Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
30-3-2020
La revolución de los NO PAGANTES
El Ejecutivo liderado por el
presidente Martín Vizcarra encarga a la titular del MEF, Alva, para que “sugiera”
a los bancos a que traten excepcionalmente a sus clientes con medidas a la
altura de las atroces circunstancias a que nos arrima el coronavirus.
El Congreso novísimo recién
se asienta y entre múltiples desaciertos no consigue calibrar que el buen
cliente bancario que no genera recursos tiene la riesgosa posibilidad de NO
PODER pagar sus obligaciones y, por supuesto, se “preocupa” de otras
“iniciativas”.
¿No es entonces que se
presenta la brillante ocasión para que el buen pagador negocie, de igual a
igual, con sus respectivos bancos una reprogramación de sus pagos? El acuerdo
entre las partes está por encima de abogaditos rentados, bufetes ad hoc,
resoluciones que dan la razón en todo a ASBANC y el cliente es siempre la última
y más fea rueda del coche.
Los trovadores pesimistas
–gran parte en todas las circunscripciones del Estado: Sunat, ministerios,
burocracia de alto nivel, Legislativo, Ejecutivo- han hecho creer en estos casi
200 años de “independencia” que el ciudadano es apenas un voto, no pocas veces
comprable. Y continúa la leyenda supérstite e insolente: “el banco nunca
pierde”.
Tres bancos, los de más
renombre: Crédito, Interbank y BBVA, ya anunciaron que no cobrarán intereses o
dejarán de hacerlo entre abril y mayo, sin moratorias ni penalidades. ¿Es
verdad tanta belleza? Si lo hacen es porque pueden, sin mayor perjuicio, vivir
prescindiendo en las fechas de ese efectivo. No significa, en modo alguno, que
dejarán de percibir tales pingues ingresos, pero no en el plazo inmediato de
los 60 días que vienen.
¿Con qué ingresos o recursos
viven los bancos y financieras? De lo que deposita el cliente o por las
transacciones que hacen las empresas y el uso de los instrumentos bancarios
para toda clase de gestiones. ¿Es imposible dejar de considerar otros recursos,
también copiosos, de empresas multidisciplinarias que traen millones de dólares?
¿Quién le pone el cascabel al gato?
Si el cliente, multiplicado
por cientos de miles a lo largo y ancho de todo el país, pacta intereses
conjuntos con su banco, ingresa a la fórmula del win-win, ganar-ganar y el
banco no se “perjudica” y el usuario respira hasta que pueda seguir generando
con aire y tesón.
El nuevo contrato social que
no puede lograr ni el Ejecutivo y menos el Legislativo, no hablemos del
Judicial, tiene los visos de una nueva opción que regule con más realismo el
actuar de los bancos y ¡se acaba con los intereses leoninos y cobros abusivos
que zahieren la dignidad cívica de los clientes!
¿Por qué los clubes
electorales, mal llamados partidos políticos, carecen de un planteamiento
dinamico sobre este particular tan abusivo en que el cliente es una pulga en
lucha desigual contra gigantes ensoberbecidos por tanto dinero? Los líderes que
aspiran a ganar el respeto de la ciudadanía deberían, por lo menos, considerar
que las partes tienen todo el derecho de establecer el nuevo contrato social.
Después podrá haber una Asamblea Constituyente o reforma constitucional sobre
el asunto, mientras tanto hay que actuar con urgencia y decisión de ganadores.
Esta semana que arranca, comienzan los vencimientos.
El cliente con la soga al
cuello y que no puede pagar obligaciones, no lo hará aún cuando le ejecuten
fianzas o garantías. El ahorcado NO PAGA DEUDAS. ¿Qué banco enjuiciará a 500
mil clientes al filo de la bancarrota?
Son horas difíciles. ¿Pedirle
a los bancos realismo e imaginación es mucho solicitar a quienes tienen alfiles
y defensores muy bien rentados en todas las instituciones?
Esta es la revolución de los
NO PAGANTES.