Thursday, June 13, 2024

Perú: ¡esos bulliciosos silencios!

 

Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

13-6-2024

 


Perú: ¡esos bulliciosos silencios!

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Sin asamblea constituyente (a la que dicen aborrecer), la manada congresal ya cambió buena parte de la denominada Carta Magna de 1993. Leyes con dedicatoria, nombre y apellido y con autores que ya ni se preocupan en esconder el flagrante conflicto de intereses.

 

Los bulliciosos silencios (ironía más que explícita), campean en el Perú de los escogidos que son los que van a programas políticos, noticieros o figuran en las páginas de la prensa concentrada.

 

¿Notó amable lector, que los “formadores de opinión” son unos cuantos que rotan en las mismas plataformas de audio, video o prensa escrita? Esta otra forma de oligarquía se ha construido con amiguismos, compadrerías e intereses comunes.

 

Luego del desmadre ocasionado por el mal funcionamiento de la pista de aterrizaje y la cacareada reorganización de Corpac, pareciera que se llegó a la paz en esa institución. ¿Será verdad tanta belleza?

 

Ositran, encargada del “fiel cumplimiento del contrato de concesión del Aeropuerto Jorge Chávez, no exige a la empresa Lima Airport Partners, LAP, que ponga fecha y los vidrios más adecuados para la torre de control y complete la II pista que tiene 650 metros menos. ¿Oyó que algún “líder de opinión” discurriese sobre este tema?

 

¿Por qué Ositran no nos demuestra que LAP pagó el seguro contra terrorismo, cuyo incumplimiento acarreaba la anulación del contrato en el AIJCH?

 

¿Está pintado el MTC? ¿Quién le dice al Perú qué ocurrió con la auditoría extraordinaria a que fuera sometida la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil-Perú) por parte de la FAA (Federal Aviation Administration-EEUU) desde hace 6 meses y con sanciones muy graves?

 

¿Tiene corona y patente de corso el señor director de la DGAC, Donald Castillo, para no dar cuentas sobre su responsabilidad y falta de pericia cuanto que torpeza en su responsabilidad?

 

¿Cuánto daño hace recordar estos temas que tienen meses de meses de informados, sin que nadie se atreva a refutar a quien esto escribe? ¿Y qué dice el resto del periodismo nacional que “descubre” los sucesos con tardanza y torpeza y, encima, ni siquiera citan los estudios serios y directos previos?

 

El silencio respira paz pero también quietud boba o cómplice. La bulla es la carencia de armonía, el disparate sin ton ni son, la algarada, la turbamulta. ¿Cómo en un país como el nuestro, y con muy notorias excepciones, frente al robo masivo, descarado, monrero de que es objeto el pueblo peruano al que se despoja de su historia y de su recuerdo, las patotas intelectuales, diplomáticas, políticas, militares, periodísticas, historicistas y de toda laya, conservan un parsimonioso y sinfónico cuanto que bullicioso silencio?

 

No bastan los pretextos o las coberturas que apelan a, por ejemplo, los derechos humanos, para mostrar alguna militancia, es imprescindible protestar cuando hay que hacerlo. Entonces ¿quién explica la monstruosidad –una más- del Congreso reivindicando el Senado y la reelección inmediata que fueran repudiados por más de 16 millones de peruanos en el referéndum del 2018?

 

¡Reto a cualquiera de los legiferantes a que demuestre de manera pública que 130 personas en el Congreso son más importantes que la voluntad libre, omnímoda, democrática y limpia de más de 16 millones de peruanos que repudiaron en el referéndum del 2018 al Senado y la reelección congresal!

 

Los días pasan y se acercan los cubileteos y apuestas en pos de la mesa directiva del Parlamento. Por arriba de este asunto tradicional y reglamentario, está el pacto de mantener a doña Dina Boluarte en la presidencia. Do ut des, ella continúa y los inquilinos de escaños ¡también!

 

Leamos qué recordó sobre la historia Alfonso Benavides Correa, en Una Difícil Vecindad, p. 218: “Para recusar tan aberrante acuerdo bastaría meditar sobre la lección que dio José de la Riva Aguero cuando afirmó con rotundidad que “la historia, ministerio grave y civil, examen de conciencia de las épocas y los pueblos, es escuela de seriedad y buen juicio pero también, y esencialmente, estímulo del deber y el heroísmo, ennoblecedora del alma, fuente y raíz del amor patrio”, atendiendo a que el patriotismo se alimenta y vive de la historia, a que la palabra patria viene de padres y, por ello mismo, que “sobre el altar de la patria y bajo su gallarda llama hecha de ruegos y de inmolaciones, de valor y de plegarias, deben existir siempre, como en la ritualidad litúrgica católica, los huesos de sus predecesores y las reliquias de sus mártires” (La historia en el Perú, José de la Riva Aguero, Lima, 1910, p. 548).