---------- Mensaje reenviado ----------
De: j e <jjjperu@gmail.com>
Fecha: 2 de enero de 2011 23:21
Asunto: medicamentos en peru
Estimados amigos i cclas medicinas (los medicamentos) junto conla industria militar i el narcotráfico mueven millonesi son las más lucrativas.De acuerdo a este blog, el peru es el tercer pais del mundo enusar medicinas bamba.saludosj. espinoza
Monday, January 03, 2011
Perú: 3er país en medicinas "bamba"
Espanto en San Marcos
From: Alexandro Saco <alexandro09538@gmail.com>
Date: 2011/1/3
Subject: Espanto en San Marcos
To: h m <herbertmujica@gmail.com>
Espanto en San Marcos
Renovación ideológica y lastre organizativo
La herejía de una generación es la ortodoxia de la siguiente. Sigmund Freud.
Hace unas semanas en la Universidad de San Marcos se desarrolló un encuentro de jóvenes de izquierda, motivados por la búsqueda de la unidad de este espectro político para afrontar el proceso electoral de 2011. Iniciativa que se dio teniendo en cuenta que ya se habían visibilizado las diferencias entre los grupos de izquierda en la campaña municipal, haciéndose claro que existen dos corrientes, una que opta por acciones para un cambio drástico en el modelo y otra que se sustenta en un reformismo progresivo.
Uno de los resultados del encuentro debía ser un llamado a la unidad de estas fuerzas, pero esto se vio opacado por la súbita aparición de un alto dirigente de uno de estos grupos, que llegó, no se sabe si por propia voluntad o previa coordinación con la cúpula partidaria, para conminar a los jóvenes de su grupo a que no se les ocurra firmar un pronunciamiento que exhorte a la unidad de todas estas fuerzas. Ello debido a que las líneas establecidas por el partido debían respetarse y un llamado de este tipo podría ser utilizado por algunos con distintos fines.
Si bien esto último puede ser atendible en la lógica decimonónica con que los partidos peruanos se manejan, tranquilamente pudo haberse evitado el bochorno, y en todo caso ante el llamado a la unidad de los grupos de jóvenes ahí reunidos el partido pudo hacer alguna aclaración o deslinde antes que mandar un emisario al ceno del encuentro. Acaso para los que han trajinado toda su vida por estructuras partidarias este acto sea normal, pero para otros a los que antes que el partido nos interesa la libertad de pensar, decidir y proponer, la actitud de ese dirigente causa espanto, ya que ataca frontalmente la capacidad de los jóvenes para contradecir o recomendar a las dirigencias, y con eso castiga la posibilidad de crear alternativas en política.
Pero este hecho sirve para analizar dos cuestiones que tienen que ver con la llamada renovación de la política que muchos piden sin saber a qué exactamente se refiere. Si bien el tema es amplio y complejo, necesario es explorarlo:
¿Renovación generacional o ideológica?
Mucho se ha expresado en las últimas décadas en relación a que no se ha producido una renovación generacional en la política, y que ello impide que contemos con ideas y figuras nuevas. Tengo toda la sensación de que el asunto de la renovación política sea en la izquierda o en la derecha, no pasa por el tema generacional sino por el ideológico. ¿De qué sirve a la renovación de la política contar con muchachos y muchachas de menos de veinte o treinta años que persisten en ingresar a ésta bajo el manto de las ideas que se alumbraron hace un siglo o medio siglo, y que sobre esa base pretenden construir una nueva visión del país y del mundo?
Pues parece que no sirve de mucho. Es más, diera la impresión de que las nuevas generaciones han renunciado a proponer una distinta interpretación del mundo, que puede tener como fuente los legados marxistas, socialistas o liberales, pero no para repetir y repetirse sobre ellos, sino para hallar nuevas entradas a la realidad que pretenden modificar, ¿o acaso las ideas que ahora muchos jóvenes defienden no fueron puntos de quiebre con los paradigmas anteriores? Pues al parecer eso es lo que no se asume, y bajo la sombra marxista socialista, que ha aportado mucho pero se ha desgastado, pretenden cambiar las correlaciones del poder y de la economía en el país y en el mundo.
