"El Apra debe sacudirse de Alan García" | ||
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El sociólogo y politólogo aprista Eduardo Bueno León visitó Lima esta semana. El intelectual, quien radica en México, conversó con LA PRIMERA y habló sobre los 80 años de fundación del APRA y la división que existe en el partido fundado por Haya de la Torre. Responsabiliza al presidente Alan García por sumir al gobierno en la corrupción y desprestigiar al APRA y por haberse convertido en el ideólogo de la derecha peruana. Exhortó a los apristas a quitarle a García el manejo de las elecciones del año 2011.
-¿Cómo llega el APRA a este nuevo aniversario?
-Llega dividido, muy minado, deslegitimado. Llega desorientado, es un aniversario donde los valores han sido sustituidos por consignas como la de "El Perro del Hortelano" y donde la ética de Víctor Raúl Haya de la Torre ha sido marginada y desacreditada. Los lobbies, los faenones del gobierno y sus amigos lamentablemente no son considerados como un problema sólo de Alan García y su gobierno sino que la gente dice que todo el partido es así, corrupto.
-¿Y esa situación genera disconformidad entre los militantes?
-En estos momentos hay una franca rebeldía contra Alan García y eso provoca paralelismos internos. Quienes dirigen el partido dicen que todo está bien, pero no es cierto. Nosotros lo que decimos es que permitan que los apristas recuperen su identidad, su institucionalidad democrática y que nuevos líderes surjan y presenten buenas propuestas.
-Pero parece que en el APRA no hay nadie que pueda competir con García...
- Lo que ocurre es que Alan García no ha permitido que crezcan las figuras, no es que no existan. Es una realidad, por eso crece el paralelismo. García ha tratado de convertir al APRA en una organización del siglo XIX, una organización pre moderna donde lo que prima es el caudillismo. Hay una contradicción en vender la imagen de modernidad, cuando en realidad instaura un sistema personalista pre moderno de la política.
-¿Ve soberbia en la figura del presidente Alan García?
-Veo mucha soberbia y autosuficiencia. García consulta con quienes tienen el poder real, el económico; pero sus decisiones políticas las toma él y por eso hay problemas sociales como lo ocurrido en Bagua. La autosuficiencia se convierte en su principal enemigo. Esa autosuficiencia lo ha llevado a correrse a la derecha, a traicionar el sentido del voto del año 2006, a cambiar de identidad y volverse el mejor líder de la derecha, ha destruido el aprismo institucionalmente, la consecuencia de eso es la polarización al interior del APRA.
-¿Qué es lo que más decepciona del jefe de Estado?
-Que ofreció un cambio y en lugar de eso lo que ha hecho es sustituir el sentido del voto por darle continuidad al modelo y eso se llama fraude electoral. García es un líder cuyo proyecto personal se sustenta en la destrucción del proyecto histórico del aprismo. A tal punto lo ha deformado que actualmente más de la mitad de los altos funcionarios del Estado están involucrados en investigaciones o procesos judiciales por casos de corrupción. El APRA necesita sacudirse del alanismo.
-¿Podrá concretarse algo en ese sentido?
-Lo veo difícil, pero hay que dar la batalla. Los compañeros siguen apoyando a García por los cargos públicos, por el clientelismo. El Comité Ejecutivo Nacional del APRA en la actualidad es una prolongación de las instituciones públicas y Alan tiene los cuadros neutralizados, eso complica la cosa. Pero eso no evita que se pueda dar un fenómeno de desborde porque, como dije, indigna que relacionen a los apristas con la corrupción. La naturaleza del alanismo es la corrupción. García se acogió a la prescripción de sus delitos, dijo que hacía eso porque no había garantías para afrontar los juicios. Pero cuando cayó la dictadura no volvió a hablar del tema. Haya de la Torre jamás hubiera aceptado acogerse a una prescripción.
-Porque eso es impunidad...
-Y la impunidad en los actos de corrupción trae consigo la impunidad en los casos de violación de los derechos humanos; están emparentados y, si aceptamos que se consolide la impunidad en este país, estamos instaurando un régimen como el italiano de los años 50 y 60, un régimen que se sustentó en la cleptocracia. Por eso debe promoverse el respeto de los derechos humanos.
-Pero el Presidente dice que eso es ir contra el desarrollo del país...
-Eso es falso, desde su punto de vista tiene que ser instalada la política de "El Perro del Hortelano" y es una lástima que un hombre tan inteligente como Alan García esté repitiendo con mucho simplismo consignas que no tienen ningún contenido. Los derechos humanos sirven para promover cultura cívica y para darle poder a las instituciones y a la gente.
