Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
1-11-2006
¿Serán los áureos lingotes de Pinochet?
En días pasados se hallaron en un banco, lingotes de oro que han sido
calificados como posesión ilícita del ex dictador criminal de Chile,
Augusto Pinochet. Su familia, debe tener razones importantes para
decirlo, sostiene que todo es un montaje. Cierto que el anciano
militar importa muy poco ya, sin embargo ¿son esos volúmenes áureos de
fácil manejo para una persona en singular? O ¿aquí hay la
participación de dobles contabilidades secretas que esconden a dueños
uniformados con claros designios geopolíticos hacia su norte y con la
ayuda de traidores serviles en Perú? Puede parecer ciencia ficción
pero no lo es del todo. Veamos.
Aparte del porcentaje que por ley recibe de Codelco (Corporación del
Cobre), las FFAA de Chile han convertido en su propiedad los filones
de oro que se descubren en la explotación de las minas de cobre, esa
es otra de las razones por las cuales las minas son estatales y no han
sido privatizadas.
Cuando se explota cobre, se hallan filones de oro. Aquí en Perú era lo
mismo con Cuajone y Cerro de Pasco que, hoy privatizadas, sus
propietarios levantan en peso el oro y se lo llevan descaradamente y
eso fue ocultado vilmente contra el país, en los contratos de
seguridad jurídica. Mientras fueron estatales, esos filones se
contabilizaban a favor del país.
Así como los lingotes de oro habrían sido colocados por las FFAA de
Chile, en el HSBC, también pueden existir otros depósitos en Europa,
Asia y el Caribe. Es un capital disponible para usar en emergencias
(casus belli por ejemplo), son valores que se transforman rápidamente
en dinero y pueden servir para comprar armas en el mercado negro,
montar campañas internacionales de desinformación, realizar operativos
secretos y financiar todo tipo de acciones en contra de su natural y
potencial enemigo geopolítico: Perú.
No sería nada extraño que ese dinero hubiese servido para que Ecuador
financie su rearme y organice la campaña internacional de
desinformación en el conflicto del Cenepa antes de 1995. ¿De dónde
salió el dinero para comprar información satelital con la cual
ubicaban a los aviones de la FAP apenas estos despegaban de sus bases?
¿De dónde el dinero para los misiles de última generación? ¿De dónde
el dinero para comprar conciencias argentinas para el tráfico de armas
en perjuicio del Perú? ¿Sólo del petróleo, cuando en esa época los
precios eran bajísimos y el presupuesto ecuatoriano anémico? Este
capítulo nefasto en la historia patria, aún no ha sido aclarado y por
toda explicación se da el tratado de paz, impugnado en libro aún no
publicado pero tildado de traición a la patria por un ex canciller hoy
en vacas flacas.
El hallazgo de lingotes de oro, confirmaría la posibilidad que lo que
siempre se ha sospechado tenga alguna certidumbre consistente: que las
FFAA de Chile lleven una doble contabilidad. Unos son los gastos con
los cuales cautivan a sus vecinos y organismos que se encargan de
supervisar compras de armamento, y otra la real, la que se oculta, es
la de los miles de lingotes de oro, con la cual los australes pueden
hasta duplicar su presupuesto en defensa y, por supuesto, que no
aparece en las cuentas públicas. ¿Quién fue la ministra de Lagos que
supervisó las millonarias compras de armamento?: ¡la actual presidente
Michelle Bachelet!
Mientras en Perú aprobamos con angurria vergonzante un TLC con Chile
asimétrico que nos convertirá en un país de recursos y medios baratos
para la industria chilena; mientras la ministra de Defensa de Chile,
Vivian Blanlot, se burla de sus par peruano con el cuentazo y fiasco
de la homologación; y la ignorante y desavisada ministra de Comercio,
Mercedes Aráoz, cree su propio cuento o delicado brulote, que ha
construido una alianza estratégica con Chile para conquistar Asia;
mientras los lobbies chilenos se aprestan a alquilar a dirigentes
políticos de todo pelaje para continuar pagando sus servicios con
dólares contantes y sonantes, con el pretexto de la integración y de
la hermandad entre el PS chileno y el PAP, olvidando que los
socialistas chilenos son más chilenos que socialistas; las FFAA de
Chile con los recursos que cuentan, pueden planificar sus acciones
para los próximos años en clara superioridad militar y estratégica. Y
el objetivo es muy claro: despojar de toda soberanía al Perú sobre sus
recursos naturales, vía tratados comerciales y seguridad jurídica, y
exhibiendo una poderosa musculatura militar o, lo que es lo igual,
advirtiendo y amenazando que las inversiones chilenas NO se tocan.
Poquísimos días atrás, el general Izurieta, jefe de las FFAA de Chile
sostuvo que veía con preocupación al Perú.
