Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
8-8-2016
El Perú al ritmo de
El Panfleto
Entrevista con Christian Flores y Orlando Macharé, miembros
del equipo de El Panfleto http://elpanfleto.pe/
, portal de noticias satíricas de coyuntura nacional.
-María Ramona es de origen francés, vive en Barranco, alimenta a los
gatos en Miraflores, admira a Frida Kahlo, toca batería en las batucadas con
las tetas pintadas
-El Tío Vladi y sus consejos de amor son un tema publicable
-Si un político la embarra, nos vamos encima de él
-Hemos hecho panfletonos y panfletones; ganamos S/ 400 cada uno cada
tres meses por publicidad en la red
-Si la selección de fútbol no clasifica tampoco es culpa del general
Juan Velasco Alvarado
-Hacemos crítica y sátira política de coyuntura nacional e
internacional
-Somos una respuesta a la gente blanca que analiza a los cholos y
practica un academicismo elitista
-Para la “marronidad” sin apellido compuesto o de ancestro francés, es
muy difícil tener legitimidad en la discusión académica
-¿Cómo comienza
Panfleto y de qué se trata?
Comienza en el 2010 con Fernando Ríos, el fundador. Es un
equipo que ha ido variando en cuanto a gente pero el núcleo sigue siendo un
conjunto de chicos de ciencias sociales que utilizamos el lenguaje que hemos aprendido
pero para hacer crítica y sátira política sobre coyuntura local pero también
hemos tocado temas internacionales.
-¿Por qué la
referencia a Sánchez Cerro?
Cuando El Panfleto nace justamente la idea fue hacer burla
de las fotocopias en material sencillo que utilizaban los grupos de izquierda
en San Marcos. No faltaba el día en que recibieras 4 ó 5 panfletos, uno sobre
el Che Guevara, otro sobre la revolución de octubre, actividades de muchas agrupaciones
que te decían cosas diversas. Fernando empezó a usar el mecanismo y entregaban
El Panfleto con el subtítulo: Organo Reproductor de San Marcos y a algunos les
gustaba y a otros no. Nos empezaron a llamar fachos, tirados a la derecha,
reaccionarios y a Fernando se le ocurrió llamarnos “sanchecerristas” por la
posición, en la época, entre gobierno y comunistas y nosotros éramos críticos y
opositores a la izquierda en la universidad.
¿Qué etapas han
pasado?
Una primera de crítica y burla al interior de ciencias
sociales. Una de las cosas que nos parece más risibles y paradójicas es que
siendo una Facultad de Arqueología-UNMSM más importantes, está asentada o
construida sobre una huaca. Nosotros jugábamos haciendo artículos como
arqueólogos y que encontramos vestigios de actividad humana y poníamos una foto
de Ron Pomalca porque los estudiantes tomaban a la espalda del local y dejaban
preservativos y tronchos a medio acabar.
-¿Algún vacío en
particular?
Sí, cómo no. La crisis de la universidad pública, una etapa
que más que de poder, es de autoridad y cómo es que hay una relación
deslegitimada entre quienes administran San Marcos, los profesores y los
estudiantes. En ese contexto tan hostil es que se genera El Panfleto. Ante el
poco espacio institucionalizado en la Asamblea Universitaria, el Consejo, lugares
donde no se permitía la crítica y había un vacío enorme por llenar.
-¿Qué tanto han
llenado ese hueco?
Bastante pero también con una relación un tanto extraña
porque El Panfleto concitaba el odio intenso de las autoridades, ya nos
conocían, sabían de nosotros y había conciencia que la publicación era parte de
San Marcos. Hay mucho valor humano en la universidad a pesar de su crisis
institucional.
-¿A qué atribuyen que
El Panfleto rebasara San Marcos para hacerse parte de la lectura pública?
Su impacto pudimos comprobarlo cuando la gente preguntaba
¿qué opinábamos sobre esto o aquello?. En algún momento por las ocupaciones
particulares de cada uno de los de El Panfleto, casi habíamos cerrado el
quiosco y la gente nos pasaba emails y decían: “Acaba de pasar lo de Acuña,
estamos esperando a ver qué dicen ustedes”. No es que no quisiésemos escribir,
redactar el texto, subirlo a la red, rebotarlo, sino que carecíamos de tiempo.
Yo viajo en microbuses y siempre tengo el vicio de observar qué lee la gente y
más de una vez he visto cómo la gente rebota desde sus celulares los textos de
El Panfleto y eso nos da la medida de cómo ha calado la publicación.
-¿En qué etapa van
hoy?
Estamos tratando de mantenernos y es lo que mejor sabemos
hacer. Tuvimos la oportunidad de hacer audiovisuales con La República pero
ellos lanzaron una publicidad muy descafeinada sobre el producto y no nos
gustó. No queremos hacer reír sino aprovechar el vehículo de la risa para hacer
pensar, aportar con crítica y a la hora de poner el material en la fan page
pusimos un texto: “¡Párchame Chicho!”, y no pasaron ni 5 minutos y los de La
República afirmaron que “se ponía en riesgo el proyecto”. El asunto terminó a
patadas y no se hizo nada.
