Tuesday, July 19, 2016

Guadalupe continúa sembrando Patria

Guadalupe continúa sembrando Patria
por José Suarez Danós; pepeperillas@hotmail.com    
           
19-7-2016

Poco tiempo atrás, un socarrón reportero de la TV nacional entrevistaba a jóvenes universitarios que suelen reunirse en una plazuela limeña.

Solicitaba a éstos que identificaran a los personajes históricos cuyas imágenes aparecen en los billetes más comunes de nuestra moneda nacional (10, 20, 50 y 100 soles), prometiendo obsequiarles dichos billetes caso lo hicieran correctamente.

Las respuestas proporcionadas evidenciaron un preocupante desconocimiento de la historia patria, hecho que debe llamar a profunda reflexión a la sociedad –revisar el currículo de historia o defenestrar al ministro de Educación-.

Presumimos que peor podría haber sido el resultado, si el reportero hubiere ahondado en consultarles por el colegio en que dichos personajes hicieron estudios secundarios.

Y lo que muchos connacionales ignoran es que tres de esos cuatro billetes atesorados celosamente en sus carteras, llevan impresos los rostros de peruanos ilustres formados en el Primer Colegio Nacional Benemérito de la República “Nuestra Señora de Guadalupe” (1).

Por esa y muchas más razones se afirma, que Guadalupe es emblema de peruanidad.

Ese plantel que el año pasado cumplió 175 años de creación –diecinueve menos que el Perú republicano-, hoy prosigue inculcando valores nacionales con rumbo hacia su bicentenario de fundación.

Ni la indiferencia gubernamental en cuanto a educación pública, ni la escasez de recursos económicos, ni menos el efecto pernicioso que produce la TV basura sobre la niñez y juventud, desalienta a las generaciones guadalupanas en el afán de alcanzar la excelencia.
Por ello la “Asociación Guadalupana” congregando promociones que cumplen bodas de oro estudiantiles, ejecuta un fructífero plan de mediano plazo en provecho del educando guadalupano.

Su fin es solventar económicamente la preparación pre-universitaria y estudios superiores de los 15 mejores alumnos del quinto año de secundaria que anualmente culminan estudios en el plantel.

Es así que discretamente y sin reflectores, Guadalupe continúa sembrando Patria desde todos sus estamentos, pese al abandono social del Estado.

La promoción bodas de oro del presente año (“Alejandro Bertello, G-1966”) ha orientado sus esfuerzos conmemorativos analizando inicialmente el marco socio-educativo de la República, desde el pasado hasta el presente.

Y a partir del 1 de enero ha continuado ejecutando el ambicioso proyecto estructurado por la “Asociación Guadalupana” y promociones cincuentenarias anteriores.

Con sensibilidad social ha planificado y desarrollado campañas de atención médica preventiva y especializada, charlas vocacionales, y espacios de sano esparcimiento a cargo de ex alumnos, orientados hacia el estudiantado, sus familias y docentes del plantel (2).

Con ello cumple las líneas de su himno que invoca a la solidaridad y hermandad sin distinción de clases económicas, razas, ni credos ideológicos o religiosos.

Y todo respondiendo a la sentencia “antes que nada, el Perú”.

Si bien es cierto la buena formación de estudiantes guadalupanos ha sido establecida como tarea prioritaria, no por ello ha omitido reconocer la labor desarrollada por sus ya nonagenarios maestros y por aquellos preclaros ex alumnos que prestigiaron al Perú (3).

Consecuente a la vez con la inseguridad ciudadana que vive actualmente el país, su directiva ha decidido exaltar este año la integridad moral del niño héroe Manuel Bonilla Elhart, muerto a los 13 años de edad.

Bonilla es el niño guadalupano que en 1880, guardando sus lápices y cuadernos, decidió enrolarse en el ejército peruano para defender Lima durante la Guerra con Chile (“La Guerra de Rapiña”) e inmolarse finalmente en “Los Reductos de Miraflores”.

