Tuesday, August 16, 2011

LAP maneja zona internacional del aeropuerto como si fuera otro país

LAP maneja zona internacional del aeropuerto como si fuera otro país

LAP hace de las suyas en territorrio peruano.

Empresa extranjera ha declarado la extraterritorialidad del área de salida al exterior y de las pistas de aterrizaje y decide cómo funciona la ley, como si tuviera algún poder para ello.

El caso del tripulante de TACA convertido en "burrier" puso una vez más en evidencia la extraterritorialidad que ejerce en parte del aeropuerto Jorge Chávez la empresa LAP, cuyos servicios de seguridad detuvieron e interrogaron al traficante, cuyo arresto se hizo de conocimiento público varios días después de ocurrir, el 28 de julio.

El tema trae al recuerdo el proceso contra los periodistas César Lévano y Raúl Wiener, de LA PRIMERA, y Herbert Mujica, por denunciar la existencia de una coladera de estupefacientes a través del terminal aéreo que pone en duda los sistemas de seguridad de la administración aeroportuaria y de las principales compañías de aviación.

Es casi un principio que el descubrimiento de algún envío se produce normalmente cuando ya se han realizado otros anteriores bajo la misma modalidad.

Pero el tema del tripulante Ricardo Vásquez Luque cogido in fraganti llevando ocultos en la ropa interior dos kilos de droga, tiene algunas aristas adicionales que deberían ser motivo de preocupación.

Y es que una vez que las luces rojas de las máquinas de seguridad se encendieron y se le realizó una revisión corporal encontrándosele una cantidad de paquetes de droga adheridas al cuerpo, la gerencia de seguridad de LAP dispuso que sus agentes retuvieran a Vásquez y lo sometieran a interrogatorios, sin presencia del fiscal y la Policía especializada.

Extraterritorialidad
Aparentemente los directivos de la línea aérea llegaron hasta su empleado antes que se notificara a la Dirandro del caso. La teoría jurídica para actuar de esta manera es la que sustenta desde hace tiempo que la zona internacional del aeropuerto está bajo un régimen de extraterritorialidad que permite a LAP decidir en qué momento convoca a las autoridades peruanas.

Obviamente las consecuencias judiciales de un status como el que pretende LAP, similar al de una embajada, pero bajo administración particular, son múltiples. Ha habido delitos dentro del área internacional, algunos de ellos en los que se encuentran implicados funcionarios de la empresa concesionaria (como el desalojo violento, no dictaminado judicialmente de una tienda de artesanías con contrato vigente de alquiler al momento de la concesión).

La investigación de ese caso ha sido entorpecida de mala manera por los vigilantes de LAP, que han negado el acceso al fiscal, a un espacio que es de naturaleza pública.

El dueño de Peruvian Airlines, el discutido César Cataño, ha indicado que después de más de un año de funcionamiento de su compañía, LAP le niega los fotochecks de identificación para él y sus empleados, debiendo recabar cada día un permiso especial para ingresar a sus oficinas en la zona interior del aeropuerto.

Por supuesto que el caso Cataño debe dilucidarse en el Poder Judicial, pero la administración del Jorge Chávez no tiene la atribución para discriminar entre empresas a las que permite circular libremente con la respectiva tarjeta electrónica y otras a las que trata como si estuvieran todos los días de visita.

El abogado Hugo Munguía anota que desde el 14 de febrero de 2001, hace más de 10 años, el gerente y personal de una empresa en litigio con la administración del aeropuerto, debe solicitar permiso de visitante con duración de 24 horas (en el aeropuerto los horarios atraviesan toda la noche), para poder cumplir sus actividades comerciales. Esto solo responde a un plan de hostilización, porque otras exhibidoras cuentan con el fotocheck permanente.


Un monopolio contra el país
El aeropuerto Jorge Chávez ocupa una superficie de 700 hectáreas, que quiere decir 7 millones de metros cuadrados. El valor urbano de esto representa por lo menos 2,100 millones de dólares (300 dólares por metro cuadrado), lo que alcanzaría para hacer no uno sino por lo menos 3 superaeropuertos internacionales: uno en Chancay, otro en Pisco y uno más en la Isla de San Lorenzo, los tres únicos lugares aprobados para este fin, según un exalto ejecutivo de Corpac.

Si se hiciera solo uno, digamos el de Pisco, el dinero alcanzaría para hacer un tren bala que traiga a los pasajeros a Lima en media hora.

Y así se solucionarían muchos problemas, incluyendo el servicio de transporte de pasajeros en toda esa ruta, lo que descongestionaría enormemente a la capital al permitir que mucha gente se fuera a vivir lejos de Lima. Esto fue planteado muchas veces antes de la privatización al directorio de Corpac, que desoyó la propuesta y más bien se ocupó en formular las bases de la concesión que le otorgan monopolio al actual operador a 150 kilómetros a la redonda (donde no se puede construir otro aeropuerto para evitar la competencia) y que obligan al Estado a comprarle al concesionario nuevos terrenos en la zona adyacente, para la construcción de la segunda pista, lo que ha generado una intensa especulación inmobiliaria y está dejando sin sus tierras de trabajo a numerosas familias campesinas.


Raúl Wiener
Unidad de Investigación

1932: excluidos combaten por la libertad

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
16-8-2011

1932: excluidos combaten por la libertad
http://www.voltairenet.org/1932-excluidos-combaten-por-la?var_mode=calcul

En grueso tomo de casi 400 páginas, el estudioso trujillano José Daniel Hidalgo Gamarra no pudo encontrar mejor título que 1932 Los excluidos combaten por la libertad en que narra, con vibrante emoción y robusto compendio de citas y fuentes poco conocidas u olvidadas acerca del levantamiento popular, de abajo a arriba, que protagonizó el aprismo liberteño en aquel año de la barbarie. Su esfuerzo reta a debate, enriquece la polémica, con filudo verbo denuncia omisiones y revela circunstancias que merecen rigurosa exégesis.

