Tuesday, September 22, 2015

CHS: ¡40 años después!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
23-9-2015

CHS: ¡40 años después!

El sábado 12 de los corrientes fue para los integrantes de la Promoción Elizabeth Miller del Colegio América del Callao, un día más que especial, de recuerdo y nostalgia por los que partieron tempranamente y, sobre todo, una convocatoria de alegría y fraternidad. De 1975 a 2015, son cuatro las décadas transcurridas y no todos los días se cumplen 40 años de haber superado los estudios secundarios.

Fue el 2014 en charla amena con una condiscípula de la misma clase que escuché la admonición sobre la que no había pensado hasta entonces: "el próximo año cumple 40 años nuestra promoción". A partir de entonces otorgué un pensamiento subrayado al suceso porque en el tráfago de esos decenios, se forjaron familias, advinieron nuevos estudiantes, el Perú, crisol de razas y de policromías imbatibles y combativas, cambió de varias formas, muchas de las cuales ya ni siquiera se parecían a lo que en nuestra primera juventud vimos y vivimos.

El acontecimiento tuvo los ribetes de una organización formidable. Los integrantes de la comisión: Rosa Castillo, Gladys Pimentel, Eduardo Patsías, Ivette Queirolo y Leonor Gavidia, lograron en tiempo sublime, doblegar todas las resistencias, incluidas las de alforjas reticentes que luego trocaron en patrocinadores y armaron una celebración que se ha ganado el título de inolvidable. Cual reloj suizo y con horarios cuasi estrictos, desde la foto que acompaña a esta nota, hasta el fin de fiesta, todo caminó con sobresaliente desempeño. Ellos han sido nominados como los responsables del próximo encuentro para el 2016.

El Colegio América del Callao es una de las instituciones más antiguas del Callao. Fue fundado en 1891 y en respuesta audaz contra los estragos de la guerra que Chile planteó al Perú entre 1879-1883 y que el primer puerto del Perú sufriera en carne propia varias veces, con infame laceración aunque siempre altiva resistencia. Desde entonces a la fecha cumplió con su lema: Entrad para aprender, salid para servir. Muchos de nosotros, hoy ex alumnos, formamos parte de esta congregación cívica desde el Callao para el Perú.

Si se pudiera medir la intensidad y emoción del memorable convite, me atrevería a decir que cuando los chicos y chicas de la Promoción 1975 entonaron el himno del Colegio América, fue cuando la fiesta anunció la profunda querencia al centro de estudios, al hogar que nos cobijó por once años y a la entidad que pudo reconocer en las voces cantantes, broncas y sentidas, de más de 60 participantes, embajadores invictos, aquí o acullá, por todo el mundo.

No sé distinguir entre amistad o hermandad. Creo que es un tema semántico, de preciosismo castellano. Acaso sea bello decir que los que fuimos integrantes de la Promoción, sea que desde 1964 o los que unieron sus destinos al equipo en el decurso de los años, saben que ese sábado volvimos al aula, a la travesura jocosa, al ritmo ingenioso del apodo pasajero que logró traspasar las décadas y que fuera recordado el 12. Baste con decir que Tino Salinas se acordaba bien que alguien le puso "filamento de foco eléctrico". Yo había olvidado tanta maldad.

Dante Díaz Periche y su esposa, también maestra, Carmela Silva y el siempre ameno Samuel Cotos, diestro en los guarismos, su formulación y la chispa infaltable para estimular los cerebros juveniles hacia las matemáticas, nos acompañaron.

El video que compendió de un modo u otro, nuestro paso triunfal por las aulas del Colegio América del Callao, en la zona in memoriam recordó a los que se fueron prematuramente. Para ellos la devoción eterna de nuestra profunda amistad que cimentó en los lustros y décadas una llama votiva en su homenaje.

Los testimonios de regocijo en torno a la fiesta del 12, se han sucedido, todos hermosos y fraternos. Y hoy que proso estos versos al modo de Vallejo, se me ocurrió que también podía escribir algo como abrazo vibrante para todos los chicos y chicas que asistieron a la celebración. A ellos, su paciencia, su amor, su alegría, blasones humanos que como el soplo eterno de eterna ilusión persisten insuflando cultura, honor y servicio, haciendo de la vida jaculatoria, elan imborrable, inauguración y mantenimiento de nuestro deber ayer como alumnos, hoy como padres, hijos y peruanos de siempre. A todos, muchas gracias.





Tramposa Nota 3 en ascensos diplomáticos

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
22-9-2015

Tramposa Nota 3 en ascensos diplomáticos

Todos los años se producen quebraderos de cabeza, agudos, atroces, en el proceso de ascensos de Cancillería. Unos trepan por muy cuestionables conceptos y otros, con largueza y tiempo de preparación esmerados se quedan en el grado porque son postergados.
  
La prensa escrita, radial y televisada tiene la obligación de estar pendiente y que este 2015 no se repitan los ascensos con el signo de escándalo y oprobio de los años anteriores. Que los primeros en méritos, asciendan por los mismos. ¡Abajo la compadrería y el favoritismo!