En su brillante y epocal libro, Una difícil vecindad, el maestro y
patriota, Alfonso Benavides Correa, advierte en la página 47: "En su
Geo-política del Cono Sur (El Cid Editor SRL, Buenos Aires, 1979), el
general Juan Enrique Guglialmelli, que le otorga con fundamento
irreprochable al Cono Sur el relieve de "una real entidad
geo-política" y la valorización del Cono Sur como "núcleo de poder
regional frente a los grandes centros de poder mundial", contempla así
a Chile que se considera necesitado de proyectarse en desmedro de sus
vecinos:
1) Chile es un país longitudinal encerrado entre el Océano Pacífico y
la Cordillera de los Andes.
2) Por la razón precedente, desde el inicio de su vida independiente,
preocupación fundamental de Chile, cada vez más acentuada con el
discurrir del tiempo, ha sido quebrar su encierro geo-político y, en
el decenio de 1830 a 1840, arremetiendo contra la Confederación
Peruano-boliviana, dar fuerza y perdurabilidad al acto cercenante de
Bolívar y su mortal equivocación de dividir al Alto y Bajo Perú
mientras preconizaba la constitución del Imperio de los Andes;
3) Para alcanzar tal objetivo tres "constantes" se advierten en la
conducta exterior de Chile:
• Hegemonía en el Océano Pacífico Sudamericano;
• Expansionismo hacia el Norte en perjuicio de Bolivia y, con
expoliación sutil o violenta, del Perú."
Admoniza con preclara virtud Benavides Correa que: "Después de ahogada
la controvertida Confederación de los dos Perú (el Virreynato del Perú
y la Audiencia de Charcas que, subordinada a éste, comprendía el
ámbito de lo que hoy es Bolivia) Chile, país guerrero y político,
buscó:
1) Despojar a Bolivia de Atacama;
Arrebatarle al Perú, Tacna, Arica y Tarapacá;
Neutralizar a Bolivia, ofreciéndole cederle Tacna y Arica e
interponerla entre Perú y Chile;
Hacer imposible que, sin frontera con Chile, el Perú busque los
rescates de la Guerra del Pacífico; y,
Conjurar a toda la América del Sur contra el Perú, con la más atroz
sangre fría, para impedir que pudiera movilizarse.
2) Impuesto al Perú el Tratado de Ancón de 1883 y a Bolivia el Pacto
de Tregua de 1884 Chile:
• Enfrentó peligro de guerra con Argentina; y,
• Para aislar a la Argentina de Bolivia y del Perú y dividir a éstas entre sí:
Encandila a Bolivia con los Tratados de 1895; y encandila al Perú con
el Protocolo Billinghurst-La Torre" (pp. 47-48).
Escribió en su artículo Constantes históricas en el comportamiento
vecinal de Chile, el 9-5-2005, el embajador e historiador Félix C.
Calderón:
"El teorema geopolítico que los peruanos deben tener siempre presente
es que Chile ha visto al Perú, históricamente, como su enemigo
natural. Y hacen muy mal los panegiristas del entendimiento y la
cooperación vecinal en olvidar, soslayar o edulcorar este hecho
irrebatible que es, además, inconmovible, por lo menos mientras siga
vigente la concepción del Estado-nación. No es esto, obviamente, un
reflejo de perdedor, como se ha atrevido a decir un peruano de última
hora, a causa sin duda de una reflexión indigesta provocada por su
conocimiento superficial de nuestra historia. No. Ese teorema fluye
fácilmente del análisis del comportamiento histórico de Chile con
respecto al Perú y nos da la pauta de cómo es menester actuar, porque
nunca es tarde, para que por fin podamos encarrilar las relaciones
vecinales sobre un terreno común de mutuo respeto y ventajas
recíprocas.
Antes y después de su existencia como república, Chile ha visto al
Perú como una amenaza y, por lo mismo, ha sabido encontrar su razón de
ser a sus expensas. Pero no ha sido el único. Simón Bolívar fue el
primero en trazar un designio geopolítico avieso contra el Perú,
epicentro ancestral de la gran nación andina (principalmente Perú,
Bolivia y Ecuador), usurpando Guayaquil y creando luego Bolivia. De
esta forma, fragmentó el espinazo andino y contrapuso por casi dos
siglos a sus pueblos. Años más tarde, el comerciante de Valparaíso,
Diego Portales, hizo el resto con un designio concordante, pero por el
sur, a fin de mantener la dependencia del comercio peruano de los
puertos chilenos. En suma, el Perú desde su nacimiento como república
tuvo que hacer frente al embate de dos pretensiones geopolíticas
adversas, por el norte y por el sur, además de la penetración
amazónica del imperio brasileño. Situación altamente desventajosa de
la que Chile supo aprovecharse con el tiempo para satisfacer sus
propias ambiciones."
¿Va a permanecer cautivo de sus silencios, el hombre común y el de
Estado, peruanos, frente a admoniciones que nos dicen claramente lo
que pasó históricamente o que puede ocurrir, otra vez, por la miopía,
traición y evidente pusilanimidad de una casta dirigente ajena a los
conceptos de patriotismo, honra de los héroes y apego al Ande, la
historia y la tradición?
¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
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