Informe-Señal de
Alerta
Herbert Mujica
Rojas-Diario Uno
23-10-2022
¿Sagrada e intocable palabra de Fitch Ratings?
https://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%BFsagrada-e-intocable-palabra-de-fitch-ratings
Una de las entidades más importantes de perfil tecnocrático
y nunca cuestionado, la constituyen las calificadoras financieras. En un dos por
tres pueden traerse abajo negocios, reputaciones económicas u orientar, a su
conveniencia y a la de sus clientes más poderosos, negocios gigantes.
Días atrás la calificadora Fitch Ratings cambió de estable a
negativa la perspectiva del Perú. De inmediato, esos bobos feligreses que
interpretan como sagrados sus análisis, adoptaron la pose servil de tomar lo
que dice Fitch como el apocalipsis.
Según informó esa entidad la “Variación de la calificadora en la
visión del país se debe al deterioro de la estabilidad política y eficacia del
Gobierno. Riesgo de baja en la calificación crediticia aumenta”.
Una definición generalizada de las clasificadoras de riesgo es que son
compañías dedicadas a calificar la capacidad de una empresa, una
institución o un gobierno para cumplir con sus obligaciones financieras en los
términos establecidos. Es decir, se encargan de medir la probabilidad de
incumplimiento de pago de una deuda.
¿Cómo se llama esta forma de intervención de
los países u organizaciones multinacionales que custodian los intereses de sus
empresas privadas, estatales-privadas o mixtas en nuestros países? Cuando el
capital migra procurando mercados y como parte de su desarrollo de forma
multidiversa, se llama inversión que
trae el fenómeno imperialista.
Para los vagos de la derecha, eso ya no
existe. Para los marxistas de quiosco, las definiciones se han quedado en los
viejos manuales de hace más de 50 años. Pero el fenómeno mutó, acrecentó su
influencia y discurre vía toda clase de caminos: agencias de cooperación,
calificadoras, ONGs y demás inventos contemporáneos.
En el artículo Las
calificadoras de riesgo, el autor, Alejandro Marcó del Pont, anota: “La
pregunta que se desprende del relato es cómo pueden estos farsantes determinar
qué Estado, provincia, municipio, banco o empresa, se encuentra financieramente
solvente, si cuando les conviene el acero se vuelve cristal y lo frágil tiene
la solidez de una roca. ¿Qué mecanismo los ampara para que los “mercados” sigan
ciegamente sus designios y, por cierto, quiénes están detrás de estos chamanes
de la credibilidad?
Abundemos en esto para tratar de entenderlo mejor. En el
pasado, los inversores le pagaban a las calificadoras de riesgo para que les
brindaran información sobre la solvencia de la empresa en la pretendían
invertir. Ahora, los emisores están obligados a pagarle a una calificadora para
obtener una calificación favorable. Pero estas mismas calificadoras les cobran
a los inversores por saber la salud de quienes ellos han calificado.
Esta estrecha relación, al estar en
ambos lados del escritorio, hace que sus consejos sean más que arbitrarios e
interesados. El sistema implementado es tan absurdo como si alguien que fuera a
comprar un auto usado se dejara guiar por el certificado de garantía dado por un
mecánico pagado por la empresa que vende el coche.” https://rebelion.org/las-calificadoras-de-riesgo/
Para Ricardo Monreal en el
artículo Las
calificadoras de riesgo: entre la técnica y la política, es
interesante subrayar:
“En ese contexto, la Organización de
Naciones Unidas (ONU) indicó recientemente, por medio de su experta
independiente sobre deuda externa y derechos humanos, Yuefen Li, que las tres
grandes agencias de calificación crediticia –Standard & Poors, Moody’s y
Fitch Ratings– tienen una influencia excesiva sobre las decisiones
de los préstamos, condiciones e intereses de la deuda soberana de los países.
A
ello agregó que debe reformarse urgentemente la arquitectura internacional de
la deuda, suspender la emisión de calificaciones de crédito durante las crisis,
como la de la COVID-19, así como revisar los criterios de operación de las
calificadoras de riesgo crediticio. Lo anterior sin obviar que la misma experta
de la ONU llamó a las calificadoras a incorporar el enfoque de derechos humanos
en su trabajo para que los países cuenten con suficiente capacidad fiscal a fin
de invertir en protección social, alimentación, salud y educación o en
políticas contra la pobreza y la desigualdad.” https://ricardomonrealavila.com/las-calificadoras-de-riesgo-entre-la-tecnica-y-la-politica/
¡Ni
la expresión de una clasificadora tiene rango de ley y mucho menos es palabra
sagrada de absolutamente nada! Los que creen esa tontería son colonos mentales,
acríticos ineptos para razonar con mínima dignidad nacional o son agentes
nativos al servicio no de su país sino de los que vienen de afuera.
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Llamada:
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Bobos feligreses que interpretan como sagrados sus análisis, adoptaron la pose
servil de tomar lo que dice Fitch como el apocalipsis.