Tuesday, March 12, 2024

¿Cuántas clases de moral hay en Perú?

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

12-3-2024

 


¿Cuántas clases de moral hay en Perú?

https://senaldealerta.pe/cuantas-clases-de-moral-hay-en-peru/

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Si dijera que varias, no hay quien pueda rebatir la sentencia. ¿Es privativo el escalafón sólo de los pobres o clases bajas? ¡De ninguna manera! Todos actúan así: de capitán a paje, de obrero a gerente, de patrón a subordinados.

 

La asignación emocional camina -¡cómo no!- según el lugar en la escala, pero en cuentas resumidas, el íntegro societal maneja estas innumerables dinámicas desde siempre. Es decir, el atrofiado ADN social criollo es riquísimo en variantes, estilos y taras.

 

Tomemos un mal ejemplo. Al momento de cerrar esta columna, se ignoraba si la manada congresal había dado cuenta del señor de la Haza de la JNJ pero no extrañaría tal ocurrencia. Hay cenáculos en nuestro país que son alérgicos a cualquier limpieza en la conducta.

 

¿No es “la resistencia” una barra brava? Vagos mercenarizados, sin principios tan solo consignas, aterrorizan a quienes no son de sus “principios”. ¿Qué hace la policia? Exhibe una vergonzosa pasividad con estos rufianes.

 

¿No es también un crimen regalar aeropuertos, carreteras, puertos y toda clase de patrimonio bajo las premisas de modernización, inversiones y fuentes de trabajo?, ¿cómo es que apenas minorías absolutas y cuasi microscópicas rechazan, marchan y repudian lo que todos los gobiernos hacen en nombre del Estado peruano, hasta hoy bocado inacabable de la glotonería transnacional?, ¿se conmueve la sociedad? Si ocurre, no parece muy notorio el hecho.

 

Acaba de tomar la ciudadanía nota que decenas de taxistas eran delincuentes activos en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, desvalijaban a los turistas y a los que llegaban con la intención de ir a sus casas. ¿En complicidad o coordinación con quién o quiénes?

 

Una torre de control con vidrios imperfectos e inadecuados que NO SIRVEN, está inoperativa y tampoco funciona, desde octubre 2023; la II pista, infraestructura inaugurada con bombos y platillos y que representa una rémora para el entrenamiento de los controladores aéreos.

 

¿Cómo se califica a este error o imperfección en detrimento del Estado peruano? La concesión del Aeropuerto Jorge Chávez no es, en modo alguno, obsequio para que haga lo que le venga en gana, la firma titular concesionaria.

 

Más de dos semanas atrás se llevó a cabo una auditoría en el Jorge Chávez y hasta hoy no se hace público el resultado de dicha operación. ¿Se está escondiendo algo? ¿Qué puede informar al público el titular de la DGAC Donald Castillo?

 

Como se ve la moral tiene gradaciones distintas y numerosas. Hay presos en Perú por robar una vaca o apropiarse de un celular y hay muchas historias tristes similares. Pero cuando se atenta contra el patrimonio de los peruanos, la justicia –y su inexistente moral- tarda, no se aplica, se extravía en el camino, en síntesis NO FUNCIONA.

 

En nuestro país el embutido constante de una prensa sangrienta privilegia la “información” en torno a mujeres que ultiman a martillazos a sus esposos o parejas; a violaciones de menores y con audaces reporteros que preguntan a los padres de la víctima “¿cómo se sienten?”; a la velocidad salvaje de trogloditas al volante y que matan a diario a lo largo y ancho de la nación etc., pero guarda silencio o mutis cómplice frente a estas exacciones del bolsillo ciudadano. ¡No sólo en la empresa estatal!

 

Dice la Constitución que todos somos iguales ante la ley. Pero el mercader en la cosa pública retruca con picardía criminal: pero algunos somos más iguales que otros.

 

La población resiente esta clase de trapacerías. A unos, las vacas sagradas, se les aplica fórmulas benignas, sin cárcel ni castigos radicales. A otros, los del pueblo, padecen el rigor de códigos penales, leyes anticorrupción etc.

 

La pregunta del encabezado ¿Cuántas clases de moral hay en Perú?, es absolutamente válida. Y, sobre todo, acusadora.

 

El ciudadano mantiene con sus impuestos, sucesivos regímenes de ladrones que se enriquecen y sus signos exteriores de boato son de origen inconfesable. El hombre y mujer de a pie, apenas si consigue el menú diario para su familia.

 

Y gobierno que llega, administración que repite los defectos y crímenes de la anterior.

 

Los partidos políticos no van más allá de usina de burócratas o panzones angurrientos de alguna colocación en premio a sus hazañas, meritocracia que le llaman. Por tanto, la sociedad carece de vectores críticos.

 

Las Organizaciones de Nuevos Gángsteres reciben el menú de inquietudes desde el sistema y sus centros decisorios y ¡jamás cuestionan al poder! sólo evolucionan por los alrededores con soluciones paliativas, insuficientes pero muy rentables a sus alforjas.

 

Es hora de plantearnos, desde el amanecer hasta el anochecer, si esta vida de ficción y mentira, es la mejor para el Perú y si no es llegada ya la oportunidad de echar a la basura los cánones de comportamiento aletargados y estupidizantes.