El prólogo de Elmer Robles Ortiz, alejado de vacilaciones tiene un párrafo potente y cuestionador:

"De allí que el comentario de Jorge Basadre –cuyas fuentes son casi siempre las contrarias a los revolucionarios- carece de todo asidero cuando dice: "Ni Agustín Haya de la Torre ni sus colaboradores adoptaron medidas que abrieran caminos hacia la revolución social. No se entregaron tierras a los campesinos, las fábricas a los obreros o los ingenios a los trabajadores de las haciendas industrializadas. Tampoco proclamaron la abolición de la propiedad privada o el desconocimiento de la deuda pública; ni organizaron consejos de obreros, campesinos o soldados"

Responde Robles con agudeza:

"El autor de la cita, desaguisadamente, enrostra a los revolucionarios no haber ejecutado un plan ajeno a su ideario, un plan que nunca lo propusieron, pues se trata de unas medidas más típicas del bolchevismo que de la democracia social que abrazaban los combatientes trujillanos".

Hidalgo, como proa de su entrega fraternal y estudiosa, ha tenido mucho éxito en su primer capítulo referido a la ciudad de Trujillo, Génesis de una lucha heroica. Discurre por facetas todas de una misma sinfonía: La muralla, la entraña insurgente, Trujillo patriota, Reclamos por el cambio, Mensaje de nuestros ancestros, El exterminio las primeras haciendas, Los obreros amenazan, el poder de la caña de azúcar y nos adentra por la vía de su relato hacia la figura patricia, señera, docente y revolucionaria de Antenor Orrego.

El libro que comentamos rescata del olvido en su imagen de precursor y adelantado al periodista Orrego y hace mención de obreros, el más ilustre Julio Reynaga, que sellaron lo que a posteriori y ya en forma de institución política fue el Partido Aprista.

El alzamiento popular del 7 de julio de 1932 en cuyo liderato figuró, lampo fugaz y heroico, Manuel Búfalo Barreto Risco, fue un bautizo de sangre y rebelión. Hidalgo compulsa fuentes y narra pasajes que ilustran cómo el hombre de abajo, Remigio Esquivel, Montoya, Fidel León, Alfredo Tello, Víctor Peláez y entre las damas la más representativa María Luisa Obregón que al lado de Agripina Mimbela y fusil en mano y a grito pelado, hicieron de la rebeldía sedienta de justicia social, páginas de heroísmo, de abajo a arriba, con ribetes hasta hoy inigualados desde entonces.

Víctor Raúl Haya de la Torre estaba preso en el Panóptico de Lima. Buena parte de los líderes apristas en el exilio o abaleados a sangre fría, los tenebrosos días de 1932, el año de la barbarie, reconocen el fusilamiento de los 8 marineros, la represión masiva en todo el país y los vientos de fronda que precedieron al 7 de julio. José Daniel Hidalgo aporta detalles, fundamenta su posición, esclarece hechos y puntualiza algo que debiera merecer una enérgica llamada de atención a los historiadores cosméticos del Perú: con la salvedad de los apristas ¡nadie se ha preocupado en esclarecer lo que fue la matanza en la cárcel de Trujillo cuando los revolucionarios ya no estaban en el comando de la ciudad! El odio cainita, la mentira institucional, el enajenamiento mental que maquinó la oligarquía dividió al país por décadas y puso de manifiesto cuan bajo pueden llegar las pasiones humanas cuando se trata de despreciar a los excluidos, a los de abajo, a los del pueblo, si se trata de "enarbolar" los "sagrados pendones" del color de la piel, el dinero en la faltriquera y la insolencia de pretender pasar por superiores e inteligentes.

1932 Los excluidos combaten por la libertad de José Daniel Hidalgo, no es un libro cualquiera: sus páginas llaman a la lectura por doquier, en microbuses, en oficinas, en antesalas de espera. Sus textos enhebran no sólo el recuerdo de los de abajo sino que hacen reflexionar sobre las profundas e irresueltas fracturas que posee el alma social del Perú.

Los más jóvenes debieran conocer que el primer bombardeo que de una ciudad peruana hicieron aviones de guerra se produjo en julio de 1932 ¡en Trujillo y contra peruanos combatientes por la justicia social! A quienes la miopía ciega, buena es la vitamina vigorosa que Hidalgo aporta en su trabajo. Hoy que está de moda la prestidigitación de la palabra para adornar y hacer cosméticos los cambios en la epidermis que no en el fondo, es mandatoria la lectura de este libro que habla de los excluidos de ayer, que son, desafortundante, los excluidos de siempre.

Esta es una nota breve, no puede ser de otro modo. La riqueza informativa y de estudio histórico es de José Daniel Hidalgo Gamarra. Nadie, y menos el autor, puede solicitar aquiescencia boba a cuanto dice, no obstante sí es menester lanzar el reto de la lectura y el estudio de cómo refutar, ratificar o proseguir cuanto ha pergeñado el autor en homenaje a esos valerosos hombres y mujeres de años incenescentes.

Escribe en la contraportada el profesor Leoncio Paredes Santolalla:

"Daniel Hidalgo como estudioso de temas sociales, ha comprendido que la marcha histórica tiene una honda relacion entre individuo anónimo con los grandes motivadores. En este proceso dialéctico, después de la heroica revolución de julio de 1932, viene tejiéndose en el Perú una nueva realidad social."

Amén.

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