Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
6-4-2024
¡Aprenda a pensar!
https://senaldealerta.pe/aprenda-a-pensar/#google_vignette
Si algo tiene la
ciudadanía que aprender es a pensar sus criterios respecto de cuanto ocurre.
Mirar con observación crítica y no dar por hecho que si está publicado, en la
radio o televisión, entonces “es cierto”. Allí comienza la domesticación de un
pueblo.
El fatalismo de la vida
peruana se acentúa desde los medios de comunicación cuando se “borreguiza” el
mensaje y se da por cierto lo que son abominables y aberrantes prácticas que
una conciencia acrítica, profundamente enraizada en el espíritu nacional, no
cuestiona, toma como parte de su medio ambiente y asimila con la consabida
sentencia infeliz: “así son las cosas”.
Se lee que algunos pobres
diablos ganan el equivalente de US$ 10 mil o más, en el actual gobierno y
antiguas administraciones y emerge automáticamente la pseudo justificación:
¿debería cobrar menos? No se dice que es el mal utilizado dinero del pueblo.
Se anuncia con bombos y
platillos que el próximo Establo parlamentario será peor que el actual pero no
se inquiere por las tropas de asesores, las bandadas de secretarias y brigadas
de conserjes que cobran por hacer muy poco o porque integran la cohorte de
mantenidos por la ubre estatal y que hacen “estudios de imagen, propuestas”,
etc. como si lo podrido pudiera oler bien alguna vez.
De repente, como decía
Manuel González Prada, lo más sensato que pudiera hacer el Establo ¡es el
análisis, inmediato, categórico y definitivo de su propia cerrazón y clausura
por los tiempos de los tiempos!
Las universidades, sobre
todo las particulares, preparan profesionales-soldados de la empresa privada.
No hay grandes gerentes con visión nacional o nacionalista, privilegiadores de
la industria peruana, sus proyecciones, su valor agregado o el desarrollo en
los próximos 100 años de acuerdo a un gigantesco proyecto-país que tenga en
ellos a los vectores fundamentales de esa construcción.
¿Para qué queremos “brillantes”
turiferarios de las firmas transnacionales? ¿No será que el diseño de la
universidad-materia prima para los dólares foráneos colisiona directamente con
el ágora creadora de líderes forjadores de una nación?
Una conciencia nacional
colectiva es requisito histórico indispensable para una dinámica social ágil,
limpia, sensata, capaz de construir un Estado nacional con perspectivas.
No muchos lustros atrás, a
una cáfila de descastados, se le ocurrió que la historia de la guerra con Chile
(1879-1883) debía ser reescrita. ¡Claro, el propósito era suavizar, matizar,
difuminar, el paso de la pezuña bestial del invasor, con su larga e interminable
lista de tropelías y abusos con un país vencido, para edulcorar y justificar la
invasión actual globalizante que privilegia asimetrías culturales, raciales y
¡sobre todo! económicas.
Con una mentalidad
acrítica, de colonos mentales, el futuro está aherrojado a los sirvientes de
cualquier país que tenga un relativo mayor desarrollo. Y aquí no hay jingoísmos
o xenofobias, simple y llanamente, la constatación de una cobardía que siempre
pretende oropeles intelectuales y coberturas mediáticas, muy fáciles, por
cierto.
En Perú hay que aprender a
pensar. No sólo eso. A pensar con criterio ferozmente crítico. Si la nación
está en flecos y con unas desigualdades protervas es porque el diseño de su
desarrollo está mal y sólo protege a minorías insolentes que no entienden que
un país desarmado de cultura, de armas disuasivas, carente de una política
externa agresiva e inteligente, no es una garantía de paz. Un país desarmado,
es una presa apetecible.
Creemos en la paz que
cuida límites y que privilegia al ciudadano peruano. ¿Equivale eso a idiotizar
en el olvido punible de la historia, de cuanto ocurrió, cómo fue y de qué modo
Perú debió entrar en liza y pelear por su independencia y que hoy debe hacer lo
mismo pero con las armas modernas de la tecnología, una educación integral y un
civismo crítico acrisolado?
Recordemos, fue un 5 de
abril de 1879 que Chile declaró la guerra al Perú. ¿Y cómo quedó el país luego
de esa invasión que se prolongó hasta 1883 y con la “ratificación” de esa paz
con tropas sureñas aún en Perú?
Quien o quienes pretendan
el olvido, so pretexto de “pacifismos” que más parecen complicidades, la gran
amnesia nacional ¡tienen que explicar qué se traen entre manos y por causa de
qué están en estos despropósitos!
La conciencia crítica está
al alcance de todos. Basta con ver diarios, oír noticieros radiales o
televisivos. Cuanto allí se dice contiene un estilo apocalíptico y de
caballazo.
Muchos de nuestros
legisladores no hablan siquiera castellano entendible, menos inglés. El
burócrata mañoso y proditor, sabe cómo entrampar las negociaciones y abre el
dique cuando sus intereses son “tomados en cuenta”.