Friday, July 15, 2011

El APRA popular y Ollanta Humala por Luis Alberto Salgado; luissalgadot@aol.com, pp.2-3 Hildebrandt en sus trece, 15-7-2011



                                                                                           EL APRA  popular y Ollanta Humala
                                                                                                                                        Luis Alberto Salgado
 
El triunfo de Ollanta Humala el 5 de junio fue el resultado de la confluencia de varias corrientes de pensamiento y fuerzas políticas, sociales, e inclusive, culturales, en este Perú diverso, plurilingüe y multicultural.  Muchos no entendieron la convergencia de varios Perú que entre la primera y la segunda vuelta iba tomando forma concreta de opción política y electoral, en todo el país, y que casi por instinto de auto-conservación cerca de ocho millones de electores entendieron claramente que no era posible devolverle el control del Estado a una organización criminal que en la década de los 90 devastó al país y nos cubrió de vergüenza como nación. La mayoría entendió esto y decidió con dignidad.
Pero otros no lograron entender. Por atavismo, por temor o por prejuicio.
Y a ese encasillamiento analítico limeño y excluyente - que hacía que algunos anunciaran con desvergüenza e indignidad el regreso del fujimorismo -  se le agregó la arrogancia racista y los millones de dólares de grupos de poder económico mezclados con muchísimo dinero proveniente de la corrupción de ese fujimorismo de los 90 y de la corrupción que se potenció, también, durante el gobierno de Alan García que culmina.   
Por ello, la victoria de Humala sorprendió a muchos en Lima y el Callao que vivían su burbuja y su mundo de fantasías alimentado por encuestas y encuestadoras sospechosas y titulares y noticieros de una prensa promiscua y éticamente desahuciada.
Una de las fuerzas políticas, (que está allí latente pero muy distante y contraria al gobierno de AGP) que contribuyó a ese resultado de victoria fue el aprismo democrático. Un elevado número de apristas y simpatizantes respaldó la candidatura de Humala -  inclusive para la primera vuelta (de allí que el "APRA" oficial sólo obtuviera 4 congresistas el 10 de abril) - que el 5 de junio y sin necesidad de directiva ni consigna votaron por la propuesta de Gana Perú. La razón es que las propuestas de política económica y social de Ollanta H., las banderas de justicia social, la defensa con dignidad de lo nacional, y la búsqueda de la integración de América Latina por un Estado democrático y popular, sin corrupción, coinciden plenamente y son banderas históricas del aprismo de Haya de la Torre. No había que dudar mucho al respecto.
Pero algo inédito ocurrió. Pues esta opción mayoritaria de militantes apristas fue muy distinta y contraria a lo que  abiertamente, de distinta manera, y en distintos tonos venía sugiriendo, insinuando, o exigiendo la dirigencia limeña del APRA oficial encabezada por García. Y estos últimos fueron los grandes derrotados.
Por esa razón, nunca fue más necesario distinguir a esa APRA oficial y gubernamental muy alejada y enfrentada a los pueblos del Perú, que ningunea y ofende a quechuas, aymaras y poblaciones amazónicas (ciudadanos de segunda según discurso oficial), que legisla y gobierna contra trabajadores, campesinos, empleados y clases medias y desprotege a empresarios peruanos, del APRA popular y democrática fundada por Haya de la Torre que aún existe a lo largo y ancho del país y que, sin duda, continuará respaldando al régimen que se inicia el 28 de julio, en esa misma línea de propuestas de gobierno del candidato vencedor Ollanta Humala. Importante diferencia pues, entre una y otra APRA. Situación inédita en la historia del PAP que es necesario analizar bien y comprender mejor.
¿Qué hará el APRA oficial?. Pues en el plano legislativo, no puede hacer mucho con ese número exiguo de 4 congresistas, que es la prueba incontrastable de su fracaso y evidencia de la voluntad de castigo infligido en las urnas por ese pueblo aprista a una dirigencia usurpadora. Pero esa muy exigua representación estará, no al servicio de los pueblos del Perú (como no lo han estado los que se van), sino fundamentalmente al servicio del presidente saliente quien enfrentará indefectiblemente, él y cierto número de colaboradores suyos, graves denuncias de corrupción. El ciudadano Alan García, a partir del 28 de julio tratará de utilizar a la "maquinaria aprista" (o lo que queda de ella, y a la que pueda aún influenciar) para su propia defensa y blindaje, nuevamente. Mirada fríamente la situación, esto es lo que ocurre cuando un proyecto personal logra superponerse, innoblemente, sobre los objetivos históricos de un vasto movimiento. Difícil predecir qué ocurrirá a partir de ahora.
En el balance, el Gobierno de Ollanta Humala, tiene la oportunidad, verdaderamente histórica, de re-enrumbar al Perú como país viable.  En la medida en que, honrando sus compromisos, actúe con limpieza y realmente combata a la corrupción, consolidará la gobernabilidad. Su confluencia con las diferentes corrientes, fuerzas políticas y movimientos regionales será consecuencia normal. En la medida en que no sea así, el pronóstico debe ser reservado.
Lima, 12 de julio 2011 
 
