Informe
Señal de Alerta
Herbert Mujica
Rojas
2-12-2022
Embajador Fortunato Quesada: “argolla tiene poder en Torre Tagle”
El diplomático Fortunato Quesada aceptó charlar con Diario
Uno y responder a un cuestionario firme y directo.
-Tal parece que usted
tiene la suerte algo en contra, ¿es así embajador Quesada?
“En Cancillería –y debo decirlo con inmensa pena pero
también con indignación- tiene poder, poder imbatible hasta hoy, una argolla cuyos
dictámenes, decisiones y caprichos no pueden ser parados por una administración
sometida y atemorizada”.
-No son pocas las
publicaciones periodísticas, en Diario Uno suman algo más de una decena los
informes y ninguno fue rebatido o aclarado. ¿No interesa la verdad de los
hechos en su institución?
“Mi preocupación más delicada se refiere al personal
diplomático que pudiera ser objeto del mismo abuso de que fui víctima. Entonces
¿cuál el profesionalismo en la carrera si en cualquier momento, las vacas sagradas
determinan el colapso total y el fracaso de un proyecto de vida por sus
caprichos, veleidades, resentimientos, venganzas. ¡Ni hablar de los
administrativos a los que a veces se trata con mayor desconsideración y
desdén”.
-Vayamos a su caso
para puntualizar y que no se tomen sus expresiones como puro resentimiento o
frustración. ¿Le parece correcto?
“Bien. Procuraré hacer una síntesis. Hubo violación del
debido proceso pues no hubo presunción de inocencia, de imparcialidad, de
neutralidad, de proporcionalidad. Se me destituyó por grabaciones ilegales,
hechas violando mis derechos constitucionales y de mi privacidad. El canciller
Popolizio y el viceministro de Zela conocían aquéllas desde mayo de 2018 y se
convirtieron en juez y parte. Todo mi proceso estuvo viciado desde su inicio
porque estaba programado al milímetro”, subrayó Quesada.
-¿Cuáles son
las pruebas?
El chofer de la embajada proporcionó los chats de
coordinación de las grabaciones ilegales por su propia voluntad, así como el
contacto con la prensa peruana. El chofer renunció ante esta farsa.
Los audios dados por el cocinero, motu proprio, que detallan
las coordinaciones entre Rubín y él mismo para grabarme por indicaciones de
Lima.
Los 31 folios que Rubín entregó en octubre de 2020, al verse
suspendido, donde se detalla sin lugar a dudas, toda la meticulosa preparación
del acto doloso para realizar un escándalo mediático prefabricado.
Por último, el informe técnico de la Oficina de Recursos Humanos
de la Cancillería, No. 011 de diciembre de 2020 donde se encuentra
responsabilidad en el canciller Popolizio y el viceministro de Zela.
-Todo ese
conjunto de documentos ¿probarían la componenda o complot contra usted?
“Hay más que suficientes elementos de convicción que
demuestran que la conspiración existió el 2018 y las suspensiones de Boza y
Rubín lo prueban. Había una clara motivación y arbitrariedad por parte del
viceministro de Zela y del canciller Popolizio de liquidarme de antemano.
Debo subrayar que aquí se sienta un nefasto precedente que
atenta contra la institucionalidad de la Cancillería, de la justicia y pone en
riesgo la estabilidad del propio servicio diplomático al comprobarse la
degradación de los procesos disciplinarios.”
-O sea que ¿los
operadores fueron muy útiles?
Boza y Rubín fueron utilizados por de Zela y Popolizio, en
base a la carrera jerarquizada y a un mal concepto de la obediencia debida.
-¿Y hasta hoy
no hay ni una sola enmienda o reparación sobre su caso?
“Toda institución que tiene su sistema de justicia que al
comprobarse que existió una estrategia perversa, conspiración o componenda –los
nombres pueden variar- debe proceder a corregir dicho error que está totalmente
comprobado. Si hay capacidad de sancionar erróneamente, debe haber humildad de
enmendar dicha equivocación.”
-¿Qué le diría
al titular ratificado de RREE, César Landa?
El canciller Landa no puede ni debe, al ser un jurista y ex
presidente del Tribunal Constitucional, no aplicar la justicia que él estudio
para impartir. Mas aún en este caso que está probado que hubo conspiración
contra un funcionario, violando el estado constitucional de Derecho y, a todas
luces, el debido proceso. La política de no actuar ante todas las pruebas que
conoce, lo convertirían en cómplice de un acto doloso, que ha dañado la imagen
y prestigio de la Cancillería y que debe terminar por el bien de Torre Tagle.