Monday, December 11, 2023

Perú: proyección externa y líos internos

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

11-12-2023

 


Perú: proyección externa y líos internos

https://senaldealerta.pe/peru-proyeccion-externa-y-lios-internos/

https://bit.ly/3RjGIVU

 

Merced a la errabunda conducta de nuestra Cancillería y sus dirigentes episódicos, da miedo reparar en sus noticias. No sucede lo propio cuando quien emite tales, es un personaje de quien puédese decir que conoce con destreza su ámbito. Nos referimos al embajador Manuel Rodríguez Cuadros.

              

En extensa entrevista, el diplomático versó sobre múltiples áreas, dos de las cuales vamos a destacar por la revelación confirmatoria de sus asertos y porque debieran concitar estudio, reflexión y acción entre quienes entienden la política como deber urgente e irrenunciable.

 

¿Cuál es la regla de oro? ¡Quien tiene el oro, pone la regla!

 

Preguntado Rodríguez Cuadros, “¿Los inversionistas observan este tipo de hechos?

-Es lo primero que observan. Un inversionista mira la legalidad y qué normas se aplican en caso de un conflicto con el Estado receptor. Es tan cierto esto que las inversiones extranjeras, en caso de conflicto, de interpretación, no se rigen por las leyes nacionales ni la jurisdicción peruana. Los Gobiernos del Perú, en uso de su soberanía, pactaron con los inversionistas extranjeros un régimen de solución de controversias que excluye la jurisdicción nacional. Por eso, el mensaje de que mandamos al tacho nuestras obligaciones pone en situación de vulnerabilidad nuestros acuerdos de inversión. (https://larepublica.pe/politica/2023/12/10/manuel-rodriguez-cuadros-la-decision-de-la-jnj-es-una-gota-de-institucionalidad-en-este-contexto-de-caos-cidh-ocde-congreso-del-peru-422550)

 

En castellano significa que, nos guste o no, el poder de las inversiones extranjeras impone su legalidad en casus belli (conflictividad) y las leyes nativas ni la jurisdicción peruana, sirven para ¡absolutamente nada!

 

Por eso, cuando las empresas foráneas incurren en yerros gravísimos causales de rescición de concesiones o contratos, ¡simplemente, no pasa nada!

 

¿Alguien sabe si la concesionaria del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, Lima Airport Partners (LAP) ya pagó el seguro de US$ 200 millones de dólares? Ese incumplimiento traía abajo la concesión pero tampoco se sabe si el MTC y Ositran, emitieron la alerta condenatoria y resolutiva que corresponde.

 

La legalidad de las naciones es una formalidad que “ordena” cómo las empresas multinacionales ejercen el imperio de sus ganancias, qué destino darles, cómo expatriarlas, cuándo y con quiénes. Los bobos que afirman que el imperialismo, fenómeno económico y político, ha desaparecido, no pueden ser más cretinos.

 

Ningún gobierno, el actual de doña Dina Boluarte, tiene limitaciones monstruosas, puede declinar de pelear por mejores condiciones o de hacer una política de Estado al alimón con otras naciones latinoamericanas y en procura de la anhelada Comunidad de Naciones de la América Morena.

 

Una vez más, el acierto previsor de Haya de la Torre, reivindica su presencia ejemplar en una política de Estado de alto nivel, genuino e integracionista.

 

Preguntado sobre dos conceptos fundamentales, Rodríguez Cuadros replicó:

 

-¿Qué imagen proyecta el Gobierno peruano a nivel internacional? Ya no solo me circunscribo al tema del indulto. Hablo en general.

-Yo no soy un partidario de usar la palabra “imagen”. A veces se piensa que la diplomacia no es técnica, pero sí lo es. Y es una ciencia social. Los países no tienen una imagen, sino una proyección externa.

 

-¿Cuál es la proyección internacional peruana, entonces?

-La proyección externa que tiene el Perú en estos momentos es muy negativa. Nos perciben como un país con gravísimos problemas de gobernabilidad, de corrupción, de inestabilidad institucional y de imprevisibilidad de las acciones de los actores políticos. Todo esto da, en resumen, la visión de un país que se percibe, quizás, como el más inestable en América Latina”.

 

Contribuciones al debate político son hoy más necesarias que nunca. A nadie puede solicitarse adhesión o negativa sin previo y concienzudo examen de lo que afirma el diplomático.

 

Pero adecentar la política pasa por la emisión de conceptos que como el carbón, aviva la llama creativa de un apasionante debate.

 

De repente una sugerencia a los emisores autorizados: ¡hablen en pueblo, escasos son quienes transitan por la fabla elegante de tecnicismos especializados!

 

Lo que tenemos por estos días, en nuestros confines criollos, alcanza ribetes de albañal y de ignorancia grotesca que sólo vigorosa munición intelectual puede desalojar.