Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
26-9-2024
¡Boten a los dinosaurios!
https://senaldealerta.pe/boten-a-los-dinosaurios/
Si los clubes
electorales pretenden dejar de serlo, resulta imprescindible que ¡boten a los
dinosaurios! de sus dirigencias. No sólo arrastran la etiqueta de perdedores,
sino que son traficantes de influencias, deshonestos, mediocres, incapaces de
entender al Perú como proyecto revolucionario y no vil cancha de negociados y
cuchipandas.
Los dinosaurios
arrastran décadas de fracasos, frustraciones, incapacidades. Han ¡eso sí!
fabricado portátiles de adulones, cómplices, dogos entrenados en el
cuestionable afán de celebrar cuanto diga el capitoste de ocasión y se aúpan
vía elecciones amañadas, cambio de credenciales, desconocimiento de las
delegaciones legítimas, en suma, tramposos de tomo y lomo.
“Por lo menos cinco o seis lustros ha que los
denominados conjuntos sociales agrupados en partidos políticos empezaron el
nadir inevitable. Inducidos por sus líderes reacios a cuerpos doctrinarios o
arquitecturas ideológicas o fraternidades hacedoras de propósitos comunes al
compás de ritos, historias, recuerdos, a la señal y jaculatoria de tener
sensación de pertenencia (sense of belonging) a una casa matriz, éstos
iniciaron el acelerado proceso de abandono y reemplazo so pretexto de la
globalización que a todos afecta y de qué manera.
Los partidos políticos que debieron ser escuelas de
dignidad, honradez, preparación burocrática para el ejercicio de las tareas
gubernamentales por sector, con ciencia y conciencia, se transformaron en
vulgarísimas usinas proveedoras de inanes, ociosos y débiles mentales para el
Estado.
Da risa, entonces, cuando el legiferante Fulano de
Tal se llena la boca con “modificaciones” o “adiciones” a la “ley de partidos”
o a sus “efectos”. ¿No sería mejor preguntarse si existen tales corporaciones
así llamadas?
La mejor definición, sin excepciones de ninguna
especie, es la de clubes electorales. No pasan de asociaciones fautoras de
especialistas en la mentira, acróbatas en la monra, apenas llegan al puesto y
tornan hábiles en la composición de la ley que no funciona y a la que todos
sacan la vuelta para obtener ganancias de ubérrima índole.
En consecuencia, aquí en Perú, la ley no es respetada
ni sentida como parte de un ordenamiento, desde el corazón a la acción cívica,
sino como reto para afrontarlo y superarlo entre risas descaradas.” Del partido-escuela a proveedor del Estado,
18-11-2009, http://www.voltairenet.org/article162961.html
Por absurdo que parezca, sólo la angurria de ocupar una curul, un puesto en
alguna asesoría, un asiento secretarial o la más humilde pega (pero segura),
preside la ambición de los políticos criollos.
Ninguna agrupación discute sobre la posición geopolítica del Perú con cinco
fronteras ni en torno a la política energética. Ciertamente que menos sobre el
rol del Estado en un mundo globalizado y la intromisión abusiva del poder
imperial de Estados Unidos a través de los TLCs, sus bonos financieros, bancos
de inversión dizque social pero que prohíjan panzones que actúan como cualquier
otro banquero cobrando o ejecutando.
Alguna excepción, bobamente mezclado con los dinosaurios, puede exhibir un
pasado material y familiar holgado y honesto. Preguntar a los pata al suelo que
hoy exhiben signos exteriores de riqueza por doquier, de dónde esas casas y
departamentos, en la ciudad, playa y el campo; viajes a todo el mundo; autos de
marcas lujosas, doctorados honoris causa obsequiados como chapitas, es un
cuestionamiento incómodo.
Los dinosaurios, con arrastre popular nulo casi al 1%, famosos por su
vinculación a escándalos, robos y estafas en contratos públicos con nombre y
apellido; compras direccionadas; buenas pro a testaferros o empresas
insignificantes, trabazón con poderosos estudios de abogángsteres que se han
inventado el cuento que Perú es un gran artificio judicial en que venden sus
favores; no juegan por y para el Perú. Medran para sus bolsillos.
¡Boten a los dinosaurios!
debería ser el grito de combate de las nuevas generaciones ayunas de experiencia
porque los anacrónicos no sueltan la mamadera pues de eso viven hace 40 años y
de hacerlo, perderían los manantiales de su figuración mediática.
¡Boten a los dinosaurios! porque
sus manchas corrompen todo a su paso y alrededor.
¡Boten a los dinosaurios! porque
torcieron la historia, la acomodaron a sus relatos corruptos y mañosos y
alquilaron mercenarios con membrete de intelectuales para barnizar sus añagazas
tramposas.
¡Boten a los dinosaurios! sino
de otro modo, están adelantando los funerales grises y manchados por años de
ignominia y ofensa a la memoria de miles de caídos en el encierro, destierro y
finalmente en el entierro.
¡Botar a los dinosaurios de todas los clubes electorales sin excepción, es
el pórtico a la renovación, al porvenir que nos debe una victoria y a la alameda
de un Perú libre, justo, culto y digno!