Informe
Señal de
Alerta-Herbert Mujica Rojas
29-3-2023
Establo productor de pícaros
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¿Qué seductor encanto o imán
tiene el Congreso que atrae, democráticamente, a tirios y troyanos, para
ocuparlo, disfrutar de sus mieles y bonanzas y gozar, aunque sea pura ficción,
de su cuarto de hora de exposición pública?
Una especie de burbuja, con
protocolos melosos, empleados adulones, asesores entusiastas en su
irresponsable ignorancia, a veces mucho mayor que la de los parlamentarios, el
hombre o mujer entrado allí, al decir gonzalezpradiano, troca en un gorila
politicante.
Con excepciones que no llegan
a la decena, el conjunto humano allí reunido, muestra orfandad intelectual,
nula capacidad de exégesis y carencia de empatía con el ser común y silvestre
de la calle.
Recordemos algunas hazañas que
han producido indignación y cólera en la ciudadanía.
-Estuvieron año y medio
empujando una vacancia y no lo lograron porque fue el propio Castillo quien
incurrió en una torpeza difícil de motejar por vergonzante.
-Han viajado muchas veces por
el mundo con dineros públicos para ¡absolutamente ningún beneficio! hacia el
pueblo que paga todos sus gastos.
-Prometieron ver la
posibilidad de adelantar las elecciones generales para este año y todos los
intentos, sin excepción, han sido groseros engaños y timos.
-Hay pícaros de todas las
franjas descaradas que abundan en el país, sólo que con corbata y saco:
violadores, estafadores, mentirosos.
-Los discriminadores y
racistas no han ocultado sus taras y las exhiben sin vergüenza ni dignidad
alguna.
-Acaban de anunciar que
construirán un centro médico con un mal gasto de aproximadamente S/ 2 millones
de soles. ¿Y para qué?
-También desean los vividores
del dinero fácil, la reelección inmediata de parlamentarios.
Recordemos hitos que
parecieron sembrar la opción de un cambio en el Congreso:
-Cuando, en su discurso
inaugural el presidente de la Asamblea Constituyente de 1978, Víctor Raúl Haya
de la Torre, dijo en uno de sus más célebres pasajes: “La hora de las asambleas
sumisas y parlamentos vasallos ha pasado”, anticipaba la esperanza que el
Congreso fulminara actuaciones vergonzosas y repugnantes que la historia ha
registrado y basta con revisarla.
-En ese corto período 1978-79
Perú oyó intervenciones parlamentarias sólidas de doctrina, brillantes en su
formulación oratoria y con gente cuya acrisolada trayectoria, garantizaba
seriedad y amor profundo por el Perú.
El referéndum del
2018 confirmó la potente voluntad del pueblo de votar contra la reelección
inmediata de los precarios inquilinos y contra una mañosa bicameralidad que
dejaba rendijas para la intromisión de vacas sagradas en forma de contrabando.
¡Fueron casi 19
millones de peruanos, los que votaron así! ¿Y un Congreso que no llega al 8% de
aprobación pretende cambiar esa decisión?
A partir de 1980, en
Senadores y Diputados, existió una avalancha de legiferantes de los cuales casi
nadie se acuerda. Corrijo: en 1985, un diputado por Lambayeque, vendedor de
sebo de culebra, anunció que incluiría a la marsopa como parte de la historia
de su partido.
¿Qué respeto puede concitar
una corporación tan pródiga en la exhibición de seres grisáceos, incapaces de
entender la realidad nacional, sus urgencias, precariedades y los caminos
constructivos de solución en democracia con inclusión y sin privilegios?
Las filudas admoniciones de
don Manuel González Prada en Los honorables, Bajo el oprobio 1914,
retratan duramente:
“¿Qué es un
Congreso peruano? La cloaca máxima de Tarquino, el gran colector donde
vienen a reunirse los albañales de toda
Y como no se
resignan a perder el teatro donde consuman sus operaciones de toda índole,
inventan golpes, alientan inconductas, producen errores ridículos y de novatos
pero con el oprobioso designio de proteger a capitostes que conocen y manejan
situaciones muy bien documentadas de un pasado vergonzante que ha hecho ricos a
no pocos.
El revolucionario ruso Nicolás Lenin, refiriéndose a la Duma
(en la rusia zarista) la motejaba de establo burgués.
En Perú, una centuria después, el Establo es productor de
pícaros.