Su actitud pretende ser mostrada cual ejemplo cívico a seguir por adolescentes, en oposición a la ausencia de valores, la deserción escolar y el pandillaje que afectan a la niñez y juventud peruana.

Y con ello concienciar a la juventud en el conocimiento que sólo la educación permite adoptar definiciones juiciosas entre bien y mal, además de augurarle un futuro promisorio.

Y dado que próximamente la Patria celebrará un aniversario más, el venidero 23 de julio guadalupanos de todas las edades reafirmarán su fe en ella y en la peruanidad desde su centenario local de la avenida Alfonso Ugarte.

Son animados por palabras del ilustre guadalupano Jorge Basadre Grohmann (G-1918), quien expresara que “a diferencia de los individuos, los pueblos pueden resucitar”.








Propuestas históricas: “Soldado Desconocido” y “Reducto”


Propuestas históricas: “Soldado Desconocido” y “Reducto”
por Juan Carlos Flórez Granda*; jcflorezg@yahoo.com

19-7-2016

Hasta que por fin tuve tiempo para darme el gusto de ir al cine. Esta vez a ver los cortometrajes “Soldado Desconocido” y “Reducto” en la sala de cine de la Biblioteca Nacional del Perú. Para comenzar fue una grata impresión entrar a una sala casi llena, cosa que no se ve en este tipo de realizaciones culturales.

Por mi formación reconozco que tengo manía por fijarme en las ediciones, encuadres, luces y producción de cualquier película. Defecto que ha ido afinándose a través de los años.

Ambos cortos logran el objetivo de plasmar la problemática del día a día del soldado común, las diferencias de clase, el racismo y de alguna forma mostrar la compleja idiosincrasia del hombre común de la época. El guión bien tratado, la edición es aceptable y teniendo en cuenta los pocos personajes que participan en los cortos, logran suplir estos con encuadres cerrados y bien logrados. La luz es buena y a mi juicio, lo mejor: se ha procurado tener un vestuario acorde. La rigurosidad de estos ha sido vital para lograr compenetrarse con la trama. Realmente felicito esa producción. Las actuaciones y los doblajes son aceptables pero susceptibles a ser mejorados siempre en futuras muestras de corte educativo.

La verdad me han dado mucho gusto ambas producciones y felicito a Hamilton Segura Farfán por el logro, aplicando con escaso presupuesto todo tipo de recurso y creatividad para llevar un corto sencillo con buenos resultados, teniendo en cuenta lo difícil que es hacer cine en el Perú. El público en todo momento ha disfrutado de estos rodajes y las escenas “pícaras y románticas” han cumplido el objetivo de compenetrar más al público.

La película en sí es un llamado de atención a la integración, inclusión y unidad y en ese sentido, el posterior conversatorio debería ser enfocado en esa línea. La generación del XIX adoleció de unidad, pero ya han pasado más de 130 años y seguimos mirando hacia atrás, tildando de traidores, cobardes, etc., a algunos personajes y en cierta forma reviviendo un revanchismo utópico que a nada conduce sino a seguir amargándonos.

Tenemos el ejemplo de Japón, que pese a haber perdido en la 2da. Guerra, asimiló y aprendió de sus errores para convertirse en una potencia tecnológica. Alemania hoy es una potencia económica. En el Perú seguimos mirando al pasado y lamentándonos de la derrota cuando deberíamos aprender y evitar volver a caer en lo mismo.

Cortos como “Reducto” y “Soldado Desconocido” son una muy buena propuesta educativa, incluso para ser mostrada como complemento en los cursos de historia peruana, que tanto adolece el programa educativo, mostrando ese desequilibrio social que hoy está casi erradicado en una Lima integrada culturalmente.

Si el primer corto “Soldado Desconocido” nos plantea esa desigualdad, “Reducto”, nos muestra con la batalla de Miraflores, el inicio de esa unidad, donde casi todos sus habitantes pusieron el hombro defendiendo su territorio junto a hombres y mujeres de todas las clases y regiones del país.

* Director SEHCAP