Wednesday, May 06, 2015

Mentirosos profesionales

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
30-6-2006

Mentirosos profesionales

Quien quiera dedicarse a la política, tal como se la concibe, se la siente y asume en Perú, tiene que aprender a ser un vulgar mentiroso, un palurdo caradura y un miserable todo-terreno. Aquí abundan los que dicen que no dijeron, que la prensa tergiversó sus palabras, que los pusieron con frases fuera de contexto, que todo el mundo está equivocado, dejando –claro está- a salvo el poder corrupto de sus mentiras, el cáncer que ha envilecido hasta las alcantarillas, la política nacional.

¿Por causa de qué las mentiras de los mentirosos profesionales no generan sorpresa o indignación? Don Manuel González Prada ya retrataba la pobreza intelectual, moral, cuasi sempiterna, desde el mismo inicio da la República, de los legiferantes. A ellos se otorga, por historia, un despreciable lugar en el fango pestífero vigente. Y, como en todos los ámbitos, hay excepciones que siempre son minoría menos que minúscula.

Pocas horas atrás, el Establo aprobó el TLC con Gringolandia. Lo hizo en el dintel de feriados, en horas de la noche, tarde muy tarde, y con una discusión que asemeja los gritos de mudos y la visión de ciegos a quienes el pueblo paga para que protagonicen desdorosas actuaciones de improvisación e irresponsabilidad.

La conjura no es gratuita. Obedece a la componenda de embrutecimiento colectivo que discurre por los medios de comunicación que alientan persecuciones políticas y la demonización de quienes, por tener otros puntos de vista, son caracterizados como violentistas y malos, en suma, gente a la que hay que encarcelar o eliminar por las vías que fueran. ¿Alguien se ha preguntado cómo es que hay tanto favoritismo por la suscripción del TLC con EEUU, si casi nadie conoce de qué trata el asunto?

¿No hay asesores que puedan sugerirle al presidente Toledo que su viaje a Gringolandia, según dicen, para “impulsar” que el Congreso de ese país, suscriba el TLC con Perú, es una tontería sólo para crédulos y bobos? Quienes algo conocemos del mundo, sí sabemos cómo se trata por allá a quienes no tienen ninguna importancia. Y los latinoamericanos seremos siempre eso. Sólo en prensa como la nuestra se logra “informar” de la supuesta validez que tienen mandatarios como los que por aquí tenemos.

El adocenamiento de la política tiene en los mentirosos profesionales a sus vectores más despreciables. Son ellos los que se encargan de mantener el status quo y las asimetrías sociales. La gente está harta de verlos pero no hay recambio porque también dominan las marquesinas de gran parte de los medios que sólo “permite” la exhibición de los mismos idiotas que se pasean de canal en canal, de radio en radio, de periódico en periódico.

Sin embargo de lo antedicho, múltiples grupos juveniles y universitarios, de base y con savia popular, están generando sus propuestas y alentando el estudio de nuevos caminos. Esto permite albergar ¡qué duda cabe! la esperanza de barrer y pulverizar a los mentirosos profesionales. El agotamiento de su estampa será tarea de las nuevas promociones, mientras tanto, agitar las banderas del amor a la patria, la identificación con el Ande y la ambición y realidad de lucha por un Perú libre, justo y culto, siempre será tarea sagrada e irrenunciable. A pesar de la existencia nefasta y asquerosa de esos embusteros de profesión.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

¡Sólo el talento salvará al Perú!

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Nomenclatura chola: tú me premias, yo te premio, nos premiamos (o desagraviamos)

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
13-3-2006

Nomenclatura chola: tú me premias, yo te premio, nos premiamos (o desagraviamos)

La Defensoría del Pueblo que dirige Beatriz Merino ha propuesto premiar al señor Salomón Lerner Febres. Como es de rigor, ni siquiera se acuerda de hacer mención de las sufridas poblaciones de Kepashiato, Kiteni en Echarate, Valle de La Convención-Cusco. O de Choropampa en Cajamarca donde Minera Yanacocha derramó hace cinco años mercurio y en donde las secuelas nocivas y criminales persisten.

Un grupo de señorones del Perú formal de escritores del sistema, políticos enfeudados a Congresos episódicos y sumamente tristes y antipopulares, niños-bien de un Perú de juguete que suele otorgar patentes de corso a muchos inmorales, ha firmado una declaración que desagravia la supuesta e ilustre carrera de don Javier Pérez de Cuéllar con el avieso propósito de disimular o licuar que éste firmó, años atrás, una resolución por la que se beneficiaba, él también, con devengados provenientes del dinero del pueblo. Puede no ser ilegal, pero sí es ¡profundamente inmoral!

¿Qué se traen entre manos estas manadas de escribas oficiosos y especialistas en hacer cartas de respaldo, apoyo, desagravio, solicitudes de premios y otorgamientos de condecoraciones ficticias a quienes son símbolos del sistema que atenaza al Perú en las gradaciones más vergonzosas de país subdesarrollado, con más del 55% de población en extrema pobreza y con una monstruosa asimetría en que 95% es dominado por patotas que apenas si llegan al 5%? Evidentemente “consagrar” ante la opinión pública, o lo que ellos llaman o entienden así, a sus próceres, sus héroes, sus íconos.

