El Yo y el Pseudo Yo
por Isabel Peña Rodríguez; isabelpenarodriguez@yahoo.com
17-9-2019
Tocamos hoy un tema muy interesante con la seguridad que le
pondrá atención debida y lo llevará a la práctica.
El Yo representa nuestra esencia, vivenciamos al Yo como una
potencialidad y que siempre está en proceso de cambios. Cuando nuestro Yo no
actúa adecuadamente, es porque predomina el Pseudo Yo que está fuera de
nuestros límites y es percibido como opresivo y hostil.
El Yo, en su forma activa es el que enfrenta o asemeja al
ambiente y se caracteriza por su estructura, forma, decisión y separación.
Nuestro Yo es la parte de la personalidad que tiende siempre
al éxito, tiene conciencia en el darse cuenta y es la voz del sí mismo o Self.
Podemos ver a nuestro Yo como la capacidad de distinguir el mundo interno y
externo.
El Pseudo Yo es la parte de nuestra personalidad, ajena al
buen funcionamiento de la misma, el Pseudo Yo es resistente al cambio y por lo
tanto es contrario a la salud mental del ser humano, es además automático e
inconsciente. Acá, algunas diferencias entre el Yo y el Pseudo Yo.
YO
PSEUDO YO
Quiero
Debo
Cuestiona sin duda
Al dar por hecho no duda
Promueve el cambio hacia la salud Resistencia al cambio
Observa y Analiza Reacciona
sin observar
Particulariza
Generaliza
Razona
Racionaliza
Puede elegir
No puede elegir
Patrón de conducta flexible
Patrón rígido
No se agrede a sí mismo(a)
Agrede al sí mismo y al Yo
Reconoce y diferencia
Repite: es automático
Tiene internalizaciones Tiene
introyectos
Libera la energía bloqueada
Retiene la energía
Actúa a favor del organismo
Sabotea al organismo
Capacidad de juicio
Prejuicio
Es creativo y espontáneo
Es rutinario y rígido
Es portavoz del Self y tiende a la salud Repite la
cadena intergeneracional
Reconoce el aquí y ahora
Esta en el pasado o en el futuro
Cuando una persona se propone metas altas imposibles de
alcanzar, estamos sometiéndonos al Pseudo Yo, ya que podemos aterrizar con
resultados negativos y nos sentimos frustrados, además con ira y con quejas.
Cuando una persona integra su YO, adquiere buenos
beneficios: estamos en contacto con nosotros mismos, somos capaces de
permanecer activos a pesar de los obstáculos que podamos pasar, el contacto
entre el medio y el organismo conlleva a la asimilación y puede transformar la
relación entre ambos.
Nuestro YO interactúa para satisfacer nuestras necesidades
emocionales éxitos o también fracasos. Si tenemos éxito encontramos nuestro
apoyo y en él está nuestra seguridad. Cuando sabemos que todo no marcha bien,
nos arriesgamos sabiendo que la solución será satisfactoria.
El Pseudo Yo es el malo de la película y el Yo es el bueno.
Entonces cuando estamos contaminados por nuestros
introyectos, afloran todas nuestras conductas mal aprendidas que hemos guardado
en nuestra mente o parte interna de nosotros, conductas inadecuadas de las
personas significativas que hemos tenido desde la niñez o desde la panza de la
madre.
En cambio el Yo desarrolla sus defensas particulares,
siempre quiere estar en óptimas condiciones para sentirse bien y estar acorde
con los cambios día a día.
Cuando nuestro Yo se enferma, sentimos los síntomas y
debemos estar alertas. Eso quiere decir que se ha cerrado algún asunto
inconcluso, eso representa una Gestalt Abierta.
Psicoterapeuta Gestalt
Psicoterapeuta Geltalt, Consultorio: Av. Caminos del Inca
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