-¿Entonces cuál es la ideología de Alan García?
-En ese sentido, Alan García es el ideólogo de la derecha peruana en su versión más reaccionaria, porque utiliza el discurso de la modernidad cuando en realidad propone una estrategia regresiva. Y ahí traiciona el pensamiento de Haya de la Torre, quien promovió siempre una modernidad de ciudadanos, de trabajadores e intelectuales, donde los derechos humanos y los valores se expresaran en la política. Entonces, García se ha convertido en el principal descalificador de las ideas y propuestas de Haya de la Torre.
-¿Desde ese punto de vista, García ya no es aprista?
-Es líder de la derecha, ni siquiera el líder de una derecha democrática, sino de los oligopolios y de los monopolios, sacrificando los intereses nacionales, la seguridad nacional y el derecho de acceder al desarrollo. Cuando dice que hay que mantener el modelo económico lo que en realidad dice es: "Hay que mantener este régimen cleptocrático".
-¿Con todos los sectores del poder corrompidos?
-La cleptocracia surge después de la Segunda Guerra mundial, cuando se produce una asociación entre empresarios y políticos. Esta asociación se superpone por sobre las instituciones políticas. Es financiamiento ilegal a cambio de contratos públicos y fácilmente puede llegar la cleptocracia a ser el sostén de la gobernabilidad, usar la corrupción para sostener la gobernabilidad, es decir, la estabilidad de un gobierno. Eso ocurrió en México y en Italia. En el Perú se ha reconstituido, vemos una alianza beneficiada por este modelo y una clase política que se dedica a reforzar estas alianzas. Esto caracteriza este régimen, que no permite rendición de cuentas, ni transparencia, que no permite movimientos sociales, que los sataniza, inventa enemigos y azuza el miedo, entonces esta cleptocracia es el poder real.
-Dentro de una semana serán las elecciones locales y regionales, ¿cómo votarán los apristas en Lima Metropolitana?
-Los apristas en Lima, en su mayoría, van a votar por Susana Villarán. Otro porcentaje por Humberto Lay. El alanismo sigue intentando apoyar a Lourdes Flores, pero es sólo el aparato alanista. Los apristas que votarán por Villarán al mismo tiempo expresan su rechazo al alanismo y a este gobierno y a cómo el partido ha sido desarticulado, porque existe una premeditada política para demoler al APRA y el autor de eso es García. Y allí comienza este desborde del APRA, que no se expresa tomando locales, asaltando comités, haciendo marchas sino en resistir promoviendo paralelismo. Hay dos corrientes dentro del APRA, aunque no lo quieran reconocer. Una de ellas terminará el 2011 cuando se acabe este gobierno, ahí se corta la mamadera.
-¿Existen coincidencias con el programa de Susana Villarán?
-Villarán ocupa un espacio que el APRA dejó vacante y será muy difícil para nosotros recuperar ese espacio para las elecciones del año 2011. Villarán ocupa ese espacio que llamamos de centro izquierda, pero básicamente es un espacio de ciudadanos, ella ya lo ocupó y de aquí al 2011, gane o pierda la alcaldía, ese espacio ya tiene nombre. Surgirán otros líderes, pero todos se pondrán en ese lado. Ahora las elecciones ya no serán entre una derecha populista, la de Luis Castañeda Lossio, y una derecha de raíz siniestra, la de Keiko Fujimori, sino que ahora entra a tallar el bloque ciudadano progresista, ciudadanos con una visión de desarrollo y de cultura cívica, y en ese espacio está cancelado el APRA en la versión de Alan García.
-¿No tiene posibilidades el APRA en las próximas elecciones presidenciales sin la presencia de García?
-Calculo que el voto aprista volátil está en 11% y si surge un candidato que no sea alanista la militancia lo apoyará y eso podría significar la rearticulación del APRA. Sin embargo, la subida de Susana Villarán cambia el escenario porque el centro izquierda pasa a ser ocupado por la izquierda que resurge, un poco light si se quiere, pero izquierda al fin. Entonces la gente, el electorado, comenzará a moverse por ese lado. En otras palabras, a Alan García se le fue la mano al pasarse descaradamente a la derecha.
-¿Seguirá la polarización en las elecciones presidenciales del próximo año?
-Lo que tendremos el 2011 será una confrontación de dos concepciones de país. Una, la cleptocracia que simula ser democracia, y la otra una democracia auténtica sustentada en los derechos humanos. El alanismo tratará de impulsar LA PRIMERA en alianza con el Fujimorismo y las otras formas políticas. Por eso, insisto, si los apristas logramos quitarle a Alan García el manejo de las elecciones del año 2011 con nuevos liderazgos habría la posibilidad de que el APRA vuelva a recuperar su identidad como partido.
