Equilibrado es el único presupuesto bueno
2-2-2016
Tenemos ofertas políticas para todos los
gustos, con la finalidad de alcanzar el sillón presidencial. Los candidatos hacen
propuestas para captar votos, tienen que ver directa o indirectamente con incrementar
los egresos de la caja fiscal, aumento del gasto público o disminución de
impuestos que bajarían los ingresos tributarios el 2016, pudiendo incrementar
el déficit fiscal o sea ofertas raras que no han dado resultados cuando se han
practicado, claro no en el escritorio. Olvidan al padre de la economía moderna
Adam Smith que decía “El único presupuesto bueno es el presupuesto equilibrado”.
Ningún candidato es claro ni sustenta con
cifras, las alternativas planteadas para solucionar problemas de los votantes ya
sean inversores privados y/o consumidores. Por ejemplo no se trata a
profundidad la problemática de la inseguridad ciudadana y la corrupción
generalizada, reformarlo y cómo tener un Poder Judicial ecuánime para generar
confianza, mejorar la calidad de la atención de la salud pública ESSALUD, la
reforma integral de la SUNAT por su manera de recaudar y su ineficiente
personal, hablan a medias tintas sobre estos temas, pero propuestas concretas que
pueden ser realidad no mencionan.
No dicen cómo combatir el narcotráfico que
corrompe a nuestra juventud, se alegran porque antes éramos los primeros y
ahora el segundo productor de hoja de coca del mundo y en nuestra economía se
mueve $ 2000 millones anuales, y felicitan a
DEVIDA no sabemos ¿por qué?, seguramente por dedicarse a transferir dinero
y gastos superfluos en consultorías caras que no dan ningún resultado con S/.
50 millones anuales en acciones sin producto, se han olvidado de la minería
ilegal y artesanal que mueve $ 2900 millones al año, el lavado de activos $ 6000
millones entre otros problemas.
Incluso hay un candidato que habla con
desconocimiento de nuestra historia económica de la época de la hiperinflación
1985–1990 que fue un bochornoso hecho económico mundial (donde los precios de
los alimentos subían diariamente como una espiral sin tope contra el poder adquisitivo
de la moneda que generó escasez y desempleo acompañado con recesión y el país
casi quedó al borde del abismo y/o quiebra con niveles de pobreza extrema de la
cual nunca nos recuperaremos), provocada por otro candidato, promete controlar
precios o que en su lenguaje propio de ser diferente, llama defender precios
justos al consumidor, olvidándose, por ejemplo, de los micro y pequeños
productores agrarios cuyos precios de productos que ofertan en el mercado son bajos
y con mínimos niveles de rentabilidad que les resta competitividad por falta,
entre otros, de tecnología y asistencia técnica caso productos de Sierra y Selva.
Hay naturalmente una serie de contradicciones,
por ejemplo a los que dicen bajar el impuesto general a las ventas IGV por un
tiempo, el actual ministro de Economía y Finanzas les recordó que ya dispuso
una rebaja de impuestos a fines del 2014 y refiere que ahora “ya no hay espacio
para nuevas rebajas de impuestos”, ante la caída de la recaudación tributaria.
¿Cómo hacemos para evitar tantas mentiras
ofertadas en campaña como cuando se nos dijo que estábamos “ante el milagro
peruano” y que nuestro crecimiento sería permanente, y que ahora el 2015 con
una economía en desaceleración PBI 2.9%, luego de haber crecido 2007 8.9% y el
2008 9.8% se nos dice que la economía se manejó mal, lo que jamás estuvo
proyectado por los gurúes economistas de la tecnocracia del MEF que prometieron
las reformas de segunda generación? Olvidaron al premio Nobel Paul Samuelson
que sostenía que la “economía no es una ciencia exacta. Cualquier pronóstico
basado en evidencia puede ser horriblemente malo”.
Sin embargo cuando asumen el poder dicen con
descaro a la población, que no se puede ejecutar lo prometido porque se
generaría incremento del déficit fiscal, desaceleración y estancamiento económico
o recesión, caída del PBI, con un posible rebrote inflacionario y que esperen los
electores a que todo mejore o sea dentro de 5 años al 2021.
Nadie lo dice o lo consideran iluso proponer por
consenso técnico y político un Plan Estratégico de Desarrollo Nacional Técnico
que esté conformado por programas y proyectos, con variables que tengan gastos
racionales y eficientemente redistribuidos que contengan metas y acciones concretas
para promover un crecimiento sostenido del PBI nacional que no baje del 4%.
Dicho Plan debe dar prioridad a implantar una verdadera economía social de
mercado, al crecimiento descentralizado de nuestra economía con metas realistas
de mediano y largo plazo, atacando los principales problemas estructurales
falta de empleo de calidad, eliminación de la extrema pobreza y mejora de la
productividad. Distribuyendo equitativamente el gasto público y cortando
radicalmente los gastos superfluos del Estado caso el gasto de las Fuerzas
Armadas ¿Para qué sirve realmente?
Es necesario recomendar a los economistas y
técnicos que vienen asesorando a los candidatos, honestidad en sus propuestas y
que no olviden que lo que debe primar es lo técnico, pero no se trata de
engañar a una población deseosa de bienestar y de tener un Estado pequeño que
cumpla con sus obligaciones constitucionales básicas. No olvidar a Laurence
Peter cuando decía: “Un economista es un experto que sabrá mañana por qué las
cosas que predijo ayer no han sucedido hoy”.
Las promesas deben demostrarse en cifras para
evitar ofertas como el balón de gas que bajaría a S/. 12 soles y en el Cusco
cuesta actualmente S/. 45 soles, lo que fue una mentira más. Otro tema es los
que creían en los Organismos Reguladores y que ahora que postulan como
candidatos nos dicen que no cumplen bien con su función y están limitados en su
accionar Ositran, Osinergmin, Sunass, Osiptel, (el precio de los servicios
telefónicos suben, los servicios de luz y agua también, la atención es mala y
deficiente ver casos de ESSALUD y las AFP´s) y todavía en defensa del
consumidor y el libre mercado, actualmente se preguntan por qué no baja más el
precio de la gasolina si el petróleo ha bajado de $ 133.9 a $ 34 está barato y no saben ellos mismos qué
responder, solo nos envían al burocratizado e inexperto INDECOPI. Si hablamos
de las AFP´s ya es el colmo, los pensionistas pasan mil suplicios para que les
devuelvan sus ahorros que es el esfuerzo de toda su vida, a pesar que muchos de
ellos tienen enfermedades terminales y casi siempre la rentabilidad que éstas
ofrecen son bajas y con pérdidas, ojo que el oligopolio de las AFP´s administra
S/. 125,051 millones.
La tecnocracia no debe perder la oportunidad
de ayudar a cambiar al país en vez de seguir mejorando únicamente ellos en su
propia posición social en cargos de confianza, claro del Estado. Hagamos algo,
el Perú lo necesita.