Monday, December 18, 2017

¡Elecciones generales luego de vacado el presidente Kuczynski!

¡Elecciones generales luego de vacado el presidente Kuczynski!
por Guillermo Olivera Díaz; godgod_1@hotmail.com

18-12-2017

Lo doy por hecho que el presidente Pedro Pablo Kuczynski Godard será vacado, este jueves 21-12-2017, por “permanente incapacidad moral”, declarada por el Congreso de la República, tal como lo prevé el Artículo 113°, inciso 2 de la Constitución Política.

A mi juicio, Kuczynski merece ser vacado, pues lo he visto sinuoso y delictivo siempre. Fue ministro de Toledo (2004, 2005, 2006), favoreció a Odebrecht y cobró sobornos de ésta, que terminaron en su cuenta personal del Banco de Crédito de Lima.

Como quiera que tal vacancia, como también sería la muerte biológica natural de cualquier presidente, constituye un “impedimento permanente” para el ejercicio de la presidencia, el presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galarreta Velarde, está compelido a “convocar de inmediato a elecciones” generales, para elegir nuevo presidente y 130 congresistas. Así lo regula en forma expresa el Artículo 115°, última parte del primer párrafo de la misma Constitución Política.

El texto de dicho numeral es inconcuso y para mí diáfano. Reza así:

“Si el impedimento es permanente, el Presidente del Congreso convoca de inmediato a elecciones”.

Aunque vacado el presidente Kuczynski le suceda el primer o el segundo vicepresidente, el Presidente del Congreso debe convocar a elecciones, para elegir nuevo presidente y 130 congresistas, pues la vacancia es un impedimento permanente, y en tal supuesto asume el primer vicepresidente y a la vez (al propio tiempo o simultáneamente) el presidente del Congreso tiene el mandato constitucional de convocar, de inmediato, a elecciones, así en plural, ya que el primer vicepresidente no tiene que cumplir lo que resta del mandato del presidente vacado, quien tiene impedimento permanente para ejercer la presidencia, como expresamente lo prevé el citado texto constitucional

No existe, por ende, ningún motivo para creer que, en el supuesto de vacancia del presidente Kuczynski, el actual presidente del Congreso, el fujimorista Galarreta, tiene que asumir las funciones presidenciales del presidente vacado.

La única hipótesis que el presidente del Congreso asume las funciones del presidente vacado se presenta cuando el primer vicepresidente elegido, Martín Vizcarra Cornejo, está impedido de esa asunción y si también lo está la segunda vicepresidenta elegida, Mercedes Araoz Fernández. De nuevo, la Constitución es clarísima al señalar en el mismo numeral 115°, primer párrafo, parte intermedia:

“Por impedimento de ambos, el Presidente del Congreso”, asume las funciones del presidente objeto de vacancia, en cuyo caso está obligado a convocar a elecciones “de inmediato”.

Por lo tanto, el citado primer vicepresidente tiene la obligación constitucional y moral de asumir las funciones del presidente que sería vacado en breve. En su defecto, lo haría la segunda vicepresidenta. Si ambos defeccionan, o estuviesen impedidos, recién aparecería la ocasión de Luis Gallareta, actual presidente del Congreso.

Como se sabe los dos actuales vicepresidentes elegidos carecen de impedimento alguno para asumir las funciones que constitucionalmente les compete. En este supuesto, el vicepresidente no se convierte en presidente del país, sino solo o simplemente asume sus funciones (el trabajo), sin la investidura presidencial.

El vicepresidente encargado no es, pues, jefe de Estado, ni personifica a la Nación.

Que el aprofujimorismo no se atreva a pretender decidir en forma diferente y sesgada al claro mandato constitucional. ¡Que el pueblo permanezca vigilante y alerta!
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¡Sin doctoreos, ni sueldos fijos y tampoco choferes!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
18-12-2017

¡Sin doctoreos, ni sueldos fijos y tampoco choferes!

A los parlamentarios, de todos los tiempos, les halaga que sus asesores, secretarias y el resto de personas comunes y corrientes, les llame doctores. En casos excepcionales sí que lo son y sus cimas académicas así lo prueban, pero no ocurre eso con el 90% de los legiferantes. Si hay nueva elección general y pierden el respaldo de bases, también dejarán de gozar de este conmovedor trato.

Muchos de los legisladores durante el 2016-2017, pronunciaron la palabra Presente como único término de su frondosa “producción” parlamentaria. Y por eso el público contribuyente les paga de manera mensual y oportuna no poco dinero. De estar huérfanos de apoyo para la reelección, hay quienes van a extrañar su cheque robusto que premiaba ineficacias a todos por igual.

Como los inquilinos de Plaza Bolívar viven inquietos y muy preocupados por los grandes temas del país, muchos de ellos, los más importantes, cuentan con choferes que les llevan a todas partes, incluido el Congreso. Una nueva elección podría pulverizar esta facilidad para tan ilustres servidores de la Patria.

Los legisladores que vayan a la reelección, de imponer o ganar su candidatura en sus respectivos pueblos, no tienen asegurado el puesto que hoy detentan. En buen castellano, en menos de 12 meses, podrían estar de patitas en la calle haciendo lo que hacían en sus negocios particulares antes que la buena estrella de la elección del 2016 les catapultara a la cima de la que están a punto de ser echados sin contemplaciones.

Muchos representantes se quedarían ¡sin doctoreos, ni sueldos fijos y tampoco choferes!

Una nueva elección comportaría campañas y gastos ingentes de recursos más ajenos que propios y desplazamientos aquí o acullá. Entonces ¿cuándo trabajarían los vigentes parlamentarios? Dése por descontado que 95% de aquellos querrá repetir el plato lo que no significa que tengan respaldo de base para hacerlo.

Sólo participarían en una nueva elección general, las listas inscritas de movimiento y dirigentes ante el Jurado Nacional de Elecciones: Tierra y Libertad, Acción Popular, Fuerza Popular, Alianza para el Progreso y nadie más porque son las que tienen fichas válidas.

La palabra renovación no está garantizada bajo ningún punto de vista porque hemos sido testigos de la inmensa mediocridad de los parlamentarios que integran todas y cada una de estas agrupaciones a las que se agrega el alanismo que carece de inscripción válida de sus dirigentes ante el JNE y tendría que hacer un Congreso legítimo, limpio, inobjetable. Todo esto imposible porque están más ocupados en evitar que el tema Odebrecht afecte al señor Alan García Pérez.

Todo pareciera indicar que la procura de una nueva elección general que coincidiría con municipales y regionales, es una ridícula forma de dispararse a los pies y de demostrar miopía atroz.

Cuando el final del Congreso en la administración Humala, recién me enteré que algunos ciudadanos habían sido ¡durante 5 años! parlamentarios. Esta vez parece que será a menos del año y medio y una mayoría saldrá del anonimato permanente. ¡Qué país el nuestro!
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