Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
31-5-2023
Nido de ratas
https://senaldealerta.pe/nido-de-ratas/
Ciertamente no me refiero a On the Waterfront, película de 1954, protagonizada por Marlon
Brando y bajo la dirección de Elia Kazan y que muestra las tremendas broncas de
la mafia y los estibadores. El bajo mundo y sus miserias.
Menos de 48 horas atrás un grupo de forajidos se hizo dueño
por algunas horas del local del Partido Aprista en la Av. Alfonso Ugarte. Los
desalojados, no menos inmorales y delictuosos, recuperaron el predio horas
después.
Han sido bandas que sin vergüenza o moral –la más mínima- se
disputaban una fuente productora de ingentes recursos de los que hasta hoy,
tirios o troyanos, han evitado pormenorizar de manera honesta.
En síntesis, las taifas no combaten por una justicia de pan
con libertad o porque su representación parlamentaria, que el pueblo negó con
un mísero 2.8% menos de tres años atrás, o cualquier cosa que signifique
ambición social de construir un Perú libre, justo y culto.
Tales las palabras de Haya de la Torre en su mensaje a la
Asamblea Constituyente el 28 de julio de 1978.
Disociar a los bandidos de sus capitostes, es un detalle
deleznable: no es amor al chancho, sino a los chicharrones (cientos de miles de
soles), que profesan todos, de capitán a paje en esas gavillas.
¿Alguien les encomendaría, con tan triste espectáculo de
violencia, delincuentes, usura y contumacia, cualquier misión política en el
Congreso, alcaldías o gobiernos regionales?
Simón Bolívar afirmaba con no poca razón: el pueblo es más
sabio que todos los sabios.
La declinación electoral comenzó con el propio, a posteriori
suicida, Alan García que entró el 2006 a segunda vuelta por fracciones de
puntaje. En las primeras elecciones municipales Trujillo, por vez primera,
protagonizó una derrota clamorosa.
Achicado hasta la náusea, minimizado por la propia negativa
popular de darle sus votos, el partido que antaño convocaba multitudes en la
protesta y en la revuelta, hoy está confinado al accionar patético de hordas
que defienden intereses mafiosos.
Los alanistas de todo pelaje, esa degradación en
comportamiento y estentórea falta de honradez, pretende participar en las
elecciones. Nadie sabe con qué respaldo ciudadano, asunto del cual están
totalmente divorciados.
Y para tal cometido lograron una reinscripción polémica. Las
facciones herederas del suicida Alan, disputan hoy los puestos dirigentes. Son
tan ciegos y torpes que no alcanzan a entender que su gresca a cuchillada
limpia, ante todo el país, se ve cómo un nido de ratas.
Cientos o miles de militantes empeñaron esfuerzos en pro de
la reinscripción. Se alinearon con las gavillas alanistas, les dieron su
respaldo anímico y hasta hicieron campaña. ¿Y qué han obtenido, aparte de darse
cuenta que esos no son apristas sino hampones y rateros que trabajan por
pesetas y por quien mejor pague?
Para Víctor Raúl, con todos sus yerros a lo largo de su
intensa vida política, la limpieza en la conducta representaba una condición
indispensable en cualquier dirigente partidario.
Los hipócritas, coimeros, traficantes de influencias,
parlamentarios eternos que llevaron a sus parientes (amantes incluidos),
necios, egoístas, cretinos, pertenecían al mundo despreciable de lo subterráneo
e inmoral.
¿Y cuál es la percepción de dos administraciones en el
gobierno del señor García Pérez, 1985-1990; 2006-2011?
Para una enorme porción de la ciudadanía, tales regímenes
plenos en amigotes, representan una falta total de honradez y por eso tildan a
los apristas con toda clase de epítetos.
El ritmo de vida (de pata al suelo a propietarios de muebles
inmuebles, vehículos, viajes al por mayor, signos exteriores de riqueza),
delata a muchísimos en la presunta comisión de hechos ilícitos.
¿No entienden los técnicos electorales de la Av. Alfonso
Ugarte que reinventar al suicida representa un suicidio con todas las
agravantes de no tener representación política en el Congreso, ni en las
alcaldías ni en ninguna parte por el repudio popular?
¿Seguirán los apristas puros y sinceros “creyendo” en una
institucionalidad custodiada por revólveres, puñales, verduguillos y toda clase
de armas?
¿Qué ha ocurrido con el margesí de bienes e ingresos de las
academias, las clínicas, los alquileres, etc?
El nido de ratas sólo compromete catastróficas y muy
terminales desempeños funerarios.