por Herbert Mujica Rojas
6-10-2008
¿Bákula al futuro ministerio de Cultura?
Entre hoy y mañana, el convivio promovido por el Instituto Nacional de
Cultura y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo en el marco del proyecto AECID-INC Perú Cultura y
Desarrollo 2008, recibirá a "a todas las personas e instituciones
vinculadas a la cultura en nuestro país al debate sobre cómo impulsar
mejor las políticas culturales y cómo fortalecer institucionalmente
la cultura en el Perú". Luego que esta asamblea y sus ocho equipos
contratados lleve a cabo tan interesante propósito ¿cuál será la
primera conclusión cultural importante a que arribe? Aspiraríamos a
equivocarnos pero no es inválido el cuestionamiento: "Por unanimidad y
aclamación los participantes acordaron presentar ante el gobierno del
señor Alan García Pérez la candidatura al ministerio de Cultura de la
actual directora del INC, Cecilia Bákula por tales y múltiples
razones, bla, bla, bla".
Dos hechos notables se plantean frente a una reunión que tiene como
propósitos los siguientes acápites: "1) Patrimonio cultural, museos y
espacios. Presentación del patrimonio y el conocimiento. 2) Producción
de contenidos y sentidos (Cine, audiovisual, radio y televisión). 3)
Música. 4) Artes plásticas y visuales. 5) Artes escénicas. 6) Culturas
vivas: Pueblos, prácticas y patrimonio inmaterial. 7) Animación y
participación sociocultural. 8) Lectura, libro e industrial
editorial........Estos ocho grupos de trabajo han tenido una mirada
proactiva sobre el futuro cultural de nuestro país, buscando consensos
y proponiendo acciones concretas. Han movilizado a más de 100 personas
que han querido repensar sobre las políticas necesarias para impulsar
esta importante actividad. Cada grupo de trabajo ha elaborado un
documento que sintetiza el intercambio de ideas realizado", tal como
reza la convocatoria.
En ninguna parte se hace alusión a esfuerzos precedentes y que
tuvieron la envergadura y representatividad necesarias como para
constituirse en referencias ineludibles. De lo contrario estaríamos
frente a la muy criolla y manipuladora tesis tan en boga en la vida
peruana de presumir que la historia comienza con los actuales
acontecimientos. Hecho que a más de ridículo es absolutamente falso.
Durante el gobierno de Toledo, el escultor Víctor Delfín presidió una
Comisión de Cultura que luego de dos años de intensa labor presentó un
documento impreso producto de tal trabajo. En el Congreso anterior, la
entonces legiferante Elvira de la Puente, mocionó, promovió y logró
sacar adelante un proyecto sobre el ministerio de Cultura y estuvo
fuertemente enlazada con equipos profesionales de sólida base
intelectual cuanto que cultural. Entonces para los del convivio que se
inicia hoy en el Museo de la Nación y que pretenden, en encomiable
dinámica, dar luces sobre la cultura ¿todo lo anterior no sirve para
nada? ¿L'etat c'est moi?
Conviene esclarecer qué pito toca en asuntos culturales del Perú nada
menos que una Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo, AECID, o ¿también los contratos laborales pagados de
quienes han participado en este proyecto contempla el silencio
acrítico de los concursantes? Cuando los socios de la expoliación
llegaron al Perú, capitaneados por el porquerizo de Trujillo de
Extremadura, Francisco Pizarro, al lado del cura Hernando de Luque y
Diego de Almagro, la cultura y sus expresiones en nuestros confines,
preíncas e incas, ya tenían algunos miles de años. ¡Precisamente, el
aniquilamiento y extirpación raigal de estos alcances fue obra de los
que arribaron a imponer sus modos de producción y costumbres
distintas, nunca en beneficio de la mayoría sino de lo que rendía
réditos a los intrusos!
Se anuncia un congreso de políticas culturales para diciembre sobre el
molde en que ha discurrido el proyecto financiado y pagado por AECID.
¿Son, la cultura y sus múltiples derivaciones, manejables por
asambleas que producen consensos coyunturales con direcciones más o
menos previsibles? ¿qué garantía hay que no sea la plataforma de
lanzamiento de la candidatura de la ultramontana y ultra-reaccionaria
dama católica Cecilia Bákula a una cartera ministerial?
Es evidente que se trata de pavimentar la carretera del facto. Si no
existe el ministerio de Cultura hay que crearlo. Y conviene premunir
al país de "políticas culturales" bajo la premisa que nada de lo
anterior sirve, tiene utilidad o valor y que quienes allí participaron
son incapaces de seguir aportando al sector. En buena cuenta hay que
impulsar la perversa práctica de "quemar" al resto para caminar en la
soledad mediocre y tan moderna de nuestros días de asambleísmos y
minorías asalariadas pero con guíones muy bien elaborados y copadores
de puestos públicos.
El matrimonio oculto de tendencias que van desde la ultramontana
caverna católica hasta la rabanería caviar tan huérfana de votos como
de seguidores en las calles, es de un descaro impresionante. El
objetivo final es, a como dé lugar, promover a Cecilia Bákula a una
cartera en el gabinete. ¿AECID es una cabecera de playa de España en
este propósito?
¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!
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