Muestra clara de ese desgaste ideológico es lo que ya se ha analizado: frente a la crisis más honda del capitalismo producida en los últimos años, las corrientes opositoras o altermundistas no han tenido la mínima oportunidad de crear una corriente de pensamiento y acción que pueda justamente evidenciar los límites del capitalismo tal y cual hoy opera. Y eso no es producto de un tema generacional, sino de un desgaste ideológico. Para decirlo claramente: pretender cambiar el mundo hoy desde el marxismo, comunismo o socialismo tal y como los conocemos, es un desgaste innecesario. Las sociedades cada vez optan y buscan mayores grados de apertura en todo sentido, por eso descreen de discursos totalizantes, que pretenden encerrar la realidad desde una interpretación univoca de los hechos y de la historia.
Ello no significa desconocer que en el mundo persisten una serie de arbitrariedades y despropósitos que afectan a los que menos tienen y benefician a los que ejercen el poder desde instancias que influyen directamente sobre las estructuras estatales y sociales, y que una serie de intereses claramente determinados están haciendo del planeta y de muchas comunidades ambientes invivibles. Lo que quiere expresar este acercamiento es que el discurso y la ideología de izquierda tradicional han sido rebasadas por una realidad diversa, que la vertiente marxista trata de reinterpretar sin poder superar los lastres que la acompañan. Entelequias como el campo popular, el pueblo o las mayorías, son limitadas frente a sociedades diversas en las que las expectativas personales y colectivas tienen que ver con asuntos de libertad, justicia y derechos, pero no desde supuestos sólo colectivizantes.
Frente a ello el reto claramente no es generacional sino ideológico. La renovación de la izquierda, de la derecha o del centro, pasa necesariamente por proponer una nueva interpretación que se nutra de ideologías anteriores, pero que busque ser cancelatoria o al menos superadora de los planteamientos iniciales de aquellas. Si eso no sucede, el capitalismo y el neoliberalismo la tendrán cada día más fácil para deslegitimar propuestas y discursos que indefectiblemente maman y viven de corrientes aparecidas hace mucho tiempo. La ideología que superará al neoliberalismo, no nacerá del marxismo ni del conservadurismo, sino de otras entradas, en las que las sociedades diversas se identifiquen para así ir creando un nuevo paradigma que permita los cambios necesarios. El caballazo socialista expresado claramente en Venezuela, que las nuevas generaciones de izquierda en buena proporción avalan y alaban, es una caricatura inviable; se necesita más inteligencia y creatividad.
Estructuras partidarias en el siglo XXI
El otro aspecto que permite encarar la anécdota producida en San Marcos, tiene que ver con la estructura desde la que los partidos se organizan y que sigue siendo replicada en otras instancias de la sociedad civil organizada, donde existe un líder elegido o designado, un plenario, una instancia directiva y otra ejecutiva, todas ellas rodeadas de tantas comisiones como necesidad de tener puestos exista. Una de las razones que puede explicar el aletargamiento de los partidos en el Perú y en el mundo frente a la realidad social, es justamente esa forma de organización.
La diversidad local, nacional, regional y global, no es pasible de encasillarse en estas estructuras pretendidamente abarcadoras pero en la práctica a veces excluyentes. Es necesario aceptar que cada realidad necesita de una forma política organizativa ad hoc, independiente, y la ley debe adecuarse a esa realidad y no forzarla. En el Perú se exigen más de 150 mil firmas y unos ciento cincuenta comités provinciales como parte de los requisitos para legalizar un partido. Lo cierto es que la recolección de las firmas no tiene mayor utilidad para que la sociedad conozca qué propone el partido, y la mayoría de los que estampan su rúbrica ante la solicitud de los que se instalan en las calles y plazas, lo hacen con desgano y hasta para poder continuar su camino y dejar atrás a los solicitantes. Y en relación a los comités provinciales, es historia vieja que éstos son casi todos un letrero en una pared y que carecen de la mínima vida política; es decir son una formalidad que se puede superar con las firmas de una decenas de personas que posiblemente nunca más se junten para discutir el país.
