Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
18-11-2018
2016: 5.8% ¿AG llama
a eso “gloria del aprismo que es mi única riqueza”?
La liza presidencial del 2016 verificó al Apra con un mísero
5.8% con ayuda. ¿AG llama a eso “gloria del aprismo que es mi única riqueza”?
El personaje sí que navega por extremos, desde los más ridículos –golpe de
Estado- hasta los más bobos cuando habla que para distraer la crisis económica,
lo toman de pretexto.
Ignoraba, con franqueza, que una así denominada “gloria”
fuese propiedad, en forma de “riqueza”, de AG. Empresa social, clarín de
rebeldía, escuela de actores políticos, con sus yerros y desaciertos, el Apra
instaló durante largas y sufridas décadas su accionar en el corazón de millones
de peruanos. Clamar por una pertenencia por AG desaparecida, suena siniestro
cuando no absurdo.
En los últimos 35 años se desmoronó en el Apra cualquier
fraternidad. La zancadilla, trampa, estafa, llegó a niveles abrumantes y
desmoralizadores. AG y sus cómplices, esos que hoy pretenden “distancia”, son
los que destruyeron una opción colectiva que invocaba la fe, unión, disciplina
y acción como sus banderas más importantes e insobornables. Hasta que llegaron
los hunos modernos.
Causa compasión ver cómo, con inocencia tozuda, algunos
creen que bastaría con que AG “suspendiese su militancia”. La candorosidad
hiere cualquier lógica. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda, reza el
dicho. El cínico lo es hasta el último momento. Y el que tiene vocación
criminal no dudaría en disfrazarse de oveja y aparentar arrepentimiento.
¿Por qué, lo que queda del Apra, debe cargar sobre su
esquilmada estructura, las presuntas culpas o delitos de AG? La justicia penal
no está tras los pasos del Partido sino de las acrobacias financieras y
conferencistas de aquél que ahora tiene impedimento de salida del país por 18
meses.
El Apra con AG resiente su muy debilitada armazón política
reducida hasta límites nunca vistos. Su “dirigencia” carece de legalidad porque
el JNE no le reconoce esa calidad. Los réprobos no se van o muestran voluntad
de irse. Pero con aquellos, la nave sigue encallada y en naufragio sin
salvación. ¿Qué esperan los apristas de base para expulsarles de una buena vez?
No solo las andanzas versátiles en inventos y patrañas de AG
hallan eco frondoso y por largos y aburridos minutos en los medios de
comunicación, presuntos deudores de favores inconfesables, también hay
cómplices en el Congreso (5 alanistas mediocres y serviles), en la burocracia y
en quienes se sienten en la necesidad de blindar, a troche y moche, a quien, de
ser hallado culpable, no hesitará ¡un minuto! en revelar el nombre de sus
cómplices.
Si el Apra no toma medidas, enérgicas y valientes, ante la
opinión pública seguirá figurando como el escondite ideal y protección de AG.
Tengo la firme impresión que Víctor Raúl Haya de la Torre expulsaría a los
mercaderes del templo a latigazo limpio. Y ellos lo saben bien.