 

Perú: “Inclusión no es una frase, hora de replantear el Estado”

Perú: "Inclusión no es una frase, hora de replantear el Estado"
http://www.voltairenet.org/Peru-Inclusion-no-es-una-frase?var_mode=calcul

En el magnífico tomo de 600 páginas que le ha dedicado Constante Traverso Flores, Los peruanos, historia de la exclusión social en el Perú y que presenta hoy viernes 15 a las 7 pm. en la Casa Museo Ricardo Palma de Miraflores, el autor propone como viga central su tesis que la "inclusión no es una frase, hora de replantear el Estado".

Afirma que la reconciliación nacional no puede ni debe de darse entre lo que representa el autoritarismo, la corrupción y la democracia, sino del Estado peruano con todos los pueblos, especialmente con aquellos que poblaron este territorio desde hace más de 7 mil años.

Agrega que el autoritarismo corrupto de los años 90, trastocó los valores, pisoteó la cultura, y desideologizó a los peruanos. Los verdaderos demócratas tienen como tarea inmediata, la construcción de instituciones virtuosas, y la consolidación de liderazgos castos, que permitan afianzar la democracia.

Para Constante Traverso Flores, el gobierno electo, conducido por el comandante Ollanta Humala -en su Mensaje a la Nación de 28 de julio- debe pedir perdón, a nombre del Estado peruano, a los pueblos quechua, aymara, chanka, wuari, shuar, y otras etnias de la selva; por todos los abusos, atropellos, y olvidos cometidos en casi 200 años de República.

Constante Traverso sostiene que la inclusión social en el Perú será un largo proceso de varias generaciones, que pasa por gestos como el que propone, por la construcción de un modelo basado en la democracia social y económica, con libertad política; sustentado en una Constitución que armonice la democracia con la justicia social, corrigiendo las desviaciones del egoísmo económico, resaltando que el Estado de derecho debe ser un servidor de la sociedad y no su amo.

El grueso tomo de atractiva y amigable presentación gráfica, como en las mejores capitales del mundo, se denomina como un trabajo periodístico de investigación y análisis de la historia peruana, escrito en un lenguaje sencillo, desde un ángulo crítico que cuestiona algunos hechos hasta hoy conocidos, como se lee en la contracarátula.

Acercar al periodismo con la historia, las letras con la pudorosa Clío, mil veces violada en nuestros pagos, no parece tarea sencilla en nuestros días. No obstante de la cultivada y perversa "falta de memoria" en que se ha educado a casi todas las generaciones peruanas, Traverso puntualiza aportes, nombra a personas y evita el trasiego de odios impostados o antipatías por razón de las posiciones ideológicas. Las citas a textos de Víctor Raúl Haya de la Torre, Víctor Andrés Belaunde, José Carlos Mariátegui y otros estudiosos, nacionales y foráneos, enriquecen la vasta gama temática en que ha incurrido el autor.

Reafirma Traverso que el gobierno será legítimo por la forma como se origina y por la calidad ética y virtuosa de sus mandatos. Con la creación de mercados internos, la incorporación de trabajadores y campesinos al sistema laboral, en planillas, con seguridad social y una jubilación. También es importante la construcción de vías de comunicación, de infraestructura de agua, desagüe, electrificación, telefonía e internet.

Por último, agrega Traverso: "La inclusión no es una frase, es una serie de hechos que nos debe llevar a replantear el Estado peruano, multicultural, multiétnico, y de esta forma definir que los peruanos somos todos los nacidos y afincados en este territorio: los blancos, los asiáticos, los negros, los quechuas, los aymaras, los chankas, y las etnias de la selva".


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