Como se observa, las estructuras exigidas a los partidos políticos para reconocerlos legalmente, son casi un acta de estancamiento, la posibilidad de engañarnos: el JNE hace como si los papeles fueran realidad y los partidos se creen ellos mismos que sus papeles y estructuras son reales y guardan coherencia con las necesidades del país. Estamos viviendo un engaño mutuo, frente al que las voluntades de organización deben someterse ya que no existe otra vía para ser reconocido políticamente. Ello puede ser funcional a una democracia limitada como la peruana y dar la sensación de que el Estado hace el esfuerzo por organizar las demandas políticas, pero en el fondo es sólo un acto reflejo, necesario para lo administrativo, superfluo para lo sustancial.
Lo cierto es que eso es en lo que hoy debemos movernos, y que el paso hacia instancias que comprendan las necesidades sociales de libertad, justicia y derechos, tomará un buen tiempo, ya que la tradición política partidaria y jurídica estatal serán las primeras en poner el grito en el cielo ante el señalamiento de su incapacidad para abrir la participación política o al menos aligerarla.
Cayacs y buques
La renovación de la política no es un tema generacional, sino claramente ideológico, ya que podemos tener adolescentes que repiten doctrinas previas a sus abuelos o adultos que buscan superar el peso de aquellas, lo que para algunos dogmáticos de derecha o de izquierda será inaceptable; el hecho sucedido en San Marcos es parte indesligable de aquel paradigma languideciente.
Pero a su vez las estructuras organizativas partidarias son un juego de suma cero, en el que el Estado pone las condiciones sabiendo que el papel que las evidencia aguanta todo, y los grupos con aspiraciones políticas pagan su entrada al sistema con el mayor gusto, y ambos se auto engañan, acaso con buena voluntad, pero dejando que la realidad diversa e intensa pase por su lado como un río trasparente y torrentoso en el que el buque de la formalidad encallaría, pero por el que andan con sus rápidos cayacs las otras corrientes y formas de hacer política en el mundo de hoy.
Alexandro Saco
30 12 2010
"Memorias del subdesarrollo (II)" por Jorge Majfud
From: Jorge Majfud <majfud@gmail.com>
Date: 2011/1/3
Subject: para publicar "Memorias del subdesarrollo (II)"
To:
Una sociedad evidencia un alto grado de desarrollo por la forma en que sus miembros se conducen y relacionan entre sí; no por una simple inundación de capitales.
Memorias del subdesarrollo (II)
al gran Tomás Gutiérrez Alea
La historia de Uruguay y Argentina siempre ha padecido de cierto bipolarismo. De grandes crisis y depresiones autodestructivas se pasa a una euforia igualmente desmesurada. Pero esta montaña rusa del ánimo social rioplatense no se corresponde con una realidad más estable.
Entre una inundación de capitales y el verdadero desarrollo hay una distancia considerable. Contrariamente a los porcentajes de crecimiento económico, la cultura social rioplatense no ha avanzado. Normalmente se entiende que son los recursos económicos los que dan forma a esas relaciones pero es muy probable que en gran medida sea estrictamente lo contrario: una sociedad evidencia un alto grado de desarrollo debido a la forma en que sus miembros se conducen y relacionan entre sí (Ya dedicamos muchos otros ensayos a exponer las graves contradicciones de algunas sociedades desarrolladas que, como la antigua Atenas, como Estados Unidos, muestran un alto grado de civilidad y desarrollo fronteras adentro y salvaje arrogancia fronteras afuera.)
