¡Qué le pasa al profesor Castillo!
por Antonio Ramírez; ardesperu@hotmail.com
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22-3-2022
El martes 15 de marzo, el presidente Castillo acudió al
Congreso para dar “un extraño mensaje de
rutina”, el fin, limar asperezas ante la crisis política que preludia su
vacancia, pero al parecer, fue con “un
as transaccional bajo la manga”, a ocultar, la non santa libertad del reo
Fujimori y el acoso a los fiscales Lava Jato, por la impunidad de los que le
han robado al Perú durante treinta años, esto exige, una respuesta a las
siguientes interrogantes:
¿Qué fue del eslogan?: “No más
pobres en un país rico”; que fue de su
promesa de gobernar con el pueblo
y para el pueblo y construir de abajo hacia arriba; ¿“que ha hecho con los abusos de los monopolios, que cobran hasta 200%
de interés” y qué hay del Banco de la
Nación que debe dar al ciudadano, todos los servicios bancarios disponibles,
con tasas accesibles y sin usura?; y ¿qué de “los jóvenes que no trabajan ni
estudian tendrán que cumplir con el servicio militar?”; y ¿qué paso con “Los
delincuentes extranjeros que tenían
72 horas de plazo para salir del país?
¡Una lástima!
Usted señor presidente
Pedro Castillo Terrones, el 28 de julio de 2022, se convirtió en el centésimo
trigésimo (130º) gobernante del Perú a lo largo de sus 200 años, y en tan solo
ocho meses, no solo nos ha mentido, ha transado, aun así, no se trata
de calcinarlo en la crítica y la dureza de los epítetos de una oposición
congresal y política mediocre, que recorre calles, plazas, incluso va fuera del
país exigiendo su vacancia o renuncia por incapacidad moral a la investidura
presidencial que el pueblo le otorgó de manera legítima.
La cuestión es que,
luego de haberse instalado a empujones en Palacio de Gobierno -al que de manera aviesa lo quiso hacer
museo- es pedirle que rinda cuentas, que explique eso de “No más pobres en un país rico” en razón
de que este ingenuo o perverso embuste, nos encamina a ser: “Perú: un país rico, en el que se dispara la pobreza,
el infortunio, el estallido social y la violencia”.
¡Qué
hacer en un país rico, en donde la pobreza y la desigualdad crecen día a día!
Culparlo ciudadano Castillo sería lo más fácil y eso
respondería a “la política del palo encebado” a la del “borrón y
cuenta nueva”; tan presentes en ese “círculo vicioso” que han hecho
del Perú una “república fallida”. Creímos en un fugaz instante de
esperanza, pero al parecer, nos hemos vuelto a equivocar y solo resta decir que
todos los que han gobernado en forma perversa desde la presunta independencia
de 1821, no han sido hombres probos y honestos, han carecido de grandeza y
visión para construir “UN ESTADO, NACION Y TERRITORIO” del cual los
peruanos, nos sintamos dignos y orgullosos. Hoy en el año 2022 y a tan solo
ocho meses de su improvisada gestión, el Perú no tiene dudas, tiene evidencias
de su traición.
No obstante, aún tiene tiempo para rectificarse,
para cambiar el rumbo hacia el destino de “No más
pobres en un país rico”, quizás ignora, que el Perú es uno de los países más mega diversos, que posee el mar más rico
y productivo de la tierra, con capacidad de poner fin en corto plazo, los
flagelos del hambre, la desnutrición crónica y la anemia infantil, de generar
10 veces más ingresos y empleos a través de la diversificación productiva
sostenible; que cuenta con 262 cuencas hidrográficas y más de doce mil lagos y
lagunas, todo un potencial íctico y de agua para el desarrollo acuícola y agro
exportador y seguir siendo el gran destino de la culinaria y la gastronomía
universal y como si esto fuera poco, somos el país del mundo con más reservas
de cobre y oro; por ende, usted fue elegido para gobernar, con todos los
mecanismos y recursos que prevé el ser el primer mandatario de la nación y no
para aprender, el horror ha sido y es, haberse rodeado de funcionarios
mediocres, incompetentes y de malas costumbres y eso no tiene atenuantes.
Como epílogo de la
historia de este bicentenario y como reto de un buen gobierno, es bueno decir, no hacen falta ideologías
foráneas, menos ser comunista o socialista, el Perú, es una tierra de
oportunidades, para los que estamos y para los que vendrán, solo hay que
gestionar con vocación política y moral en favor de los que menos tienen,
aprovechando el nuevo ciclo alcista de las materias
primas, con el cobre y el oro, en máximos históricos, gracias al auge de las
energías renovables, dejando atrás el triste récord de ser el país con más
muertes por el coronavirus y de ser la cola en las pruebas PISA. Por supuesto
hay que desmontar los entramados de la nefasta y corrupta Constitución neoliberal
impuesta en 1993, sobre las que se sostienen las estructuras políticas,
económicas, administrativas, sociales y culturales de la Europa del siglo XIX.