo nació de la aberrante inspiración de un ministro de Relaciones Exteriores que quería conocer al dedillo y al detalle quiénes tenían cita, se reunían y conversaban con el entonces presidente Pedro Pablo Kucsynski. En buen castellano: se alentó desde el más alto nivel una suerte de palurda soplonería.

 

Consigno algunas líneas de la carta del embajador Fortunato Quesada al canciller César Landa de fecha 19 de mayo último:

 

“Ref: 1.- Mi carta de fecha 17.03.2022. 2.- El Informe 011 de fecha 09.12.2020 de la Oficina de Recursos Humanos de la Cancillería, de 29 páginas, obtenido vía Transparencia RREE. 3.- Los 31 folios debidamente legalizados en Israel el 20.10.2020, obtenidos vía Transparencia RREE.

 

Estimado señor Canciller Landa,

 

En los tres documentos señalados en la referencia, sobre todo en la carta que le envié a usted el 17.03.2022, que se sustenta en el informe técnico 011 de la propia Cancillería y de la prueba irrefutable como son los 31 folios, queda inequívocamente comprobada la planificación y organización de la conspiración ejecutada en el 2018 por el embajador José Boza Orozco y el ministro consejero Pedro Rubín Heraud para obtener grabaciones de manera ilegal en Israel, al tiempo que el canciller Néstor Popolizio y el viceministro Hugo de Zela, firmaron diversas Resoluciones Ministeriales como viceministeriales que terminaron en mi desproporcionada, injusta y arbitraria destitución en diciembre de 2018.

 

El origen de toda esta situación nace de la indebida instrucción del entonces canciller Ricardo Luna Mendoza, quien en presencia de su viceministro Néstor Popolizio en agosto de 2018 me pide “espiar” al entonces presidente de la república para que él este enterado de las personas que lo visitaban y de su agenda. La Lealtad es un principio básico que se debe guardar y respetar hacia su jefe y el canciller Luna obviamente quería que yo lo violentara, cosa que no ocurrió.

 

Han pasado más de 47 meses desde la emisión del programa Panorama el domingo 17.06.2018, que hoy se sabe fue premeditado y organizado por el embajador José Boza y el ministro consejero Pedro Rubín, para provocar un escándalo mediático, con la anuencia del canciller Popolizio, denominado el número uno y el viceministro de Zela, denominado el número dos. En los 31 folios está claramente descrito lo acontecido.”

 

¿Dónde está la justicia institucional?

 

La opinión pública desconoce si los cancilleres a posteriori la fecha de los sucesos, 2018, hicieron algo respecto de este espinoso asunto. Y si lo hicieron ¿por qué incurrieron en esos actos?, y si no lo hicieron ¿por qué? No hay falta de experiencia ni oficio en dos diplomáticos de tan larga trayectoria como Allan Wagner Tizón y Oscar Maúrtua de Romaña. Sin duda alguna son ellos quienes deben por, transparencia, aclarar sus procederes.

 

No hay secreto de Estado ni asunto reservado por si acaso a alguien se le ocurre esta manida respuesta. El diplomático Quesada se le zahirió públicamente vía un programa televisivo, se le echó del SDP y todo pareciera indicar que la componenda fue una vulgar argucia vengativa y sobre eso hablaremos en entregas posteriores.

 

Mientras más información de los ex cancilleres, mayor será la posible solución a lo que a todas luces se va convirtiendo en un tema de cuyo origen corrupto no hay la más mínima duda y así han concluido otros pareceres periodísticos con el examen riguroso de la documentación que en su momento manejaron.

 

¿Es el único caso de corrupción administrativa pendiente en Relaciones Exteriores? Me atrevería a decir que no, son muchos otros por mil y un motivos pero hay que preguntarse si la mudez es buena compañera cuando se tiene ad portas una vergonzosa derrota para Cancillería porque no hay cómo ganar un “caso” que se basa en la ilegalidad e ilegitimidad de una celada con nombre y apellido.

 

¿No puede formarse una Comisión Ad hoc encargada, única y exclusivamente de la resolución pacífica, concordada y en beneficio de todos, de este asunto? ¿Qué tanto miedo hay? La opinión pública ya conoce de los detalles y aún tenemos mucho que decir basados, como es obvio, en escritos legítimos, firmados e irrefutables.

 

La deslucida tesis que propende a ocultar bajo un disfraz de silencio o confusión álgidos temas que afectan el proyecto de vida de diplomáticos que pueden exhibir datos, folios y documentos de idoneidad, no debe permanecer intocable, impune, atrabiliaria.

 

Reiteramos: los diplomáticos y el ministerio que los agrupa en su accionar profesional, Relaciones Exteriores, son parte de la burocracia pagada por el pueblo peruano, por tanto no hay secretismo que valga y tampoco no culpabilidad ante hechos tan flagrantes y groseros como el que venimos describiendo ¡sin refutación, ni la más mínima!