A pesar de ciertos progresos sociales en algunos países de la región, nuestras sociedades del boom económico latinoamericano todavía muestran ciudades exageradamente sucias y peligrosas, extremos de ostentosa riqueza y de miseria extrema, policías que todavía piden coimas o que nadie respeta, ciudadanos que rompen con cualquier norma comunitaria apenas pueden, apedreos impunes y por placer a autobuses, ingeniosas destrucciones del patrimonio público, barriadas cada vez más enrejadas, juventudes disueltas e idiotizadas por las paradójicas "redes sociales" (el diablo está en los nombres, en los ideoléxicos), personas honestas que se ofenden por cualquier crítica…
En Uruguay y Argentina nunca se respetaron a rajatabla las señales de tránsito, los carteles de PARE, pero al menos años atrás se respetaban los semáforos. Hoy los jóvenes se divierten cruzando con la luz roja. Es común ver las caras sonrientes de las muchachas que llaman la atención arriesgando sus vidas y la de los demás.
Esta es todavía la pura mentalidad del subdesarrollo que se intenta negar. No ha cedido; se ha potenciado con el remedo de un consumismo importado de cachivaches importados.
Obviamente algo está fallando en el feliz reino del "estamos mucho mejor" y no creo que sea un problema meramente político o ideológico.
Bastaría con citar el actual nivel de la educación básica, según algunos estándares internacionales. Si bien Uruguay se ha situado en el segundo lugar en América Latina en las pruebas PISA, perdiendo el primer puesto con Chile, la posición que ocupa en el último tercio entre los países participantes contradice el sitial de avanzada que ostentó durante casi un siglo hasta los años sesenta. Y como los resultados no conforman algunos optan por negar la validez de la evaluación internacional.
Tampoco deja de ser una confirmación el hecho de que los últimos gobiernos han aumentado el presupuesto de la educación y los resultados han empeorado. Obviamente la inversión económica es crucial, pero sigue fallando la organización del cambio, no sólo a nivel administrativo y estratégico sino a nivel de la cultura general: el modus operandi de la sociedad reflejado en cada individuo que prefiere actuar por reacción, sin objetivos claros, y no por creación. Así, cada medida de lucha contra una realidad desfavorable se convierte en intrascendentes protestas decoradas de discursos y repetidas pancartas, cuando no en una negación destructiva sin un objetivo alternativo claro que sea capaz de evaluar la responsabilidad propia. Falta autonomía, responsabilidad; sobran quejas, inmovilidad, temor a asumir los riesgos de no quedarse estancado en un mundo de permanentes cambios.
También la delincuencia ha rejuvenecido. Me refiero al carácter juvenil, adolescente y hasta infantil del crimen. Esto no es nada sorprendente. Trece años atrás, en medio de la otra euforia primermundista de una ideología opuesta, el neoliberalismo, alertábamos que la crisis por venir a finales de siglo era una bomba de tiempo, ya que una economía se puede recuperar en pocos años pero los efectos sociales perduran por generaciones. La abrumadora mayoría de los niños nacían y nacen en hogares en condiciones paupérrimas de salud y educación que no habían conocido los eternos campeones del mundo, el país más progresista de América Latina, el país de mayor igualdad social, de mayor nivel de vida, de las leyes más avanzadas del siglo XX.
Parte del problema es que, a nivel popular, la sociedad latinoamericana se ha quedado en una retórica congelada, hecha de retazos de viejos intelectuales europeos y norteamericanos, como en el siglo XIX, repitiendo como si fuesen novedosos descubrimientos listos para la salvación, y no ha sido capaz de elaborar un pensamiento propio. Salvo en casos excepcionales.
En Asia, particularmente en China, el desarrollo económico impulsado por el capitalismo comunista ha ido de la mano de un desarrollo de la educación formal, tan competitiva como en las olimpiadas donde los niños sacrifican su infancia en pos de la competencia y el éxito. (El desarrollo social todavía corre, de forma amenazante, muy por detrás.) Pese a las multimillonarias inversiones, China no ha tenido los mismos resultados en cuando a creatividad e innovación, aunque es de suponer que esto vendrá con el tiempo.
