¡Censo 2017 fue un
fracaso!
por Germán Lench Cáceres; germanlench@gmail.com
5-11-2017
El Censo Nacional 2017, no es
confiable y por el contrario es un mal referente, porque tiene una serie de
errores en su ejecución y no cumple con el concepto de lo que es un censo a
pesar que el INEI ha tenido un año o más para organizarlo planificadamente; implica
que es un conteo y recuento de la población del país cada cierta cantidad de tiempo, comúnmente, los censos deben ser efectuados cada 10
años, este estudio demográfico brinda datos importantes para las universidades e instituciones
de estudios, a fin de constatar la cantidad de personas que hay y qué
necesidades o características tienen las viviendas en las que habitan.
Los censos, son de vital importancia para la toma de
decisiones de las instituciones del gobierno que se encargan de distribuir los bienes
capitales, ya que dependiendo del crecimiento demográfico, se establecen
prioridades para demarcar cuáles son los más necesitados de ayuda social,
en dónde pueden vivir estables, cuál es el nivel de pobreza y de extrema
pobreza, una importante variable macroeconómica como la inflación y lo
relacionado con la sociedad, el comercio y la educación.
El censo determina carencias, formas de vida, costumbres,
planificaciones económicas o sociales, desde un punto de vista cuantitativo
para después asignarle un valor cualitativo
al asunto. Un censo abarca la totalidad del país, durante su ejecución hasta el
lugar más recóndito del país debe ser visitado por el encuestador y/o empadronador
encargado de tomar o recopilar los datos.
Lo acotado falló lamentablemente en el último censo que fue
improvisado y con falta de previsión, los empadronadores no llegaron a todos
los lugares, lo que sobre pasa el 10% de la población aproximadamente, por lo
tanto no abarca la totalidad del país y no se puede obtener con certeza datos
de las necesidades básicas. Todo esto ha generado críticas generalizadas de la
población e instituciones representativas lo que ha ocasionado la renuncia inmediata
del jefe del INEI Víctor Aníbal Sánchez, de quien la titular del Consejo de
Ministros se ha referido como un técnico de mucha experiencia y preparación
académica que viene desde hace varios años prestando sus servicios en el INEI,
lo que evidentemente está en duda y
creemos por el contrario que este funcionario debe ser sometido a un proceso
administrativo sancionador sumarísimo que determine su destitución. La premier
dijo que el censo tenía fallas reparables.
De otro lado el censo de población y vivienda 2017 mal hecho
por falta de planificación y logística, debe ser sometido en el término de la
distancia a un proceso de auditoría transparente, crítica y sistemática para
que, de dicha forma, se devuelva la confianza en la población. El censo costo
S/. 173 millones, monto que en un país de escasos recursos fiscales es una
cantidad importante en especial por las ingentes necesidades que existen y que
hay que cubrir. Seamos relistas en reconocer que el censo fue un fracaso.
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