Monday, July 17, 2023

Violencia: ¿partera o sepulturera?

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

Diario Uno/ 17-7-2023

 


Violencia: ¿partera o sepulturera?

https://senaldealerta.pe/violencia-partera-o-sepulturera/

https://bit.ly/3O1EWHE

 

Un par de buenos amigos han llegado, dejando por unas semanas, su muelle morada en Gringolandia, a la conclusión que la lucha armada “es el camino” más apropiado para el Perú. Como se ve, el aventurerismo es notorio.

 

La sumisión a cánones anacrónicos no puede sino producir lugares de la más alta vulgaridad y confusión. Y el túnel oscuro lleva a nubarrones y opacidades.

 

Retruqué que eso podría ser válido y entre comillas subrayadas, sólo a condición que dejen el océano de comodidades en que viven, retornen al país, empuñen las Fals o AKMs, declaren la guerra y se pongan al frente de sus soldados (si encuentran disparatados como ellos que les sigan).

 

La demencial aventura senderista costó la muerte de decenas de miles de hombres y mujeres, y la respuesta del Estado, a sangre y fuego, incrementó las bajas y el país aún no consigue reponerse del todo de esas heridas.

 

Un ejemplo no menos dramático: desde el 7 de diciembre del 2022, hay casi 70 fallecidos de manera violenta, a balazos y ¡ni un enjuiciado, militar, policial o civil, por estos crímenes! Inferir que los resultados fueron desgraciados, es una conclusión irrefutable.

 

La violencia sólo produce más violencia; no crea, destruye; imbeciliza y salvajiza y hace aflorar los primitivismos más estólidos que el humano pueda exhibir contra sus semejantes. ¿Quién de los generales o mariscales de escritorio que tira la piedra y esconde la mano, se atreve a desmentir la verdad pétrea de hechos de los que se solazan los que pretenden un Perú inviable y presa apetecible de alguno de sus vecinos?

 

La nunca desmentida partida de dinero desde el MEF y desde las donaciones de los bancos para labores de inteligencia y contrainteligencia ¿son gestos pacíficos, de constructiva civilidad o no son más que matonadas que ya ni disimulan su fuerza y poder impunes?

 

En Perú, debajo de 100 mil piedras encontraremos otros cien mil analistas, expertos, internacionalistas, estrategas, peluqueros sociales para todo tipo de taras y conflictos, duchos y sabihondos solucionadores de cuanto problema exista o se lo invente, a pesar de lo cual, nadie podría quitarnos el muy dudoso título de campeones del análisis, portentos de la exégesis.

 

Pero cretinos y castrados para prevenir peligros y conjurarlos en su hora precisa. ¿Qué clase de nación saluda sus matanzas intestinas como pórticos de los nuevos amaneceres casi siempre ficticios y sobre el papel, como es todo en Perú?

 

Desde hace días el fisgoneo policial en buses y transportes se ha hecho muy notorio. ¿Con qué criterio aplicarán medidas preventivas. ¿Creerán las autoridades que los requisitoriados delictivos o por violencia, se van a meter a la boca del lobo, conociendo públicamente qué se hace?

 

Nótese que ningún dirigente político del gobierno o del Congreso se apercibe de la peligrosa situación geopolítica que impera aquí. Las situaciones de indefensión nacional, fracturas múltiples al interior del cuerpo total del país, dibujan sus chacalescas sombras de sur a norte, de este a oeste.

 

Y en nombre de una “paz” que sólo se practica contra los que salen a marchar a las calles, se sataniza a los opositores al gobierno. Aunque las estadísticas den un muy magro respaldo al Ejecutivo que preside doña Dina Boluarte.

 

¡Y ni en Cancillería, gobierno, Establo, “oposición”, partidos, periodismo, parecen darse cuenta! La castración cerebral es ominosa, doblemente irrespetuosa si ya antes, historia madre y maestra, hemos pasado por situaciones que debieran estar superadas por los “hombres de Estado”. ¿Qué hombres de Estado?

 

Supongamos que el gobierno cae o dimite o renuncia (¿alguien en su sano juicio cree que éstos van a dejar la muelle vida de que hoy disfrutan?). Por arte de birlibirloque ¿quiénes van a reemplazarlos?

 

El maximalismo cuando torna menú cotidiano sólo provee de “soluciones” extremas, riesgosas y dolorosas. La violencia oficial tiene precedentes nefastos así como condenas internacionales contundentes.

 

Es hora que los que lideran las protestas incluyan en sus horizontes caminos de diálogo forjados a partir de la presión popular. El gobierno disfruta del respaldo militar y tiene las armas y los recursos. ¿No hemos visto que para tareas de inteligencia y contrainteligencia se habilitan S/ 12 millones? ¿Y cómo van las campañas contra el dengue, por la limpieza de calles de los delincuentes, el narcotráfico y la inseguridad?

 

¿Hasta cuándo tanta incapacidad de todos para unir al Perú y convertirlo en una dinámica cuanto que imbatible máquina revolucionaria de arriba abajo y de abajo a arriba, defensora de los derechos humanos y de su soberanía y riquezas con sentido de horizonte, futuro moderno y con miras a una nación justa, noble y culta?