Siempre he pensado, desde un punto de vista marxista, que los grandes cambios culturales (supraestructura) se debían a los grandes cambios de la base económica y productiva. Muchos marxistas (ej. A. Gramsci, L. Althusser, etc.) remendaron esta dinámica décadas atrás. Pero el mundo supramoderno desafía esta visión tan clara en la historia. Ernesto Guevara, N. Chomsky, Paulo Freire, Eduardo Galeano y tantos otros tenían mucha fe en el camino inverso, en el estimulo moral, en la educación, en la concientização, etc.
Si bien hoy los cambios estructurales no son tan profundos como se los quiere presentar, lo cierto es que una sociedad posindustrial, informática, parece cambiar más fácilmente desde arriba hacia abajo, es decir, desde la cultura y la educación hacia el orden económico y productivo, que a la inversa. En casos la relativa independencia de los dos reinos (el cultural y el económico) no deja de ser notable.
Los gobiernos pueden hacer mucho (empezando por la educación formal) pero todo es muy poco al lado de lo que sería necesario para cambiar toda una cultura que adolece de dos problemas históricos: la autodestrucción y la autocomplacencia. El simple éxito económico no puede hacerlo. Podría lograrlo una profunda autocritica colectiva. Pero para eso se necesita un foco de críticos incisivos e innovadores, capaces de promover un pensamiento propio y no importado, una incisiva campaña de concientización no sólo sobre lo que "uno es", sino sobre lo que "uno hace". Algo parecido se logró en la lucha contra el tabaco y las poderosas tabacaleras. ¿Por qué no habría de lograrse en otros ámbitos tan simples como el respeto civil, la responsabilidad propia en el logro de soluciones personales y colectivas?
Claro, tal vez sea una tarea difícil cuando los jóvenes están tan ocupados en banalidades universalizadas por las "redes (anti)sociales" en nombre de la democracia y la liberación de los individuos.
No es que haya perdido mi fe en la futura democracia directa, en la independencia de los individuos en una sociedad hiperdesarrollada. Sólo que la realidad muestra que esa utopía está cada día más lejos, que las nuevas herramientas de liberación siguen siendo los juguetes que impiden madurar. Seguimos actuando como lobos y ovejas mientras nos creemos individuos liberados. Individuos virtuales de una sociedad virtual y con una liberación virtual, rodeados de nuevos capitales y viejos escombros.
Jorge Majfud
Diciembre 2010
Criminalidad y galopante Corrupción con raíces profundas
Criminalidad y galopante Corrupción con raíces profundas
por Guillermo Olivera Díaz; (Objeto de amenaza mortal e insultos desde Cel. 9-4265-6226)
http://www.voltairenet.org/article167977.html
3-1-2011
1. En lenguaje formal, técnico o especializado del campo criminológico-jurídico penal (que modestamente cultivo: véase mi libro "Criminología Peruana", Vol. I y II) no hay crímenes en el Perú. El fonema crimen no existe en la legislación. Únicamente hay delitos y faltas; por ende, sólo habría delincuencia a secas.
Sin embargo, para medio entendernos, al conjunto imbricado, de naturaleza casi inextricable, de todos los delitos, incluidos en primerísimo lugar los de corrupción del poder político fujimorista, toledista y alanista y de todos sus funcionarios públicos, podemos llamarlo con cierta propiedad criminalidad o delincuencia.
Aquí están los de cohecho propio e impropio (la coima o prebenda, los identifica); la concusión (colusión desleal, imputada a Castañeda Lossio); los asesinatos, con autoría directa y mediata; el terrorismo, comprendido el estatal; el tráfico ilícito de drogas; los robos, apropiaciones ilícitas y estafas; las lesiones y abortos; no alimentar a los hijos (Toledo agraviando a Zaraí); el odioso prevaricato de jueces y fiscales de mala ley que llegan a la Suprema; la falsificación de documentos y las violaciones electorales y sexuales (contra el sufragio y la libertad sexual), entre otros. La relación es rayana con el infinito, agobiante y a la vez preocupante.