La diplomacia debe entenderse como una línea de defensa de la Patria y sólo deben formar la vanguardia aquellos que lo merezcan y con enorme capacidad comprobada, científica y en el desempeño.

¡Atrás deben quedar las manipulaciones, simpatías y las órdenes de mandones que entienden poco o nada de una carrera que merece la confianza ciudadana que paga además sus sueldos, sólo si alcanzan las cúspides de excelencia en la inequívoca defensa de los fueros de la Patria! Es por ese favoritismo que la Cancillería está tan desprestigiada ante la opinión pública.

El sistema actual de ascensos, está profundamente viciado con la aplicación arbitraria de la mal llamada Nota 3, de concepto, que tiene un valor de 3 sobre 10, pero que nadie sabe cuáles los criterios usados aparte del conchabo y bajo cuerda.

La Comisión de Ascensos suele obedecer mandatos de las más altas autoridades de la propia Cancillería y de fuera de ella, personajes políticos que ejercen presión, y se alteran  sustantivamente los cuadros de méritos que arrojan notas que son objetivas: 1) rendimiento profesional y 2) perfeccionamiento académico. Estas dos notas valen 7 de un total de 10. La nota de concepto que altera todo, que es oscura, arbitraria y favorecedora de los que ascienden, solo vale 3. Al final ésta decide con prevalencia y preferencia.

La mal llamada nota de concepto enturbia el ascenso. No obstante que un funcionario alcanza los primeros lugares, por la suma de las notas 1 y 2, puede no ascender por la aplicación abusiva de la nota 3.

Curiosamente, con la nota 3 la Comisión de Ascensos va a “subir” a funcionarios con los más deprimentes puntajes y al mismo tiempo “bajar” a los que están primero. De este modo, la nota 3 favorece a unos y a la vez penaliza a otros. Los más mediocres suben y los más capaces, bajan.

Modificación del proceso
  
1. Los ascensos deben darse con la sola aplicación de los méritos profesionales y académicos comparando los resultados en la carrera de los funcionarios, viendo cada foja de servicios, con plena transparencia. Ascenso exclusivamente sobre méritos. Debemos tener un Servicio Diplomático en donde impere la norma que los más capaces tienen que ascender.

2. Recoger el principio de la antigüedad calificada, por el cual 20% de los funcionarios aptos debería ascender. De este modo se reconoce el esfuerzo, sacrificio, energía y tiempo ofrecidos al Servicio.

3. Dar real valor a las notas 1 y 2 por ser ambas absolutamente objetivas.

De este modo, los ascensos se producirán más sobre la base de los méritos, carrera profesional y desarrollo académico.

4. Fin definitivo a la manipulación de los ascensos con la mañosa Nota 3.

En ese sentido, aplicando un criterio de objetividad, de un total de 10, éstas son las ponderaciones que deberían asignarse a las tres notas:

La nota 1, que es objetiva, debe mantener una ponderación 5. Es la nota de los jefes directos del funcionario sobre la base de sus resultados profesionales.

La nota 2, es la más objetiva, porque está basada en requerimientos cuantificables y comprobables. Por eso debe tener valor de 4. Esta nota se refiere a numerosos criterios que el funcionario debe cumplir para alcanzar el máximo posible y a la que las generaciones jóvenes, con loable propósito de superación, dan debida atención. Al respecto, es largo el listado de exigencias académicas que se van acumulando y sustentando unas a otras, a saber: Academia Diplomática, estudios profesionales, diplomado, programa especializado, maestría, doctorado, idiomas, publicaciones, libros, artículos académicos, investigaciones, actividad docente.

Se sabe con largueza de datos que personajes que nunca han hecho estudios, hasta quieren eliminar esta nota, lo cual es realmente inaudito en un Servicio del Estado de excepcional importancia tanto en paz como en guerra.

El sustento para incrementar debidamente la ponderación de esta nota 2 como valor de 4, parte del propio ordenamiento jurídico, Decreto Legislativo Nro 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa, Artículo 11, en el que se establece que la capacitación académica debe ser tomada en cuenta en la promoción de los servidores públicos y que todo proceso de promociones debe ser transparente y basarse en la meritocracia.
  
El perfeccionamiento académico y su calificación es un criterio extendido en toda institución que se respeta, ocurre en un sinnúmero de servicios diplomáticos sudamericanos y europeos.

La nota 3, de concepto, que es completamente subjetiva, debe tener valor 1, con la precisión que esta última no podrá variar en 2%, hacia arriba o hacia abajo, respecto del promedio de las notas 1, profesional, + 2, académico. La nota 3 debe convalidar el cuadro resultante de las notas 1 + 2 que representa el puro esfuerzo de los funcionarios o por excepción definir cuando existen diferencias de puntaje infinitesimales. Esta sana práctica de cuantificación ocurre en servicios comparables al peruano.


El fundamento legal está nuevamente en la Ley Nro 29018 que rige los ascensos de los Oficiales de las Fuerzas Armadas y que establece que la Junta Evaluadora (equivalente de la Comisión de Ascensos), tiene una incidencia marginal en la definición de los cuadros de ascensos, solo el 3% del total de la nota.