Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
21-4-2025
¡Partidos haraganes y sin imaginación!
Una de las notables cuanto que perniciosas constantes en los
clubes electorales, alias partidos políticos, es su vocación pesarosa por el ocio
y la orfandad inocultable de imaginación. En Perú, donde llueve para arriba, es
cualquier cosa, hasta un escenario pleno en ocurrencias una más desopilante que
la anterior.
Es posible que las agrupaciones más jóvenes, innegable el
gatillo electoral 2026, estén moviendo libretos y haciendo esfuerzos por
comunicar a la ciudadanía del porqué de sus ideas y las formas de encarar las
problemáticas.
Pero ¿qué hay de esas esclerosadas, famélicas y añosas
organizaciones que protagonizan la lucha encarnizada de cúpulas desprestigiadas,
viciosas en los yerros contra la fe del pueblo y que viven de recuerdos
ahogados por los años que no perdonan el oscurantismo de los alfiles vigentes?
Por ejemplo. El presidente de EEUU, Donald Trump, inició una
era proteccionista e impuso aranceles a muchos países, entre ellos Perú. Dígase
de paso que el comercio entre nuestro país y la unión norteamericana no llega
¡ni al 1%! ¿Hay alguna expresión partidaria, estudio vibrante y exégesis de lo
que significa, no solo para nosotros, sino Latinoamérica, esa política del
imperio?
Que se sepa, a los capituleros multipartidarios no gusta
mucho cuestionar absolutamente nada. Se perderían las invitaciones a la
embajada, las fiestas y celebraciones así como las visitas al Departamento de
Estado en Washington D.C. ¡Y allí van los señoríos, derechos a se acabar y
consumir! Tirios y troyanos son fieles e infaltables en los saraos.
Los ibéricos de Telefónica vendieron su operación nacional a
una entidad argentina especialista en reflotar empresas y revenderlas al triple
o cuádruple de su valor. Y esta empresita española aprovechadora del obsequio
que les hizo la gestión delictiva del gobierno de Alberto Kenya Fujimori, tenía
una cartera de ¡13 millones de clientes usuarios!
¿Algún club electoral ha dicho esta boca es mía? En nuestra
cara pelada se rifan las entidades, se trasladan y posponen deudas (impuestos),
para no pagarlos nunca y el silencio sepulcral de las cúpulas políticas,
facilita el contrabando y la estafa. ¿Cuántas invitaciones, teléfonos de
altísima gama y homenajes han recibido los señorones de los clubes electorales?
¿No estuvo, cuando la renovación por 20 años de la presencia
de Telefónica, en Madrid, el ex presidente Ollanta Humala? Y los brindis iban y
venían con la entusiasta vigencia del entonces rey Juan Carlos de Borbón, de
rica y desvergonzada hoja de servicios. ¿En qué nos metió ese gobierno?
¿Hay soberanía del Perú, mar de Grau, territorio patrio, en
el Puerto de Chancay? El señor Tejada, ex mandamás en la zona ¿no fue
defenestrado y enviado a su casa hace algunas semanas? Probablemente muchas de
las irregularidades denunciadas por la valiente prédica del marino Gregory
Paredes y por quien esto escribe, hayan sido imbatibles elementos de juicio
para esa salida abrupta.
¿Cuáles las consideraciones geopolíticas manifestadas por
los clubes electorales? Ahora están preocupados de conocer a las nuevas
autoridades en Chancay para ver cómo, a quién o a quiénes, les sacan
“colaboración” para sus campañas mentirosas. Chaturas repugnantes de quienes no
merecen ¡ni un voto!
La esposa del ex presidente Humala, Nadine Heredia, con un
salvoconducto por “razones humanitarias” viajó al Brasil con la anuencia
ejecutiva del presidente Lula da Silva. Esa persona fue sentenciada a 15 años
por lavado de activos, pero antes del fallo ya estaba en la sede diplomática.
¿Qué han dicho los clubes electorales?
El silencio torpe, cómplice, aborrecible, ayuda poco en la
ya ínfima credibilidad de los clubes electorales ante la ciudadanía.
Esfuerzos individuales, tesis estudiadas (poquísimas), que
se lanzan en las redes sociales, sí circulan pero la ignorancia masiva de los
activistas aniega con frecuencia esos impulsos que se olvidan rápidamente.
Hay clubes cuya “vigencia” consiste en la repetición de
lemas huecos y anemizados por la falta de honestidad cuando les tocó
administrar la cosa pública. Grupos humanos que compartieron encierro,
destierro y entierro con fe en sus ideas y sacrificio descomunal, hoy
contemplan cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando…….
Tengo la irreductible convicción que la revolución moral que
Perú necesita con demasiada urgencia, tendrá que anidar en los compatriotas
desde que están en la primaria y hacia el devenir imaginativo y feraz de los
años. Hay promociones enteras canceladas por su propia mediocridad y falta de
coraje.
Cuando se les sugiere que incurran en caminos atrevidos
tanto de la exégesis como la acción política, lo ven a uno como ave rara, como
loquito suelto que sueña naderías. Da la impresión que arar en el desierto en
Perú es una tarea cotidiana y más común de lo que se cree.