Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
16-10-2023
Vulgar pretexto para un crimen
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De repente, al momento de leer estas líneas, ya se produjo
la invasión y arrasamiento total israelí sobre la Franja de Gaza. El motivo
ideal, la masacre impulsada por los terroristas de Hamás, que no son el pueblo
palestino, ya obsequió el tan largamente acariciado pretexto, palurdo, infame,
delictual, pero excusa suficiente para el genocidio.
En las redes sociales, refugio de tirios, troyanos, burros y
espías de todos los pelajes, menudean “explicaciones” que pretenden cohonestar lo
que ocurre en Gaza que no es otra cosa que una masacre.
Equiparar o reivindicar las glorias científicas o
intelectuales o estudiosas de personalidades judías con la afirmación criminal
de abalear a palestinos, hombres, mujeres, niños, criaturas, representa un
insulto antes que mérito alguno.
Si bien verdaderas o genuinas, las conquistas de aquellos no
se obtuvieron por el hecho de ser hebreos, sino porque eran personas con gran
inteligencia aplicada a la pesquisa metódica y estudiosa de sus indagaciones.
Supongo tan solo que a nadie se le ocurrirá sostener que por
ser de determinada nacionalidad, obtienen la franquicia genética de seres con
inteligencia muy superior. Recuérdese a los nazis, eran capaces de componer el
ala fracturada de un pajarito y al lado, en horno gigantesco, cremaban a
millones de judíos.
La especie pseudocultural, no resiste ningún análisis. Pero
hay quienes no sólo la enuncian sino que reproducen, reiterando el bulo (como
bien ha reivindicado el término, Eduardo González Viaña), y lo esparcen urbi et
orbi.
Para Umberto Eco, Internet daba albergue a idiotas de alta
graduación aberrante y eso hacía inferir la calidad abisal de sus
“producciones”. Tal cual, viene ocurriendo.
Todo vale para justificar la masacre de cientos de miles de
palestinos. A Clío (diosa de la historia, por si acaso), se la mantiene alejada
y en secuestro perenne. No se la deja hablar ni confesar cómo sucedieron las
cosas.
A partir de 1948, un grupo humano llegó a Palestina y con
las décadas, guerras y actitudes belicosas, pasadas por alto por el mundo
“civilizado”, se hizo de la mayor parte de ese territorio.
El grupo terrorista Hamás, por un tiempo alentado por
sectores ultra conservadores en Israel, y como freno a la Organización de
Liberación de Palestina, OLP, que tuvo en Yasser Arafat a su líder más
caracterizado, generó con su crimen imperdonable, el gatillo necesario para la
“solución final” que ya está costando decenas de miles de muertes en
poblaciones civiles y desarmadas.
Imposible eludir la reminiscencia a esa “solución final” que
aplicaron los nazis contra millones de judíos que perecieron de la peor manera.
¿Cree el lector que sea difícil el parangón, en voltereta o
cabriola caprichosa de la historia, con los tiempos actuales?
Diferencias las hay menores. Verbi gracia, no hay ningún
letrero que diga: Arbeit macht frei (el trabajo te hace libre o te libera),
como pusieron, en las entradas de los campos de concentración, los nazis. Y
adentro, en sus confines, morían gaseados, quemados, vejados, millones de
hebreos.
La Franja de Gaza tiene algo más de dos millones de
habitantes palestinos. Es una cárcel a cielo abierto y con gente inerme. ¿Se
pretende contrabandear que todos pertenecen a Hamás y que lanzan bombas o
balazos sin tener con qué hacerlo? La propaganda estupidiza y rebaja la razón a
lo más insólito.
¿Debiera ser un árabe palestino en la Franja de Gaza,
Cisjordania o en cualquiera de los continentes, un réprobo porque así lo dice
la propaganda mal intencionada? Y, en la antípoda ¿hay que considerar al
israelí como dechado humano de lo más sublime de la inteligencia, porque esta
misma difusión lo afirma?
¡Ni lo uno, ni lo otro! Conozco ciudadanos peruanos de
origen palestino y también israelíes, respetables, cumplidores de sus obligaciones
y laboriosos, empresarios y emprendedores. El origen étnico no crea
espontáneamente el brand (marca) de calidad. ¡Eso es una infamia para débiles
mentales!
Si la crónica de muerte anunciada en Gaza se confirma, nada
habrá que diferencie a ese genocidio de los peores que se han sucedido a lo
largo de los tiempos. Y la condena absoluta deberá recaer en sus fautores,
dueños de una impresionante máquina de guerra que no encontrará ¡en ninguna
parte! justificación “razonable”.
Mal hacen los bobos en tomar partido por el crimen, con mil
atuendos vestido, pero reza el dicho: aunque la mona se vista de seda, mona se
queda. La matanza, el asesinato, lucirá galas pero su pezuña fétida pervivirá
con infamia por los siglos de los siglos.