Marcelo Puelles
Redacción
-¿Cómo llega el APRA a este nuevo aniversario?
-Llega dividido, muy minado, deslegitimado. Llega desorientado, es un aniversario donde los valores han sido sustituidos por consignas como la de "El Perro del Hortelano" y donde la ética de Víctor Raúl Haya de la Torre ha sido marginada y desacreditada. Los lobbies, los faenones del gobierno y sus amigos lamentablemente no son considerados como un problema sólo de Alan García y su gobierno sino que la gente dice que todo el partido es así, corrupto.
-¿Y esa situación genera disconformidad entre los militantes?
-En estos momentos hay una franca rebeldía contra Alan García y eso provoca paralelismos internos. Quienes dirigen el partido dicen que todo está bien, pero no es cierto. Nosotros lo que decimos es que permitan que los apristas recuperen su identidad, su institucionalidad democrática y que nuevos líderes surjan y presenten buenas propuestas.
-Pero parece que en el APRA no hay nadie que pueda competir con García...
- Lo que ocurre es que Alan García no ha permitido que crezcan las figuras, no es que no existan. Es una realidad, por eso crece el paralelismo. García ha tratado de convertir al APRA en una organización del siglo XIX, una organización pre moderna donde lo que prima es el caudillismo. Hay una contradicción en vender la imagen de modernidad, cuando en realidad instaura un sistema personalista pre moderno de la política.
-¿Ve soberbia en la figura del presidente Alan García?
-Veo mucha soberbia y autosuficiencia. García consulta con quienes tienen el poder real, el económico; pero sus decisiones políticas las toma él y por eso hay problemas sociales como lo ocurrido en Bagua. La autosuficiencia se convierte en su principal enemigo. Esa autosuficiencia lo ha llevado a correrse a la derecha, a traicionar el sentido del voto del año 2006, a cambiar de identidad y volverse el mejor líder de la derecha, ha destruido el aprismo institucionalmente, la consecuencia de eso es la polarización al interior del APRA.
-¿Qué es lo que más decepciona del jefe de Estado?
-Que ofreció un cambio y en lugar de eso lo que ha hecho es sustituir el sentido del voto por darle continuidad al modelo y eso se llama fraude electoral. García es un líder cuyo proyecto personal se sustenta en la destrucción del proyecto histórico del aprismo. A tal punto lo ha deformado que actualmente más de la mitad de los altos funcionarios del Estado están involucrados en investigaciones o procesos judiciales por casos de corrupción. El APRA necesita sacudirse del alanismo.
-¿Podrá concretarse algo en ese sentido?
-Lo veo difícil, pero hay que dar la batalla. Los compañeros siguen apoyando a García por los cargos públicos, por el clientelismo. El Comité Ejecutivo Nacional del APRA en la actualidad es una prolongación de las instituciones públicas y Alan tiene los cuadros neutralizados, eso complica la cosa. Pero eso no evita que se pueda dar un fenómeno de desborde porque, como dije, indigna que relacionen a los apristas con la corrupción. La naturaleza del alanismo es la corrupción. García se acogió a la prescripción de sus delitos, dijo que hacía eso porque no había garantías para afrontar los juicios. Pero cuando cayó la dictadura no volvió a hablar del tema. Haya de la Torre jamás hubiera aceptado acogerse a una prescripción.
-Porque eso es impunidad...
-Y la impunidad en los actos de corrupción trae consigo la impunidad en los casos de violación de los derechos humanos; están emparentados y, si aceptamos que se consolide la impunidad en este país, estamos instaurando un régimen como el italiano de los años 50 y 60, un régimen que se sustentó en la cleptocracia. Por eso debe promoverse el respeto de los derechos humanos.
-Pero el Presidente dice que eso es ir contra el desarrollo del país...
-Eso es falso, desde su punto de vista tiene que ser instalada la política de "El Perro del Hortelano" y es una lástima que un hombre tan inteligente como Alan García esté repitiendo con mucho simplismo consignas que no tienen ningún contenido. Los derechos humanos sirven para promover cultura cívica y para darle poder a las instituciones y a la gente.
-¿Entonces cuál es la ideología de Alan García?