También hemos pensado en podcasts y audio por internet
porque no demandan demasiada infraestructura. Hemos grabado videos muy
divertidos satirizando al tristemente célebre
“48 horas para salvar al Perú” por ejemplo.
-¿Cuáles han sido sus
respuestas?
Nos remitimos a experiencias de debates con gente que se
cree sacra, intocables y hemos visto los direccionalismos que imprimen y eso lo
rechazamos. El Panfleto ha sido una respuesta a la mediocridad de los miedos de
comunicación, nadie nos paga y somos reaccionarios en el sentido que si un
político la caga, estamos encima de él.
-¿Y cómo generan
ingresos?
Hemos tenido dos fuentes no convencionales de ingresos,
hemos hecho dos panfletonos que fueron fiestas con amplio contenido político y
crítico y mientras la gente bailaba con música de los 90, poníamos videos de
las colas de los 80; de los coches-bomba; de la salita del SIN de Fujimori.
Otra fuente fueron los panflepanetones que algo dieron y el tráfico generado por
internet que nos generó: ¡S/ 400 por cabeza, cada tres meses!
-¿Qué opinan de los
medios de comunicación?
La producción informativa de los medios está muy
direccionada. Por ejemplo, todo lo que no es Lima es referido como pobladores,
en Cajamarca son pobladores y si son de San Isidro o Miraflores, ellos sí son
vecinos. Y así respondemos a articulistas, bloggeros (Utero, Curwen),
editorialistas.
Fuimos a un coloquio de tres días y se hizo esperar a la
gente en un local de las AAA, nosotros estábamos desde temprano y hablamos.
Cuando le tocó el turno a Marco Sifuentes, Útero, se inhibió de participar
porque dijo que esa clase de conferencias él las dictaba con frecuencia. En El
Panfleto se respeta la posición del otro en todo sentido y ponemos siempre la
fuente y el autor. En Útero no y venden eso como periodismo de investigación.
Periodismo no es “googlear”, es obvio que tenemos un encontronazo con medios
que aparentan ser alternativos.
-¿Por qué chancan
tanto a Aldo Mariátegui?
No somos seguidores del general Juan Velasco pero Aldo es
radicalmente contra aquél y es obvio que si la selección de fútbol no clasifica
no se le puede echar la culpa a una persona que murió hace 41 años. No es
posible decir que el gran culpable de todos los males del Perú es Juan Velasco.
-¿Qué son los
chanchos reporteros?
¡Somos nosotros, no hay otros! Todos tenemos una especie de
alias para no salir directamente con nuestros nombres. Por ejemplo Francois es
una respuesta al IEP (Instituto de Estudios Peruanos), donde gente blanca
analiza a la gente chola y crea categorías para explicar por qué los marrones
se visten así, hablan de un modo, etc. Francois Muller que es en realidad José
Carlos Ortega Rupay, un huancaíno, el único de la Católica con el resto de San
Marcos, es la figura de respuesta al academicismo elitista. Es bastante difícil,
para quien no es blanco ni tiene apellido francés o compuesto, tener
legitimidad en la discusión académica. Francois nace como una manera de
burlarse de cómo se hacen las ciencias sociales muy desde la vitrina y poco
desde el campo.
-¿Algún otro
personaje?
También hemos creado a María Ramona Sindepilar que es una
feminista que reúne todas las posturas y los vicios de las feministas que
logran algo de reconocimiento. María Ramona vive en Barranco, tiene ascendencia
francesa, es admiradora de Frida Kahlo, le da de comer a los gatos de
Miraflores, es vegana, le gusta tocar batería en las batucadas con las tetas
pintadas, luce todas las frivolidades que las feministas clasemedieras o de
clase alta –y con empleada-, tienen como un patrón de comportamiento.
-¿Qué nos pueden
decir del Tío Vladi?
¡Ah, el Tío Vladi es un capítulo aparte! Al ser muy audaz,
pendejerete con sus idas y venidas es un personaje que puede hablar y dar
consejos sobre el amor. Queremos hacer una publicación de los consejos del Tío
Vladi.
Ciertamente la historia del Perú de los últimos 20 años casi
no se entiende sin Vladimiro Montesinos, fue un administrador maléfico del
poder. Gracias a los vicios de este pata, Perú se da cuenta de lo que es un
gobierno corrupto con sus taras, vicios, defectos, monstruosidades. Está donde
está pero otros países no cuentan con filmaciones y testimonios de su
corrupción como sí grabó Montesinos.
-¿Qué viene para El
Panfleto?
Mantenernos y hay la ambición de conseguir recursos para
pagar sueldos razonables a los del equipo mientras tanto continuamos con
aportes críticos y mucha, pero mucha risa.
……………………………….
N. de R. La entrevista se llevó a cabo
dos domingos atrás. Un viaje a Tacna y otros capítulos cotidianos de fiestas y
celebraciones, retrasaron la entrevista a Orlando y Cristian de El Panfleto
Perú. El resumen que se entrega, lo más fiel posible, compendia 59 largos
minutos de conversación amena, franca y orlada por su generosa amabilidad.
Muchas gracias.