Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
16-11-2018
¡Resobada pirotecnia
verbal de AG!
AG puede construir todos los
artificios verbales que se le ocurran. Insiste en que hay golpe de Estado y que
padece persecución política. Una simple pregunta es pertinente: ¿quién le cree?
Los trebejos que manipula,
sin dudas ni murmuraciones, en el Congreso son 5, indistintos, de un solo
idioma y visión indiscutible en homenaje a AG. Espectáculo triste de
mediocridad pocas veces visto. Quien pretenda “distinguir” entre aquellos yerra
y desbarra, son exactamente eslabones de una cadena de sujeción vergonzosa.
¿Conoce AG algún calabozo o
prisión siquiera por casualidad? El “exilio” al que acudió vía Bogotá y luego
París hasta que prescribieron los delitos que se le atribuyeron, no disimulan
la holgura económica que nunca ha sido explicada. ¡Ni siquiera en Perú se puede
vivir sin trabajar!
¿Cómo es que el mísero 5.8%
no convenció a los tozudos alanistas que la tragedia electoral era más que
patética y desgraciada el 2016? El 7 de octubre reciente, las listas
presentadas en algunas partes del país, cosecharon reveses y derrotas
catastróficas. La imagen o arrastre de AG es minúsculo.
La devaluación aguda del Apra
es un asunto que está fuera de toda discusión. El habitante de la calle, en
cualquier parte o escenario, reputa a los apristas como delincuentes o ligados
al hampa, a la estafa. Dos quinquenios 1985-1990 y 2006-2011, bastaron con su
enorme margesí de yerros y escándalos, para borrar una historia que mostró
heroísmo, sacrificio, tesón pero sobre todo: honradez. Con sus equivocaciones
el Apra podía exhibir como conjunto una línea de limpieza pública. Luego de
esos lustros todo cambió y para mal. ¿Quién desmiente el aserto?
Y lo descrito ¿no se debe a
las trapacerías de AG?
Los dogos alanistas ladran
con furia y botan espumarajos, pero no argumentan nada porque las cananas están
vacías de flechas o carecen de cualquier clase de munición.
Los últimos cuentos que los
mandos medios e inferiores se engullen solos las coimas carece de cualquier
seriedad. ¿Es que hay empresas tan torpes como para sobornar a quienes NO
deciden si no es con el visto bueno y faltriquera llena de los peces gordos?
Pretender que los peruanos son todos estúpidos ¡sí que es una insolencia!
Aunque comprobando la procedencia preñada de cinismo y cundería, no causa
sorpresa.
AG tiene la oportunidad única
de demostrar que carece de uñas largas y que no tiene miedo a la acción de la
justicia penal. Sus arrebatos y dicterios carecen de cualquier eficacia porque
no timan a nadie.
¿Qué esperan los militantes
para seguir impulsando los comandos de acción que desalojen a los impostores
que han hecho, desde hace más de 30 años, de la política vil negociado
culpable?