Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
18-12-2015
¿Qué pasa en el
Carmelitas?
Tres testimonios de padres que no se conocen entre sí y con
quienes me topé en varias circunstancias dan cuenta que en el Colegio Nuestra
Señora del Carmen, más conocido como Carmelitas hay un total divorcio entre el
alumnado y el plantel docente y que éste no alienta una enseñanza integral sino
desdeñosa y lejana para con los educandos.
Todos solicitaron, por temor a represalias con sus hijos, el
más absoluto anonimato.
La tarea de los profesores es la de orientar a los
escolares, comprenderlos si acaso pasan por momentos angustiosos que vienen no
pocas veces de casa (peleas de padres, separación, divorcios violentos,
angustias económicas), y comprender sus climas y humores para instarlos a
caminos de solución directa, con los padres (al menos uno de ellos) y bajo la
premisa que el niño o niña no debe resentir su rendimiento ni las notas.
Pero no. Las tres personas se quejaron de algunos maestros
de primaria y que mantienen una cerrazón impermeable a cualquier cosa que no
sea lo que dicen los manuales. Es más, todos coincidieron que los profesores
alientan de un modo cínico que un alumno con dificultades repita el año. Total,
parecen decir, el colegio sigue teniendo ingresos asegurados.
La pensión del Carmelitas es de S/ 1500 o el equivalente
aproximado de US$ 500. No es poca cosa.
Varias décadas atrás existía una oficina que se llamaba OBE,
Organización y Bienestar del Educando), integrada por un psicólogo y turnos de
maestros que dedicaban horas al análisis, problemática y búsqueda de soluciones
para alumnos con problemas de toda índole. Eso parece haber fenecido porque la
mistica que antaño guiaba a los profesores ha desaparecido y en su lugar hay
apatía, desánimo, conformismo y poco entusiasmo porque el alumno supere sus
problemas en conjunto con los profesores y los padres.
Uno de los casos, el más álgido, se refiere a un niño de 11
años que reprobó comunicación integral y lógico matemática. Entonces según el
Departamento Académico, Normas y procedimientos, en el acápite:
Repitencia:
*Repiten si obtienen “C” en Comunicación Integral y
Lógico-Matemática.
El padre reclama porque no sabe nada del asunto y las
comunicaciones desde el colegio a la casa han sido insuficientes. El email
-exclama- no reemplaza la nota en el cuaderno, la citación física que lleva el
mismo alumno para que el padre la firme o la llamada telefónica. Resulta ocioso
llamar al padre cuando el caso de repitencia es inminente y ¡otra vez a pagar
un año más!
Entonces, el padre es atendido por la directora pero no da
salidas, se empecina en que el alumno es el culpable y que “no se puede hacer
nada”. ¿Dónde está entonces que el colegio funciona en coordinación perenne con
el padre de familia?
Según los tres padres, la calidad profesional o instrucción
de los profesores deja mucho que desear y el mejor ejemplo son los escolares
que carecen del respaldo con que deben contar en el colegio y a través de los
profesores.
Haría bien el Ministerio de Educación en reparar en estas
líneas que desafortunadamente llegan por testimonio directo a fines de año
cuando está por cerrarse el 2015 en casi todos los colegios del Perú. Sin
embargo, ello no impide tomar debida nota y ejercer todo el peso administrativo
necesario para la corrección de estos males.
Sería interesante saber ¿cuántos alumnos repitentes más hay
para el próximo 2015 que el año pasado? Así podría establecerse una estadística
y un patrón, de haberlo, de cómo se induce a esta práctica lesiva contra el
bolsillo de los padres de familia.