2. Trípode terminológico.- En otros países, sí están legislados los crímenes, los delitos y las faltas o contravenciones nimias, entre cuyos conceptos hay diferencias de grado. Allí, por lo tanto, la criminalidad y la delincuencia difieren en sentido técnico.
Esta tripartición del bloque hasta origina diferentes procesamientos. Empero, en esencia se trata de infracciones a las normas de toda índole que la ley penal protege; a los bienes jurídicos o intereses sociales, tan caros a una feliz convivencia humana.
3. Eclosión causal.- Criminológicamente hablando, no hay efecto sin causa. Esa criminalidad o delincuencia (en términos peruanos) y la frondosa corrupción (la delictiva y la que no lo es: ésta sería corrupción pura, pese a su impureza) obedece a una misma triple causalidad: bio-psico-social, siendo su prevalencia de orden invertido.
Las causas sociales o condiciones generales de vida, que radican fuera del individuo están primero; uno las encuentra al nacer, son como trajes hechos a los cuales nos piden amoldarnos. La etiología psicológica, que apunta a la estructura mental del sujeto, va segunda: aquí conviven el "ego colosal", la soberbia, los malditos celos, la codicia del dinero, ansias de poder, los prejuicios e instintos, etc. Al final, como cabo cierra filas, está la causación biológica, somática o corporal. Aunque nada de esto funciona por su propia cuenta, por sí solo.
No queremos meternos en el escabroso tema terminológico de si son causas, factores, condiciones, circunstancias, motivos o móviles que gestan la conducta ilícita.
A nuestro juicio, se trata de una causalidad interrelacionada, interactuante e interdependiente en forma simultánea. Su real naturaleza es heterogénea. Lo que sí es visible e innegable que la inmensa delincuencia existe y agobia al cuerpo social, siendo el pobre el más victimizado por su ponzoña. El presente sistema económico, político-social lo hace añicos. ¿Cuáles son los grandes factores causantes o condicionantes de tamaña maldición criminal? Veamos uno de ellos.
4. Realidad criminal y corrupción acuciante.- La siempre recusable clase política, gobernante y mantenida por la tributación de los más en la historia del país, explica la tenebrosa génesis de esta eclosión criminal y galopante corrupción. Del ejercicio del poder de aquélla germinan, resplandecen, se expanden como el cáncer y la prensa nacional encubre y disimula, culpando a otros.
La ola presente nace por igual en el Poder Ejecutivo y sus ministros, Legislativo y su mayoría de congresistas, Judicial y sus miles de jueces venales y prevaricadores, logrando ramificarse en todos los organismos del Estado, como el Ministerio Público con fiscales de pésima estofa y el Jurado Nacional de Elecciones y sus jurados electorales especiales, hasta entronizarse en la sociedad entera, siempre en trance de periclitar por culpa de sus mentores con poder.
En lugar de blandir el arma homicida para asestar la puñalada; de acechar al modo montesinista para asesinar con impunidad temporal, ahora se valen de los "Decretos de Urgencia", "Decretos Legislativos" y "Decretos Supremos", los 3 de sinuoso origen palaciego. Se cocinan en Palacio de Gobierno y los ministros sólo firman, bajo "apercibimiento" silente de ser removidos; al suscribirlos evitan su remoción. El Derecho Constitucional brindó el medio para prostituir la norma.
Con los Decretos de "Urgencia", por ejemplo, se esquilman fondos del fisco superiores a 511 millones de nuevos soles y se entregan a los Kouri para el "Mejoramiento" de la Avenida Néstor Gambeta del Callao que, a pesar de su urgencia, aún no comienza (la urgencia era de tener la plata en mano: Decreto de Urgencia N° 052-2009 de 25-04-2009); y con centenares de otros "decretos" que la candidata Mercedes Aráoz no supo ni pudo rechistar a Bipolar cuando estampaba su firma, pese a que eran para evadir controles para la inversión pública millonaria y favorecían la corrupción en grande. ¿Será el precio de su candidatura?. También Fujimori extraía millones de dólares del presupuesto nacional a través de estos ilícitos decretos.