¿O quieren, también, estos monigotes, “limpiar” el no recuerdo que dice don Javier tener de los juegos de notas reversales por él firmados en 1969 cuando era Secretario General de la Cancillería y por los que reconoce límites marítimos con Chile? Hasta donde se sabe la posición oficial peruana es absolutamente ¡diferente! La amnesia selectiva del veterano diplomático no se condice con sus múltiples explicaciones y lamentaciones que ha manifestado sobre este particular en corrillos íntimos ante sus amigotes. En otros países, la asunción de posturas disímiles con las oficiales y en riña estricta o desapego a la nacionalidad, se califica duramente, se castiga con la degradación y, por último, también se fusila a los traidores.

No puede ser más clara la demostración de cómo el sistema peruano funciona en base a grupúsculos con poder económico y que han sabido colocarse-enquistarse en cuanta organización o plataforma de mando para “decidir” oficialmente la canonización de no pocos imbéciles como “juristas, analistas, estrategas, diplomáticos, escritores, poetas, periodistas, ensayistas, luchadores sociales, etc”.

Si el lector común y corriente se anima a hacer una estadística, los entrevistados en todos los canales, radioemisoras y diarios, no pasan de 100 o algo más. Son siempre los mismos que rotan de medio en medio y con la mediocridad del discurso uniforme, en resguardo de la tramposa “sociedad civil”, excusa muy simpática para engatusar gringos idiotas, y con ello determinar quiénes son los que “forman opinión” o tienen “derecho” a hablar o manifestar sus “opiniones”. Hay, un ejemplo que vi, pocos días atrás, un siquiatra que apareció tres días seguidos en tres canales distintos. ¿Es una lumbrera? ¡Qué bah! Es un loro con pies ¡vaya vulgaridad!

¿Recuerdan meses atrás cuando decenas de cacatúas firmaban “demandas” exigiéndole al presidente Toledo definiciones en torno a su bancada parlamentaria y a la presencia en ella de elementos “discutibles”? Como si esta acción pandillera pudiera suplir las investigaciones que efectúa la justicia regular o reemplazar, con manipulaciones, lo que debe ser el apego al estricto derecho.

Sin duda, preguntar qué es el derecho en Perú nos lleva a conclusiones oprobiosas. En un país en que las transnacionales NO pagan al Estado las regalías ni los impuestos correspondientes y justos por lo que ganan con sus actividades económicas, resulta un chiste de mal gusto, invocar el derecho. Aquí, hecha la ley, hecha la trampa. Y para eso sirven los abogángsteres, muchos de los cuales, son candidatos a la presidencia de la república. Uno de esos, Enano perinola, cobraba a los jubilados de diversas asociaciones miles de dólares mensuales y sólo los traicionó desde la presidencia transitoria porque firmó ¡precisamente! la sentencia de muerte que ha irrespetado derechos adquiridos y ya ha matado a cientos de hombres y mujeres que lucharon y trabajaron por el país. Y encima este miserable quiere que le reconozcan como “estadista”. ¡Qué disparate!

El derecho en Perú NO puede siquiera aplicar medidas rápidas, efectivas y severísimas contra quienes, siendo extranjeros e insolentes, se atreven a alzar la voz aún a pesar que el adefesio de gasoducto que han construido falla todo el tiempo. El derecho nacional no puede enmarrocar a un polaco flautista que no tiene sangre en la cara y que está metido en todos los negociados enormes contra el pueblo del Perú, mientras que sus cuentas corrientes han visto cómo engordaban en los años recientísimos. ¿De qué derecho hablamos?

Las taifas han elaborado sus códigos y se premian entre sí y elogian cada vez que alguno de sus integrantes muge o ladra en forma de discurso, libro, artículo o lo que ellos llaman ensayo. El espíritu de cuerpo para defender la arquitectura enorme de convenios, pactos, contratos, genuinos robos en nombre de las esperanzas populares, funciona de izquierda-zurda caviar a derecha-momia reaccionaria. En esto, como en la conservación de todos sus privilegios, están hermanados con lazos de sangre como la mafia y todas sus derivaciones ponzoñosas.

Hay que desconfiar cada vez que los “ilustres” nos propongan premiaciones, medallas, apoyos. Todo está contaminado del olor fétido que el conchabo destila. No hay amor al país, sino a lo que puede aún explotarse de su pobre gente, destinada a no ser nada si no pasa por las horcas caudinas del sometimiento a los popes y alfiles custodiadores de la nomenclatura chola.

Tú me premias, yo te premio, nos premiamos (o desagraviamos) es el grito de los chacales y ladrones. ¿Cuánto tiempo más podrá durar todo este circo nefasto? Depende mucho de cómo organice el pueblo su defensa y su lucha despiadada contra estos fantoches. Y en esto, el 9 de abril, el Congreso, más propiamente el Establo, la democracia formal de las ONPEs, JNEs, no tiene nada que ver. ¡Más bien estorba!

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

Lea www.voltairenet.org/es