¡Ni Keiko Fujimori ahora, tampoco Kenji el
2021!
por Guillermo
Olivera Díaz; godgod_1@hotmail.com
10-6-2016
De manera
apodíctica: ¡Keiko, nunca más candidata
presidencial!, ni quien anuncia venir, su hermano menor, Kenji, ambos
cubiertos con manto corrupto y aureola de desprestigio. ¡Nuestro país requiere
de personas honorables, y no mequetrefes, en la primera magistratura!
En profano
callejero se dice "ya fue", sí pues, merecidamente, ya fue,
Keiko Sofía Fujimori Higuchi. Que nunca más ose o se atreva a ser candidata
presidencial, porque la mayoría de peruanos, votantes o no, la rechaza, hasta
marcha masivamente contra ella, aún sus electores no logran extrospectarla, ni la
entienden o juzgan a cabalidad, al carecer de méritos tangibles, no ser ejemplo
de nada positivo, en ninguna arista vital. Habría sido una vergüenza para el
país tener a una presidenta con el padre encarcelado, condenado por asesino,
ora autor mediato, ora autor material, y también
vulgar ladrón, también sentenciado, de los dineros del fisco peruano, que
explican los ingentes gastos de campaña electoral de su hija Keiko, durante 5
años, quizá más, con ríos de dineros ilícitos y ajenos.
Todos los ingresos
económicos de Keiko son oscuros. Su anodina conducta presente y pasada es
altamente reprobable. Ni el inmueble que habita está a su nombre, porque su tía
titular, prófuga de la justicia y fugitiva en Japón, ha transferido el dominio
a sus hijas, primas de Keiko, o sea, todo se tapa o encubre en esta cerrada
familia nipona.
Igualmente, su
partido Fuerza Popular, ocupa extrañamente, por varios años, dos
costosos inmuebles comprados a nombre de 2 empresas de su ex secretario
general, Joaquín Ramírez Gamarra. Uno, en la Calle Bucaré 551, Camacho, La Molina,
adquirido al contado por la considerable suma de US$ 1´180,000.00 dólares, el
21-8-2012; y el otro, en la Avenida Arequipa N° 4034, Miraflores, comprado por
US$ 1´300,000.00 dólares, a escasos 3 días del anterior, el 24-8-2012. ¡Algún
insensato entrega esa fortuna por nada a cambio!
Por ende, para
vivir, “gratis”, “sin pago alguno”, como
persona casada y con dos hijas no ha gastado nada, tampoco para hacer funcionar
holgadamente a su partido político, que, con su propia acción, busca encumbrarla,
en 2 ocasiones ya, en la presidencia de la República.
Ahora que Keiko ha
perdido las elecciones presidenciales del 2016, Kenji Fujimori Higuchi, su
hermano menor, entrará en liza, tal como él mismo ya lo anunció, presagiando
inconsciente y conscientemente el fiasco actual de su hermana, por quien ni
siquiera votó, ya que no fue a hacerlo, este 5 de junio. Sería, pues, motivo de
escudriñar acerca de la enrostrada mediocridad, atisbos de temprana desviación
sexual y también sobre la falencia o estado de ayuno de méritos sesquipedales,
y de los otros, del afamado Kenji.
Tengo la maciza convicción,
que el palaciego estilo de vida de estos 2 hermanos, los hizo, los marcó y
hasta los estigmatizó. Me cuentan que no se pasan y que el encarcelado papá les
sirve de árbitro en sus violentas disputas, en el recinto de DIROES.
Por mi parte, sin
vacilación alguna, me afirmo y ratifico: ¡No a Kenji, el 2021!, aunque se
cambiara de apellido paterno y aprendiera con disimulo el idioma quechua.