Vía el Decreto Legislativo N° 1097 también palaciego, se sacó la vuelta al Congreso y a su ley autoritativa N° 29548 (03-07-2010) buscando cortar todo proceso penal que dure mucho tiempo, aunque los favorecidos sean culpables de innumerables crímenes de lesa humanidad. Quedó sin efecto este Decreto, pero el acto corrupto se consumó; iban a ser excarcelados un sinfín de alimañas, excediéndose del encargo congresal.
Empero, cuando una Sala Penal Superior: Ventura Cueva, Vigo Zevallos y Ramírez Descalzi aplica un precedente vinculante emanado del Tribunal Constitucional, relativo a la violación del plazo de razonabilidad de una investigación preliminar fiscal que sobrepasaba los dos años, se opta por quejar, denunciar, abrir proceso disciplinario y finalmente suspender en sus funciones a los 3 vocales que cumplieron el desiderátum constitucional, de aplicar las reglas vinculantes del tribunal, cuyos fallos obligan a todos los órganos del Estado. ¿Provino este clímax abusivo de Palacio, que incluya al eterno secretario personal Luis Nava Guibert, pues el entonces Ministro de Justicia García Toma fue insistente instrumento mediático de presión del quehacer judicial?.
Y cuando se está frente a tachas de candidatos a elecciones municipales, como Alex Kouri, propuestos por entes que no son partidos políticos, como "Cambio Radical", que violan impúdicamente las leyes sobre democracia interna, validando acuerdos de un Comité Ejecutivo Nacional sin quórum, entonces, allí el Jurado Nacional de Elecciones a la Causa N° 1365 la resuelve antes que la N° 1225, para que llegado el momento asaz calculado pueda escudarse en el "Carece de Objeto" el pronunciamiento, porque el tachado ya lo fue en otra causa.
Con esta manoletina corrupta, superando al propio Manolete, se evita entrar en el examen de las violaciones que cometen los llamados partidos políticos cuando proponen a sus candidatos; se elude fiscalizar la legalidad del proceso electoral y de velar por el cumplimiento de las normas legales sobre organizaciones políticas; es decir, se estafa electoralmente al país, en connivencia con la prensa nacional encubridora, y se trasgrede la Constitución, las leyes y la moral, administrando "justicia electoral" en nombre de la Nación, a la cual en puridad se la agravia con vileza y con dolo doble.
5. Ejercicio del poder causante del desborde criminal.- Desde el poder político se orquesta otro tipo de criminalidad, de singulares roles y características, más sutilmente disimulada, que el grueso de la población no percibe, aunque igualmente perniciosa para el tejido social como las peores. El crimen ha tomado otras manifestaciones, ha sufrido una metamorfosis en beneficio de sus protagonistas que, al unísono, detentan el poder en lo económico, social y político. Seguimos percibiendo sus asechanzas con "c" y con "s"; las difundimos, con el objeto que el pueblo peruano tome conciencia y niegue su voto a sus opresores de antaño.
Cada uno de los conocidos actores de la enmohecida clase política, llámense Alan García y su candidata presidencial, Alejandro Toledo (que regala al extranjero el gas de Camisea y añade su frivolidad por el licor en Punta Sal), Keiko Sofía y su encarcelado padre por criminal y corrupto, Pedro Pablo Kuczynski (adicto a millonarias comisiones por prepago de la deuda externa del país) y Luis Castañeda Lossio (el veloz pagador de Comunicore con plata ajena), son causantes y culpables de esta lacerante desgracia nacional: delincuencia y corrupción.
Sin duda, son halcones de alto vuelo en el instituido Sistema Nacional de Corrupción que gesta la criminalidad que nos aqueja. No merecen hoy ser candidatos a nada, tampoco más tarde; más bien deben ser seriamente investigados y sancionados.
