Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
12-11-2018
¡Contra vivazos
reeleccionistas y vacas sagradas que quieren colarse al Senado!
Con natural hipocresía
algunos clubes electorales han adelantado que no harán campaña por o contra el
referéndum. Pero ¿cómo se entiende tal expresión si lo que está en juego es la
no reelección inmediata de congresistas y una bicameralidad tramposa porque
posibilita que vacas sagradas reeleccionistas se cuelen al Senado?
En el norte peruano se dice:
las cosas claras y el chocolate espeso. Los congresistas darían su reino porque
los reeligieran indefinidamente. Como la gente los detesta e identifica con una
mediocridad sin verguenza, hay enorme favoritismo para que la opción que lo
impide sea votada de forma positiva. Es decir ¡ninguno de los actuales y
precarios inquilinos de Plaza Bolívar podrá, en el 2021, tentar una opción!
Pero la bicameralidad, además
de prefigurar 50 plazas senatoriales, traería pelotones de secretarias y
brigadas de asesores, en buen castellano, más desperdicio de recursos que salen
del impuesto de los peruanos. ¡La pamplina que es una instancia reflexiva y
sabiduría se cae porque desde 1993 ninguno de los vivazos ha sustentado
semejante parecer hasta hoy cuando ya tienen imposible repetir el plato!
La gente está harta de
algunos apellidos cuya mejor virtud ha sido decir tonterías, mostrar su inmensa
estulticia e ineptitud para los temas de Estado. Muy pocos, no llegan a una
decena, es la porción de personas capaces de pronunciar dos o tres párrafos
seguidos con lógica y decencia sin sufrir surmenage agudo. Los más, tienen
lustros completos en la gestión de tráfico de influencias, obtención de
diplomas honoris causa, viajes al por mayor y “ayuditas” interesadas y por
“causas” comerciales de minorías fenicias.
Pocos días atrás todo el país
pudo ver, no a parlamentarios discurseadores de galano verbo y ciencia
profunda, sino a bufones de mal talante anunciando sus ofertas a cual más
palurda que la anterior. Poca, si existe alguna, la diferencia con un mercado
en que gana el más o las más gritonas. ¿Antología?: ¡no! ¡Vulgaridad absoluta!
Pocas veces el repudio al
Congreso ha sido tan manifiesto y algunos de sus integrantes han sido
insultados a voz en cuello en las calles.
Los únicos que no quieren darse
cuenta de la álgida situación son los congresistas. Unos hacen el ridículo casi
a diario; otros se desgañitan en sus monsergas clamando una lucha contra la
corrupción cuando ellos …… ¡nacen de la corrupción!; los de más allá, aún no
olvidan que las aulas universitarias pasaron ya y que el país demanda
soluciones de Estado; el conjunto exhibe con impudicia una predilección por la
torpeza y la estupidez más sincera de que se tenga memoria.
Cuando el 9 de diciembre se
adelante la jubilación, al menos por 5 años, para los actuales congresistas, y
el no mayoritario por una bicameralidad hechiza sea realidad, el pueblo –más
sabio que todos los sabios- estará haciendo uso de su inalienable derecho a
decir ¡basta! Agregaría algo más: juicio de residencia a todos. El que no deba,
no tendría que temerlo. Los otros que asuman su responsabilidad.