Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
30-3-2017
¿Intocable habitual
torpeza de don Mario?
¿Confiere el Nobel de Literatura que ganó Mario Vargas Llosa
hace años, alguna licencia especial para expedirse en forma política? Eso
implicaría que el escritor aprovechó el renombre mundial de semejante presea.
Aunque, hay que decirlo, son muchos los años precedentes y a posteriori en que
actúa como crítico, candidato presidencial, consejero y “garante”. El mal uso
del premio es inexistente.
La fatídica coincidencia que viniera Vargas Llosa a celebrar
su cumpleaños en Arequipa, donara 7 mil libros de su biblioteca, con los
estragos que sufre el país en calamidades, pérdidas humanas y materiales,
diluvios por doquier, allende y aquende, es absolutamente mala suerte.
A don Mario poco es lo que puede decírsele, sin pecar de
profanos o advenedizos, en el terreno en el que brilla más, el único
probablemente, la literatura. Allí discurre con agilidad juvenil y produce
libros que no son del gusto de todos, pero esa es la ventaja que tienen las
celebridades, unas de cal y otras de arena.
Cosa distinta es su opinión política. Su fobia
antifujimorista es harto conocida. Y la prensa escrita, radial y televisada, se
encargó de otorgarle visos de encíclica a esa postura. Razones no le faltan,
Kenya Fujimori y el clan de que se rodeó a partir de 1990, son la tragedia de
corrupción más notable de los últimos 50 años. El país fue literalmente
saqueado. Y de poco sirven las excusas.
¿Qué es eso de que fue “garante” de ex presidentes, Toledo y
Humala? Las garantías legítimas las otorga el pueblo en las urnas, a veces con
yerros escandalosos y equivocaciones que hacen pensar que la democracia
electoral, es un magnífico adefesio descartable. Verbi gracia: la cifra
repartidora dio como resultado ¡72 legiferantes fujimoristas!
¿Y qué garantizaba Vargas Llosa? Ayer por la noche lo vi en
televisión y dijo que el “caso” de Toledo era más claro (se refería a la
comisión de presuntos delitos graves) y que lo de Ollanta Humala no lo era
tanto. Hasta donde sé, será el Poder Judicial, con los derechos de equidad que
asisten a los involucrados, el que declare si es delincuente tal o cual.
¿Creerá don Mario que su palabra reemplaza a los jueces? ¡Se equivoca muy
mucho!
Nuestros personajes ilustres se comportan en el mundo, lejos
de nuestras fronteras, como seres civilizados. Cuando llegan al Perú, recuperan
todas las taras del controvertido y fallado ADN social y no se diferencian ¡en
nada! de cualquier pillastre común y corriente. Como hay prensa sumisa, hay que
dar municiones y opinar para que lo escuchen.
Pero implica una relevancia moral que ancla en el acierto,
gran parte de su bondad. Si se equivoca siempre o sus análisis son monumentos a
la nadería ¿de qué autoridad puede hablar quien se crea con tal derecho divino?
Verbi gracia: los dos ex jefes de Estado pasan por problemas
más o menos difíciles. Uno está a punto de enfrentar una orden de captura
internacional y el otro tiene que pedir permiso al juzgado para salir del país.
Por transitividad, su esposa y el puesto de favor que le dieron en la FAO,
tendrán duro escollo porque es casi seguro que necesitará de licencia escrita
expedida por el juez si quiere viajar al exterior.
Su ex consorte, la señora Patricia Llosa, le dijo a don
Mario: “lo único que tú sabes hacer es escribir” y continuó con el arreglo de
la maleta en uno de sus viajes. Estoy tentado a suscribir la expresión de ella
por certera y por encuadrar con sabiduría la mejor –y única- virtud de Vargas
Llosa. Escribe y lo hace casi siempre con brillantez.
Un ejemplo de esa tradicional torpeza la constituye una
fiesta de cumpleaños cuando el país se ahoga en el diluvio que es anticipación
de una de las plagas bíblicas. ¿Por causa de qué no donó al Perú 300, 400 ó 500
mil dólares? ¡Eso hubiera sido mucho mejor que 7 mil libros que en Arequipa se
leerán en los próximos 50 años! Estuve tres días en la ciudad sureña y vi
centenas de ciudadanos balde en mano, juntando agua. Puedo afirmar que no
tenían ganas de leer absolutamente nada.
¿Qué charló don Mario con el presidente Kuczynski?, ¿le dio
consejos? Nadie lo sabe, de lo que sí hay certeza es que el jefe de Estado es
muy renuente con lo que no cree y que tiene ocurrencias que descalabran
cualquier imaginación. No le va muy a la zaga don Mario que como garante
inspiró a dos ciudadanos de gobiernos muy mediocres.
No es intocable la habitual torpeza de don Mario.
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