¡Hombres y no enanos de Estado!
por Herbert Mujica Rojas
3-1-2011
¡Hombres y no enanos de Estado!
http://www.voltairenet.org/article167970.html
Capitanear con destreza una nación con 28 millones de habitantes, 5 fronteras, gas y agua, riquezas naturales ingentes y por eso codiciadas urbi et orbi, un mar muy rico al que pusilánimes quisieran regalar a transnacionales y, sobre todo, definir bien qué cosas convienen al Perú en su privilegiada –y por eso riesgosa- ubicación geopolítica y una lucha a muerte contra la corrupción, constituyen en este año electoral algunas de las más importantes ambiciones del país. ¿Qué se necesita para lograr siquiera los barruntos fundamentales del plan nacional?: ¡hombres y no enanos de Estado!
El elector tiene que exigir a los que se presentan solicitando el voto ciudadano garantías personales, familiares, intelectuales y éticas de que cumplirán cuanto prometen si acaso concitan el sufragio de respaldo que tanto piden con toda clase de fórmulas. Hay hasta postulantes que están aprendiendo a conocer los barrios marginales de la capital y las provincias que antes jamás visitaron aunque no pocos sí expoliaron desde puestos de gobierno central, municipal o regional. ¡No bastan caminatas, bailecitos, reparto de víveres, discursos comunes o promesas que asemejan listas de lavandería! ¡Todo eso es parte de lo más vulgar y rufianesco que es menú cotidiano en todas las campañas!
El votante tiene derecho de inquirir a los que anhelan respaldo en las urnas ¿qué van a hacer con respecto al contencioso de límites que hay con Chile en La Haya? ¿y cómo piensan afrontar el resultado? Hasta hoy ningún aspirante expresa su voz clara, meridiana, franca y valiente sobre el tema, el más importante que en relaciones exteriores afrontará el próximo gobierno siendo que es un asunto de Estado y de historia.
¿Cómo combatirán a la corrupción si algunas listas están plagadas de alimañas que han hecho en varios momentos, riquezas oscuras, patrimonio sospechoso y guardan íntima vinculación con escándalos repugnantes? Un mediocrísimo abogado que visitaba a un empresario dominicano en su hotel particular y que recibe cheques por decenas de miles de dólares "por error", preside una lista parlamentaria. Un ex alcalde de Lima especialista en obras que comienzan en una cifra y terminan en otra, quiere ser presidente. La hija del nipón cobarde, Kenya Inomoto Fujimori, que estudió con dinero de todos los peruanos, también codicia estar en Palacio. ¿Y qué haría cualquiera de aquellos en las mieles y goznes de inmensas maquinarias de corrupción masiva? La respuesta es inequívoca: generar más pobredumbre e inmoralidad.
La democracia electoral sin correlato económico en que las fuerzas de la producción, capital, Estado y trabajadores, generen respuestas nacionales competitivas y modernas, sólo alargará el modelo primario exportador, de nula o insuficiente soberanía para gobernar sobre sus recursos y reformar todos los contratos hechos con maña y con el avieso propósito de llevarse la parte del león y dejar los huesos en Perú. Mientras que el empresario no entienda que tiene que participar activamente en la defensa de sus productos y que para ello requiere de formar alianzas estratégicas con los trabajadores, adiestrándolos, haciéndolos técnicos y delegando responsabilidades, los TLCs se convertirán en amenazas latentes y muy peligrosas. La defensa del Perú no es solo militar.
¿Cómo llevar a cabo la tarea monumental de construir una nación cuasi liquidada por la corrupción en todos los niveles de su vida institucional? He allí un estupendo reto para la imaginación y la inteligencia. Un paso indudable siempre será participar con opinión crítica, cuestionario directo y profundo amor al país, su historia, sus Andes, su ubérrimo mar y riquezas naturales.
Necesitamos ¡hombres y no enanos de Estado!
¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!
Lea www.voltairenet.org/es
hcmujica.blogspot.com
Skype: hmujica
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