-En ese sentido, Alan García es el ideólogo de la derecha peruana en su versión más reaccionaria, porque utiliza el discurso de la modernidad cuando en realidad propone una estrategia regresiva. Y ahí traiciona el pensamiento de Haya de la Torre, quien promovió siempre una modernidad de ciudadanos, de trabajadores e intelectuales, donde los derechos humanos y los valores se expresaran en la política. Entonces, García se ha convertido en el principal descalificador de las ideas y propuestas de Haya de la Torre.
-¿Desde ese punto de vista, García ya no es aprista?
-Es líder de la derecha, ni siquiera el líder de una derecha democrática, sino de los oligopolios y de los monopolios, sacrificando los intereses nacionales, la seguridad nacional y el derecho de acceder al desarrollo. Cuando dice que hay que mantener el modelo económico lo que en realidad dice es: "Hay que mantener este régimen cleptocrático".
-¿Con todos los sectores del poder corrompidos?
-La cleptocracia surge después de la Segunda Guerra mundial, cuando se produce una asociación entre empresarios y políticos. Esta asociación se superpone por sobre las instituciones políticas. Es financiamiento ilegal a cambio de contratos públicos y fácilmente puede llegar la cleptocracia a ser el sostén de la gobernabilidad, usar la corrupción para sostener la gobernabilidad, es decir, la estabilidad de un gobierno. Eso ocurrió en México y en Italia. En el Perú se ha reconstituido, vemos una alianza beneficiada por este modelo y una clase política que se dedica a reforzar estas alianzas. Esto caracteriza este régimen, que no permite rendición de cuentas, ni transparencia, que no permite movimientos sociales, que los sataniza, inventa enemigos y azuza el miedo, entonces esta cleptocracia es el poder real.
-Dentro de una semana serán las elecciones locales y regionales, ¿cómo votarán los apristas en Lima Metropolitana?
-Los apristas en Lima, en su mayoría, van a votar por Susana Villarán. Otro porcentaje por Humberto Lay. El alanismo sigue intentando apoyar a Lourdes Flores, pero es sólo el aparato alanista. Los apristas que votarán por Villarán al mismo tiempo expresan su rechazo al alanismo y a este gobierno y a cómo el partido ha sido desarticulado, porque existe una premeditada política para demoler al APRA y el autor de eso es García. Y allí comienza este desborde del APRA, que no se expresa tomando locales, asaltando comités, haciendo marchas sino en resistir promoviendo paralelismo. Hay dos corrientes dentro del APRA, aunque no lo quieran reconocer. Una de ellas terminará el 2011 cuando se acabe este gobierno, ahí se corta la mamadera.
-¿Existen coincidencias con el programa de Susana Villarán?
-Villarán ocupa un espacio que el APRA dejó vacante y será muy difícil para nosotros recuperar ese espacio para las elecciones del año 2011. Villarán ocupa ese espacio que llamamos de centro izquierda, pero básicamente es un espacio de ciudadanos, ella ya lo ocupó y de aquí al 2011, gane o pierda la alcaldía, ese espacio ya tiene nombre. Surgirán otros líderes, pero todos se pondrán en ese lado. Ahora las elecciones ya no serán entre una derecha populista, la de Luis Castañeda Lossio, y una derecha de raíz siniestra, la de Keiko Fujimori, sino que ahora entra a tallar el bloque ciudadano progresista, ciudadanos con una visión de desarrollo y de cultura cívica, y en ese espacio está cancelado el APRA en la versión de Alan García.
-¿No tiene posibilidades el APRA en las próximas elecciones presidenciales sin la presencia de García?
-Calculo que el voto aprista volátil está en 11% y si surge un candidato que no sea alanista la militancia lo apoyará y eso podría significar la rearticulación del APRA. Sin embargo, la subida de Susana Villarán cambia el escenario porque el centro izquierda pasa a ser ocupado por la izquierda que resurge, un poco light si se quiere, pero izquierda al fin. Entonces la gente, el electorado, comenzará a moverse por ese lado. En otras palabras, a Alan García se le fue la mano al pasarse descaradamente a la derecha.
-¿Seguirá la polarización en las elecciones presidenciales del próximo año?
-Lo que tendremos el 2011 será una confrontación de dos concepciones de país. Una, la cleptocracia que simula ser democracia, y la otra una democracia auténtica sustentada en los derechos humanos. El alanismo tratará de impulsar LA PRIMERA en alianza con el Fujimorismo y las otras formas políticas. Por eso, insisto, si los apristas logramos quitarle a Alan García el manejo de las elecciones del año 2011 con nuevos liderazgos habría la posibilidad de que el APRA vuelva a recuperar su identidad como partido.
Marcelo Puelles
Redacción